Sánchez autoriza a Mazón a ayudar con 20 millones en la compra de viviendas de hasta 277.000 euros
El Instituto Valenciano de Finanzas plantea, y el Consejo de Ministros lo acepta, que las ayudas para "jóvenes" cubran a los nacidos en 1979 o a lo largo de la década de los 80
El plan «Viu Comunitat Valenciana» impulsado por Carlos Mazón, presidente de la Generalitat, con el objetivo de mover más de 7.000 millones de inversión y levantar 10.000 viviendas tiene ya varios pasos avanzados. La sintonía entre Caixabank y Mazón es notable, por lo que la financiación estará disponible para ejecutar el plan. Además, el Consejo de Ministros ha dado luz verde a una ayuda a través del Instituto Valenciano de Finanzas de 20 millones de euros.
Al contrario de lo ocurrido con la ampliación del Puerto de Valencia, en la que deliberadamente el Consejo de Ministros retrasó la autorización de las obras, el permiso para que el gobierno valenciano pueda ayudar en la compra de viviendas no se ha retrasado.
El 2 de abril, Mazón presentó el plan «Viu Comunitat Valenciana» y el Consejo de Ministros del 16 de abril dio luz verde a la petición del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) para ayudar a la compra de viviendas. El objetivo es facilitar la financiación que las entidades financieras no prestan al cumplir con la recomendación del Banco de España de que la hipoteca no supere el 80% del valor de la vivienda.
Fuentes financieras apuntan que esta autorización, pese a ser un mero trámite, es relevante en la medida que es necesario que el Consejo de Ministros autorice operaciones de este tipo en las autonomías que han acudido al Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), como es el caso de la Comunidad Valenciana.
Desde el punto de vista del financiador, tiene además el significado de que el plan de vivienda planteado por Mazón tiene la seriedad esperada y avanza con los trámites burocráticos previos a que los ciudadanos puedan comprar la vivienda gracias a las ayudas y financiación que se planteará.
Según explican desde Moncloa, el Consejo de Ministros autorizó a la Comunidad Valenciana «el otorgamiento de garantías a través del Instituto Valenciano de Finanzas hasta un límite máximo de 20 millones de euros, dirigidas a facilitar el acceso al crédito hipotecario que permita la adquisición de viviendas en propiedad en dicha Comunidad Autónoma».
El perfil de las ayudas va más allá de los 35 años, que es la edad límite para optar a las ventajas fiscales que hasta ahora ha planteado el presidente de la Generalitat. La autorización que el Consejo de Ministros ha dado al IVF fija que los «beneficiarios de las garantías serán jóvenes entre 18 y 45 años, que obtengan créditos para la compra de primera vivienda, por un precio máximo de 277.000 euros». De este modo, se amplia el concepto de «jóvenes» incluso a los nacidos en 1979 además de todos los que vieron por primera vez la luz en la década de los 80.
El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, explicó ayer a Economía Digital que se han realizado ya «largas sesiones de trabajo con todas las entidades financieras en la Comunidad Valenciana» de cara a la formalización del plan de vivienda.
Mazón incide en que «la experiencia de Madrid nos puede ayudar, no para copiarla exactamente, pero sí es un camino muy interesante». Desde el sector financiero, de hecho, se indica que el foco ahora está en terminar con los matices que en Valencia se pueden incorporar sobre el plan aprobado en Madrid.
Entre todas las entidades interesadas, Caixabank, tal y como manifestó este martes el consejero delegado de la entidad, Gonzalo Gortázar, se encuentra en primera posición con alto interés en participar.
Los obstáculos que tiene el plan se centran fundamentalmente en el mix que tiene que haber en el plan entre vivienda protegida y vivienda en alquiler. La venta de pisos protegidos a precios asequibles tiene una estructura financiera más sencilla y de más corta duración. El alquiler asequible requiere de planes de negocios más largos donde las garantías y las limitaciones de precios obligan a fórmulas más complejas. Los actores reconocen que «es perfectamente factible hacer vivienda de alquiler asequible y también es más complicado que vender vivienda».