Power Electronics desvela que Ximo Puig mintió cuando prometió 30.000 empleos con la alianza de baterías

El CEO de Power Electronics explica que la Alianza Valenciana de Baterías fue una estrategia dirigida por Rebeca Torró y Mako Mira sin existir un proyecto industrial que sustentara la inversión de 2.000 millones de euros

Ximo Puig durante la presentación de la Alianza Valenciana de Baterías

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La Alianza Valenciana de Baterías que se presentó en febrero de 2021 por Ximo Puig, entonces presidente de la Generalitat, con Power Electronics como locomotora del proyecto, fue un estrategia política que carecía de proyecto industrial detrás del anuncio. Se habló de 2.000 millones de inversión y de la creación de 30.000 puestos de trabajo aunque realmente, sólo fue marketing político, una «estrategia» del PSOE. Con absoluta rotundidad lo confirmó así ayer David Salvo, CEO de Power Electronics, a un reducido grupo de periodistas en la sede de su compañía.

«Te lo puedes llegar a creer, pero es complicado», dijo David Salvo, CEO de Power Electronics, en referencia al proyecto presentado mientras se le llegaron a escapar las risas cuando se le repreguntó si nunca fue el objetivo de la Alianza Valenciana de Baterías anunciada por Ximo Puig que se levantara una gigafactoría para la automoción. David Salvo no dejó lugar a dudas. «Nosotros no fabricamos pilas», dijo ayer. «Power Electronics nunca hubiera podido», remató.

La revelación de Power Electronics fue tan sorprendente que las preguntas y repreguntas se alargaron para que no hubiera lugar a dudas. La intervención de David Salvo ante los medios de comunicación empezó poniendo el valor el ecosistema del vehículo eléctrico que hay en la Comunidad Valenciana y apuntando que «en todo lo relacionado con las energías renovables y el vehículo eléctrico, con las últimas noticias, en lo que hemos podido ayudar como empresa tecnológica y valenciana que somos es un honor formar parte de ese hub». Lo dijo en el contexto de la apertura del ChayIn Europe Conference, un evento organizado por Charging Interface Initiative sobre la carga de vehículos eléctricos que se celebra en el campus de Power Electronics en Llíria desde ayer y hasta el 27 de octubre.

Después afirmó que desconocía de manera oficial nada más allá que lo publicado por los medios de comunicación sobre la llegada de nuevos fabricantes de coches eléctricos a la Comunitat Valenciana. Y empezó a dar puntadas con hilo. «La atracción que tiene el grupo Volkswagen es un hito», afirmó, asegurando que supone «tener otro polo de atracción de talento y de generación de riqueza como es Ford«.

A partir de ahí, cuando se le preguntó si Power Electronics iba a ser proveedor de la gigafactoría de Volkswagen, se empezó a desvelar lo ocurrido con la Alianza Valenciana de Baterías. Los casi ocho minutos de explicaciones empezaron así: «La única relación que tenemos nosotros con ese proyecto es que generamos un poco la necesidad de terreno, que es de donde venía la Alianza Valenciana de Baterías. Por petición de Presidencia, necesitaban un proyecto tractor y nosotros ayudamos en lo pudimos hasta que entró PowerCo».

Así se abrió la duda sobre el proyecto de la Alianza Valenciana de Baterías, sobre la que el CEO de Power Electronics dio los detalles para explicarlo: «Toda la estrategia estaba guiada a que hubiera un fabricante de baterías que pudiera localizarse en la Comunidad Valenciana porque ya teníamos un fabricante como Ford que estaba, como vosotros bien sabéis ya, decidiendo qué localización, entre Saarlouis y Almussafes, y se necesitaba desde la estrategia del Gobierno y de la presidencia de la Generalitat tener un fabricante de baterías en la Comunitat Valenciana y nosotros lo que hicimos fue colaborar y montar la alianza y hacer de tractor hasta que llegó PowerCo».

Y continuó: «Una vez PowerCo confirma que está interesado, no tiene sentido montar dos gigafactorías con la misma tecnología. Esto no se podía contar en aquel momento. La estrategia era una estrategia política para atracción de inversión«. Dicho de otra forma, la Alianza sirvió para estudiar aspectos como «cuántos MW hace falta para una gigafactoría porque no vas a hacer baterías con carbón» o hacer un máster sobre baterías, del que Power Electronics es colaborador.

