PP-Vox arrancan la legislatura valenciana con 5 leyes que premian agilidad, esfuerzo y remontarse a 1931

El PP destaca que con la Ley de Libertad educativa "se acabaron los sectarismos, ninguna lengua, persona, ni territorio se verá discriminado. Vuelve la libertad de los padres para elegir cómo quieren que aprendan sus hijos"

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El PP y Vox han arrancado la legislatura con la presentación en bloque de cinco leyes (Radio Televisión Pública Valenciana, Agencia Valenciana de Antifraude, Transparencia e Incompatibilidades, Libertad Educativa y Concordia). El poder legislativo autonómico acelera su ritmo tras meses de discreta negociación que culminan con el primer gran paquete legislativo de la etapa Mazón.

Hay dos conceptos que se repiten en varias leyes como es la reducción de las cortapisas para favorecer la agilidad y el reconocimiento del esfuerzo a nivel educativo y laboral. La contraprestación recibida por Vox es la conversión de la Ley de Memoria Democrática en Ley de Concordia, que invita al barro político al que tanto socio minoritario del PP como los que lo tienen a esta formación en su diana acuden de manera recurrente. El texto lo tiene todo para réplicas y contrarréplicas en bucle.

Al margen de este texto, la primera línea transversal del paquete legislativo es la agilidad. La principal ganadora es la Radio Televisión Pública Valenciana, que elimina las inoperancias injertadas por Podemos para pasar a funcionamientos ágiles como que el Director General tenga capacidad de contratación tanto de servicios como de crear su propio equipo directivo. El texto dota a À Punt de mayor flexibilidad para poder optar a externalizaciones.

El secretario del grupo del PP en Les Corts, Juanfran Pérez Llorca, ha indicado que «se pretende avanzar en una televisión moderna, ágil, adaptada a los tiempos que corren. Con esta ley pretendemos ser más eficaces, profesionales y competitivos».

El sindic de Vox, José María Llanos, ha reconocido que la ley que apoyarán es contraria a su ideología. «Desde Vox no somos partidarios de que la comunicación sea un servicio dado desde la Administración, preferimos la iniciativa privada, pero formamos parte de un gobierno. Lo que hemos consensuado es mayor austeridad, reducción del gasto y objetividad», dijo Llanos. Preguntado por la reducción del gasto, reconoció que esto es un dato que no conocía pese a anunciar previamente que estaba «consensuado».

Tanto la ley de Radio Televisión Pública Valenciana como la Agencia Antifraude incorporan cambios en la forma de elegir su dirección. Se elimina las mayorías reforzadas y se establece la mayoría simple, es decir, PP y Vox no tendrán que pactar con PSOE ni Compromís aunque Pérez Llorca remarcó su voluntad pactista recordando que fue el PP el que logró que Compromís estuviera en la mesa de Les Corts.

Premio a las trayectorias más brillantes

La segunda línea transversal del paquete legislativo es el esfuerzo. La apuesta por el valenciano se lleva a cabo a través de premios que se convierten en ventajas para el acceso al empleo público. Se vuelve al sistema de línea de castellano o valenciano y se convierte la titulación de valenciano en mérito en vez de requisito. Esto se acompaña de que todo el que apruebe valenciano en primaria (hasta en las zonas castellanohablantes que estarán exentas del valenciano) tendrá el A2. En ESO se recibirá el B1 mientras que en bachiller se alcanzará el B2.

Del modelo educativo de la Ley Celaá, donde se permiten los suspensos, se pasa a otorgar el título de C1 en valenciano al que alcance el notable en bachilller

Además, si el bachiller se supera con una nota superior al 7 se obtendrá directamente el C1 de valenciano. De este modo, se premia el esfuerzo, lo que supone una clara contraposición al modelo educativo de la Ley Celaá, en el que es posible pasar de curso sin límite de suspensos, para dirigirse hacia un modelo en el que se recompensa el esfuerzo por las notas altas.

Pérez Llorca apuntó: «Se acabaron los sectarismos, ninguna lengua, persona, ni territorio se verá discriminado. Vuelve la libertad de los padres para elegir cómo quieren que aprendan sus hijos». Llanos añadió: «Ya era hora que tuviéramos una ley que dé libertad a los padres para educar a sus hijos. Son los padres los que tienen el deber y la obligación de educar a sus hijos. Esta ley favorece, además, la promoción de las dos lenguas oficiales».

El premio al estudiante en la ley de libertad educativa tiene su continuidad en ley de transparencia e incompatibilidades en la que se elimina trabas a los profesionales que decidan acceder a cargos públicos. El objetivo, como dice la exposición de motivos de la ley, es corregir que «en algunos casos es excesivamente complicado de aplicar» el «régimen de incompatibilidades» de manera que se «restringe el acceso de personal con extraordinario talento, proveniente de la investigación académica y del mundo empresarial a puestos de caracter directivo que presentan un caracter más técnico que político».

La ley de concordia se remonta a 1931 en su primera línea y en el quinto párrafo destaca «los niveles de prosperidad alcanzados en los años treinta»

Donde no se busca ni agilidad ni esfuerzo y se va a lograr larga bronca política es en la ley de concordia. «La presente proposición de ley se erige como un testimonio de compromiso para honrar y proteger la historia de España desde el año 1931 hasta la actualidad», es su inicio, lo que supone centrar el debate en empezar en la Segunda República frente al inicio de la Guerra Civil de la actual legislación.

En el quinto párrafo se cita la devastación que supuso el conflicto bélico y se apunta: «La economía del país se contrajo drásticamente y hubo que esperar varias décadas hasta recuperar los niveles de prosperidad alcanzados en los años treinta». No se concreta a qué años de esa dećada en concreto se refiere.

Desde el PP insistieron durante la presentación en rueda de prensa de las cinco iniciativas legislativas que en la ley de concordia «se mantiene la reparación de las víctimas. Estamos para evitar las discrepancias. No es restrictiva ni limita. Ahora se amplía«.

Desde Vox el discurso es completamente distinto. «Tenemos una ley de concordia frente a la falsa memoria democrática», empezó. «Quitamos los términos ‘gerracivilistas’», incorporó. «No vamos a hacer como los bárbaros que destruían todo lo anterior», aseveró. «En el 31 no había democracia. Estaban los crímenes del frente popular», señaló. Y después de todo esto, remató: «Queremos gobernar para todos».

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