El Gobierno de Mazón pide «responsabilidad» a Sánchez para «permitir» nuevas ayudas por la DANA
Cesan a Emilio Argüeso, secretario autonómico de Emergencias, sin agradecer sus servicios
El Gobierno valenciano ha aprobado hoy cerca 50 millones de euros en contratos de emergencias por la DANA más una nueva ayuda de 90 millones de euros para autónomos. El margen presupuestario de la Generalitat Valenciana se estrecha, por lo que Susana Camarero, portavoz del Consell y vicepresidenta, ha pedido «responsabilidad» a Pedro Sánchez para «permitir» nuevas ayudas a los afectados por la catástrofe meteorológica.
«Ha habido y habrá durante los próximos días más reuniones con el Gobierno de España para ver cuál es la respuesta que va a permitir», ha explicado Camarero. La consellera de Hacienda, Ruth Merino, viene de cruzarse varias cartas con la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en las que el ejecutivo de Sánchez negaba a la Comunidad Valenciana ayudas excepcionales como las que se articularon con el Covid.
Una de las soluciones es que parte de estos esfuerzos presupuestarios valencianos no computen en el déficit pero, sin mediar nuevo sistema de financiación, ni fondo de compensación, ni quita de la deuda, el recurso de la deuda merma todavía más la capacidad de acción de la Generalitat Valenciana.
Camarero ha relatado como en el Pleno del Consell se han aprobado actuaciones de emergencias que van desde los 36,7 millones de euros en carreteras, a los siete millones que se han invertido para volver a poner en funcionamiento Metro Valencia o los 1,6 millones en contratos de transporte realizados por la conselleria de Educación.
Cuestionada por cuál era el margen que tiene la Generalitat para lanzar nuevas ayudas y atender las urgencias presupuestarias, Camarero ha asegurado que «la situación era ya complicada porque somos la comunidad autónoma peor financiada y llevamos peleando por una financiación justa desde hace demasiado tiempo».
Argüeso se va como culpable
El pleno ordinario del Consell ha tenido un primer apartado de ceses y nombramientos en el que el principal movimiento ha sido la salida de Emilio Argüeso, que ha sido expulsado de su cargo con todo el desprecio que en política supone que en la salida no es aplique ningún adjetivo. Lo habitual en los ceses es incorporar la coletilla de «agradecemos sus servicios», pero en el caso de Argüeso sólo se anunció el fin de su carrera política sin la más mínima empatía. No fue un despiste. Es que no se le quiere agradecer nada.
Esta cuestión contrasta con las salidas de Salomé Pradas y, especialmente, de Nuria Montes, donde se apuntó que su salida se debió a que dio «un paso al lado». En el caso del que fuera secretario de organización de Ciudadanos en la Comunidad Valenciana, su salida, que fue ferviéntemente solicitada por Vox la semana pasada, y se ha ejecutado con la sangre fría propia del que actúa sobre los culpables.