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Mazón prevé recuadar más con menos impuestos pero la deuda le obliga a ajustar todas las políticas
El presupuesto pierde los fondos del mecanismo de resistencia y resiliencia y ayudas europeas, lo que se compensa con un incremento de transferencias del Estado que permite mantener las grandes partidas del gasto social
Carlos Mazón ha logrado incrementar los presupuestos valencianos pese a la bajada de impuestos anunciada. Los ingresos permiten incorporar 1.294 millones más a las cuentas de la Generalitat pero la deuda se los come íntegramente. La revalorización de las nóminas de los funcionarios y el mantenimiento e incluso expansión de los servicios (especialmente las grandes partidas de gasto social) le ha llevado a un ajuste de políticas en las que ha habido tijeretazos más ajustes finos en todas las consellerías.
Las cuentas se basan en un incremento muy sustancial de las entregas a cuenta de 2024 ( que suponen 12.798 millones) y de la liquidación del presupuesto de 2022 (2.719). Ruth Merino, consellera de Hacienda, situó este incremento en un 16%. Esto supone que el incremento de la recaudación post-covid y del año que viene le suman al presupuesto de Mazón unos 2.140 millones de euros. Hay que tener en cuenta que el presupuesto ha cecido 1.294 millones de euros.
Mirado de otra forma, Mazón prevé en 2024 ingresar 552 millones más de impuestos indirectos, 541 millones más por impuestos indirectos y 206 millones de euros más en tasas. Aquí están incluidas las bajadas en el impuesto de sucecesiones y donaciones pero no el coste de la bajada del IRPF, que se aplica en el ejercicio 2024 pero afecta a las cuentas de 2025. Esto ayuda a entender cómo bajando los impuestos logra incrementos en la recaudación de impuestos.
Una tercera forma de leer los presupuestos es centrando el foco en la deuda. Los intereses de la deuda se sitúan en este ejercicio en los 412 millones de euros mientras que en los presupuestos de 2024 se van hasta los 870 millones. A esto hay que sumarle el vencimiento de la deuda que se refinancia y que supone este ejercicio 6.195 millones mientras que para el año que viene serán 7.078 millones. En total, la deuda se come 1.341 millones más del presupuesto en 2024. El presupuesto sube 47 millones menos. Las cuentas en 2024 tendrán 1.294 millones más que el año anterior.
Además, está el gasto de personal, que experimenta un notable incremento. En 2023 se destinaron 9.036 millones a pagar las nóminas del personal público. Para 2024 se van a destinar 9.775 millones, es decir, hay un incremento que supone 739 millones de coste adicional.
El incremento del gasto de la deuda y del personal se compensa prácticamente con la llegada de mayores ingresos por parte del Estado pero a ello hay que añadirle que el presupuesto encuentra 303 millones menos de transferencias corrientes y 620 millones menos de transferencias de capital. Esto, fundamentalmente, es por la menor llegada de fondos europeos.
El Mecanismo de Resistencia y Resiliencia, que se podría programar hasta 2026, engrosó ya las últimas cuentas de Ximo Puig como presidente de la Generalitat por lo que ahora no le ha quedado a Mazón margen para incorporar partidas con este origen. La consencuencia de esto es que el capítulo 6 han pasado de 1.877 millones de euros a 1.537. Este descenso es el que Ruth Merino, consellera de Hacienda, intentó convertir en virtud ayer en la rueda de prensa de resultados.
El mensaje del PP es que no han bajado la cifra de inversiones (capítulo 6) porque vayan a invertir menos sino porque sólo han incorporado las inversiones que realmente se van a ejecutar. Tal y como cuentan los que han estado directamente implicados en la elaboración de las cuentas, todo lo que fuera de dificil ejecución durante el ejercicio 2024 se ha eliminado o reducido su partida hasta los límites que se prevé factible ejecutar.
La propuesta guarda relación con el histórico que la propia Ruth Merino tuvo ya en su etapa de Ciudadanos, donde competía con el PP en la misma crítica de que el gobierno del Botànic no ejecutaba las inversiones. Ahora con las riendas de la conselleria de Hacienda, esta posición se ha convertido en el dato de que a 30 de septiembre había 1.176 millones de inversiones que no habían alcanzado la fase de «obligaciones reconocidas» y que cuando llegue febrero de 2024 el gobierno de Mazón sí que los va a ejecutar.
El tecnicismo responde a la fase administrativa en el que ya se ha realizado la inversión y el que la ha ejecutado tiene el derecho (obligación reconocida) para cobrar sus servicios. Esos 1.176 millones pueden estar con todo el expediente creado y las obras en marcha con una fecha previsible de que el adjudicatario puede crear la «obligación reconocida» para cobrar o que el expediente ni se haya creado en el sistema informático y sea una inversión olvidada en el cajón. Preguntada Ruth Merino por parte de Economía Digital sobre el estado de estos 1.176 millones reconoció desconocer el detalle y las fases en las que están dichas inversiones. En el caso de que se incoporaran todas, el capítulo de inversiones subiría de manera considerable: un 76%.
Apuesta contra la violencia contra la mujer y la salud mental
Entrando en el detalle fino del presupuesto, de las partidas que más han aumentado en la última propuesta del Consell, destaca sin lugar a dudas la apuesta por las polítcas contra la violencia contra la mujer, en anteposición a los mensajes contrarios el este capítulo del socio de gobierno del PP. Pues bien, Mazón ha decido dotar con casi 40% más de presupuesto a este apartado de la Consellería de Igualdad.
La formación del profesorado y la administración de personal son, sin lugar a dudas, los dos aspectos que marcan el paso en la Consellería de Educación, que junto con la de Sanidad, son las que más dotación presupuestaria han conseguido. De hecho, es en Sanidad donde destaca la apuesta por reforzar los servicios en cuanto a salud mental se refiere, a la que destinan 20 millones de euros más, es decir, un 17% más que el gobierno del Botánic. Además otras áreas como Desarrollo rural, Calidad y producción ecológica (aunque depende de Vox) o urbanismo, también han visto reforzada la confianza del president de la Generalitat.
Recortes en FP, Labora y Cambio Climático
Sin embargo, hay otros aspectos que se han visto relegados a un segundo plano. Llama la atención que en educación, se recorte en un 38,4% la dotación presupuestaria destinada a Formación Profesional o en un 31,7% la de Labora, servicio valenciano de empleo, además de las Infraestructuras educativas, que pierden cerca del 30% de su asignación el año pasado.
En Medio Ambiente, y especialmente en lo relacionado con el cambio climático, es dónde queda patente la diferencia del gobierno del PP y Vox con respecto al anterior de PSOE y Compromís. Los recortes en este sentido han acabado con casi el 34% del total asignado a la Consellería, dónde Calidad y Educación Ambiental, Cambio Climático y Transición Ecológica, se dejan por el camino casi 20 millones de euros.