David Salvo aclaró que «con la electrificación del vehículo eléctrico se vio el riesgo de la deslocalización de los fabricantes europeos» pero que ahora su compañía no tiene el objetivo que declaró tener hace poco más de dos años y medio. «La estrategia de Power Electronics ha cambiado. El objetivo no era que Power Electronics consiguiera montar una fábrica de baterías si no que hubiera una fábrica de baterías».

El máximo dirigente también afirmó que «el objetivo que nos marcamos es que Ford no se deslocalizara de la Comunidad Valenciana y atraer una gigafactoría y eso se ha conseguido». Ante estos éxitos tan ajenos a la actividad de Power Electronics, la pregunta fue qué ganó la compañía con este proyecto sin base industrial. Respuesta rotunda: «Nada. Lo único que gana Power Electronics es ayudar a la Comunidad Valenciana. Somos valencianos».

Y, acto seguido, llegó el matiz. Otra puntada bien hilvanada. «Esto le podéis preguntar a Mako Mira, que sigue en el proyecto y a Rebeca Torró, que formó parte del proyecto», explica Salvo, atribuyéndoles a ellas dos el diseño de la estrategia. «Lo que pasa es necesitaban una empresa tractora. En su día no fue Ford, que era el objetivo principal y yo les planteé como se tenía que hacer un proyecto si querían hacerlo viable».

La cuestión en la génesis de la Alianza Valenciana de Baterías, por tanto, fue que Ford no quiso ser la locomotora del proyecto. Así lo ha contado Salvo recordando la posición que tenía el fabricante americano a principios de 2021. Después llegó la pugna entre Almussafes y Saarlouis para ver qué factoría cerraba, cuestión que perdió la planta alemana y la adjudicación de modelos eléctricos a Almussafes, cuestión apuntada pero todavía no confirmada cuando ya ha arrancado holgadamente el último trimestre de 2023. La última pregunta fue si después de todo esto, habían recibido el agradecimiento de Ximo Puig. «Nos llevamos bien con todos».

El proyecto del empleo de calidad de Puig

La revelación de David Salvo es muy distinta a lo que en su día se dijo del proyecto. Ximo Puig anunció «una planta de producción de baterías que permitirán la transición ecológica y una movilidad sostenible». Puso datos: «Ambos proyectos contarán con una inversión superior a 2.000 millones de euros, crearán 30.000 puestos de trabajo y contribuirán a un crecimiento del PIB valenciano de 2.500 millones anuales».

El socialista dijo que la puesta en marcha de ambos proyectos «contribuirán a generar empleo de calidad, captar y retener talento, así como crear prosperidad», porque «cuenta con la capacidad investigadora e industrial y las condiciones logísticas necesarias para ello».

David Salvo, que ahora reconoce que no tenía capacidad para levantar una gigafactoría, fue el que dijo que estaba al frente de un proyecto que «significa asegurar el futuro de la industria del automóvil en España» y «no se trata solo de una iniciativa industrial impulsada por una o varias empresas con la ayuda de entidades púbicas, sino que es el proyecto basado en la generación de conocimiento más amplio e integrado verticalmente con carácter privado y público dónde las universidades van a disponer del centro de investigación más avanzado del mundo».

23 logos de empresas, que no 23 socios

Uno de los aspectos que se puso en valor entonces fue que participaban 23 empresas pero ese dato nunca fue cierto. Según ha comprobado Economía Digital a través de empresarios incorporados sin su consentimiento a la constitución de la Alianza Valenciana de Baterías, en la presentación de los socios de la misma se incluyeron empresas que fueron invitadas a la presentación y que se enteraron durante la proyección del powerpoint que eran fundadores de la misma.

El cabreo de este empresario fue trasladado tras la presentación, donde se dijeron frases grandiolicuntes como «no conforman empresas en busca de subvenciones». Cerrado el acto se brió la puerta a que, a base de subvenciones, se pudiera crear un proyecto industrial que no existía y que, en todo caso, iría encaminado hacia el almacenaje de energía en vez de baterías para coches eléctricos, como se pretendió vender.

La presentación se realizó el 17 de febrero de 2021, con la separación y falta contacto de aquella etapa del coronavirus. Ayer se enterró el proyecto que a nivel empresarial sólo recibió oxígeno de Power Electronics.

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