Pradas, Merino y Montes prometen a las empresas valencianas agua, alivio fiscal y reindustrialización
La consellera de Industria dice que los presupuestos tienen "políticas basadas en el principio de apoyo a las empresas, tanto a las consolidadas como a las de nueva creación"
Los presupuestos de la Comunitat Valenciana en clave empresarial tienen tres líneas de actuación principales: agua, alivio fiscal y reindustrialización. La jornada de ayer sirvió para que tres conselleras cuyas competencias están más relacionadas con las empresas expusieran ampliamente su propuesta en el marco de la comisión de Hacienda en las que todas las consellerías han explicado su presupuesto. Pradas se centró en el agua, Merino en el alivio fiscal mientras Montes se extendió en la reindustrialización. La oposición contestó que las tres consellerias tienen una reducción en sus presupuestos, lo que se convirtió en un réplica de que más vale presupuestos con actuaciones que se realizan que promesas presupuestarias con ejecuciones inexistentes.
Salomé Pradas, consellera de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio, apostó porque “esta va a ser la legislatura del agua” y anunció que han incrementado un 5% las inversiones en agua, el postrasvase Júcar-Vinalopó contará con 16 millones y se destinan 3,6 millones a nuevas infraestructuras para encauzar ramblas y barrancos. Pradas recriminó al Botànic que sólo tenga ejecutado el 7,51% de las inversiones para ramblas y barrancos.
La titular de Medio Ambiente destacó que aportan 20 millones de euros a las infraestructuras de carreteras, un 20% más que en 2023. Pradas ha asegurado que las inversiones se centran en “grandes ejes transversales para potenciar la economía productiva”. Los concretó en la provincia de Castellón en el eje de la Cerámica, en la provincia de Valencia el eje de la CV-60, conectando las comarcas centrales con la costa, y en la provincia de Alicante en el corredor de la CV-95 Orihuela-Torrevieja.
La respuesta de Compromís fue que “más que los presupuestos del agua, son presupuestos que hacen agua”, porque han cerrado la dirección de Cambio Climático. El PSOE incidió en que la conselleria de Medio Ambiente ha sufrido “el mayor recorte, del 33%”. “Tiene un presupuesto inferior al último presupuesto del PP en 2015”, le espetó Maria José Salvador a Salomé Pradas. Vox, por su parte, destacó su papel en el presupuesto, que en el caso de la conselleria de Medio Ambiente es de 633,55 millones, para el que han logrado que la federación de caza tenga una subvención de 25.000 euros.
Ruth Merino, consellera de Economía, Hacienda y Administraciones Públicas, inició su intervención lamentando que la Comunitat Valenciana es la más “endeudada per cápita” a lo que se suma que los intereses que abona el gobierno valenciano se ha disparado un 112% en el último año. Con estos mimbres, apuntó “iniciamos la senda del alivio fiscal” para particulares y empresas y, “especialmente, para los más desfavorecidos”.
En este sentido, recordó que van a aplicar “seis nuevas deducciones, que son sociales” a lo que se suman la reducción de los impuestos para la compra de vivienda para menores de 35 años, entre otros, y la bonificación del 99% para el impuesto de sucesiones y donaciones en los grados I y II. La responsable de Hacienda subrayó que obras como la estación intermodal, financiada íntegramente por la Generalitat, o la interconexión por carretera del Puerto de Sagunto con el Corredor Mediterráneo a través de Parc Sagunt “se van a hacer realidad en forma de partidas concretas e inversiones reales. Todo ello suma más de 97 millones en el entorno de la PowerCo, la filial de Volkswagen que levantará la gigafactoría de Sagunto.
El portavoz socialista de Hacienda, Jose Muñoz, le contestó a Ruth Merino que los presupuestos de la Generalitat generan “más deuda y menos servicios públicos”. “Ustedes hablan mucho del gobierno del cambio pero, viendo el presupuesto, son el gobierno del cambiazo”, añadió.
Nuria Montes, consellera de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, ha sintetizado la filosofía que marcan los presupuestos del Consell en una apuesta por «politicas basadas en el principio de apoyo a las empresas, tanto a las consolidadas como a las de nueva creación». En turismo destacó el fin de la tasa turística y la desestacionalización, un concepto que recuperó cuando habló de Feria Valencia y su objetivo de que tenga actividad los 365 días del año. Su principal apuesta fue la reindustrialización.
«Vamos a hacer un riguroso análisis sectorial y territorial de la industria valenciana con el objetivo de elaborar una estrategia para la reindustrialización de la Comunitat Valenciana 2024-2028», anunció. Los principios que destacó fueron fomentar la política de cluster, la atracción de proyectos estratégicos industriales nacionales y extranjeros, la internacionalización, el I+D+i, aumento del suelo industrial y logístico, la formación de talento y la reducción de la burocracia.
Pero las críticas le llegaron por el turismo. Especialmente, por parte de Vicent Marzà (Compromís), que le calificó de «consellera de la patronal del turismo» mientras censuró que dejara de lado al pequeño comercio. No habló del recorte a Unión Gremial, afin a Compromís, y se centró que en que se mantiene la subvención de 875.000 a Hosbec. Montes le contestó que también mantiene la subvención a Altea, municipio gobernado por Compromís, no sin aprovechar para recordar «que no hay más municipios turísticos donde gobierne Compromís».
Arcadi España, del PSOE, centró su valoración de los presupuestos en que «lo único que han hecho es proyectos que ya estan en marcha» y «recortar» las partidas. Vox, por su parte, usó casi dos minutos de su discurso de seis minutos para hablar de los «gases lacrimógenos» en Madrid para luego aplaudir lo dicho por Montes y reconocer que le sobraba tiempo al no tener nada más que decir.