Los ayuntamientos de Compromís y PSOE aumentaron un 30% las facturas en los cajones antes del 28-M
Los gobiernos de Alicante (PP), Orihuela (PSOE) y Torrevieja (PP) fueron los peores gestores de las facturas en los cajones de la Comunidad Valenciana la legislatura pasada mientras Alboraia (PSOE), Llaurí (PSOE) y Santa Pola (PP), los mejores
Los alcaldes de la Comunidad Valenciana acumularon facturas en los cajones (cuenta 413) tal y como desvela el informe de la Sindicatura de Comptes referente a 2022 pero con especial énfasis en las corporaciones gobernadas por el PSOE y Compromís. Estos pagos a proveedores sin atender se dispararon más de un 30% en el último año completo de la legislatura en los gobiernos de la izquierda al pasar de 82.059.010 euros a 107.937.834 euros. Mientras tanto, en las corporaciones gobernadas por el PP, el volumen de facturas en los cajones se redujo un 7% al pasar de 31.536.657 en 2021 a 29.357.072 euros en 2022.
De entre los municipios analizados por la Sindicatura de Comptes en 2022 con importes pendientes en la cuenta 413, hay 155 municipios cuyo alcalde era del PSOE. En conjunto, todos ellos tenían facturas en los cajones en 2021 por importe de 74.894.918 euros. De media, las administraciones municipales gestionadas por los socialistas tenían una cuenta 413 de 483.193 euros por municipio en 2021.
Estos importes se elevaron hasta sumar un total de 91.181.627 euros de facturas en los cajones de las corporaciones dirigidas por socialistas en 2022, que es el último ejercicio completo previo a las elecciones municipales del 28 de mayo de 2023 que se encuentra disponible y analizado por la Sindicatura de Comptes. El incremento en esta partida por parte de los socialistas fue del 21% al llegar a tener de media por ayuntamiento gobernado por socialistas un total de 588.269 euros en facturas en los cajones por pagar.
La evolución es mucho más abultada en el caso de Compromís, donde se han analizado 43 municipios con cuenta 413 en los que el alcalde era de dicha formación. Las facturas en los cajones a 31 de diciembre de 2022 de los de Compromís ascienden a 16.756.207 euros, lo que supone de media 389.679 euros. Este volumen de facturas en los cajones se duplicó el último año completo de la legislatura (2022) ya que en 2021 sólo debían 7.164.092 , es decir, un media de 166.607 euros. Dicho de otro modo, en 2022 aumentaron un 133% los gastos que se realizan sin que estuvieran previstos, sin que haya presupuesto para ellos y, por lo tanto, sin que se puedan contabilizar.
Los gobiernos municipales del Partido Popular tampoco están libres de tener este tipo de gastos hechos sin presupuesto. El análisis realizado de municipios gobernados por el PP con facturas en el cajón al cierre del ejercicio 2022 contempla los excesos de 105 poblaciones con una deuda en la 413 de 29.357.072 euros en 2022, lo que supone una media de 279.591 euros por municipio. Esta cifra se redujo un 7% en 2021 ya que ese año la cuentas de facturas en los cajones en ayuntamientos del PP subió a 31.536.657 euros (300.349 euros de media por consistorio).
Disparidad entre los alcaldes del mismo signo
Aunque la tendencia general del último año de la legislatura pasada muestra que las corporaciones del PP redujeron las facturas en los cajones mientras que los gobiernos encabezados por PSOE y Compromís las incrementaron, bajando al detalle de las poblaciones y ampliando a la comparativa entre 2019 y 2022, hay casos extremos en todos los partidos.
De hecho, la peor evolución de la cuenta 413 en toda la Comunidad Valenciana ocurrió en el gobierno del PP en la ciudad de Alicante. En 2019, las facturas en los cajones sumaban 205.668 euros mientras que en 2022 la cifra se había disparado casi un 4.000% hasta alcanzar los 8.331.383 euros.
El segundo puesto de mal gestor en esta clasificación en términos absolutos es para la corporación socialista de Orihuela, que empezó el 2019 con apenas 36.898 euros en la 413 y aplicó a sus facturas en los cajones un multiplicador (x187) que sólo está alcance de un meme de criptomoneda. En cuatro años logró multiplicar sus facturas en los cajones 187 veces (18.700%). Es decir, pasó de deber 36.898 euros a gastarse dinero sin presupuesto por valor de 6.921.135 euros.
El tercer y cuarto puesto son para ayuntamientos con mayor base de facturas en los cajones al inicio de la legislatura. Torrevieja (PP) sumó 4,23 millones porque partió de 3,84 millones en 2019 y se situó en 8,07 millones en 2022. Valencia (Compromís) sumó 3,58 millones de euros al pasar de 5,87 millones a 9,45 durante la segunda legislatura de Ribó en coalición con el PSOE.
Entre los municipios que en la legisltura pasada sumaron más de un millón de euros de facturas en los cajones está por parte del PSOE: Castellón de la Plana (3,1), Gandía (2,84), Denia (1,89), Vila-real (1,72), San Vicente del Raspeig (1,27), Montesa (1,25), Torrent (1,2) y Burriana (1). Por parte de Compromís está Alzira (1,03) mientras que el PP suma a Calpe (1,23).
En sentido contrario, el líder indiscutible es Alboraya (PSOE), que con una población de menos de 26.000 habitantes empezó la legislatura con 37,52 millones de euros en la 413 y ha reducido esta cifra hasta los 31,29 millones, es decir, 6,22 millones menos. Las cifras de facturas en los cajones de Alboraya más que triplican la que tiene la ciudad de Valencia pese a tener 30 veces menos de población.
En el segundo puesto de la clasificación de reducción de facturas en los cajones está el más que loable caso de Llaurí (PSOE), pequeño municipio de 1.200 habitantes que en 2019 tenía 2,56 millones en la cuenta 413, en 2020 la elevó a 3,18 mientras que en 2021 sólo debía facturas sin presupuestar por valor de un millón de euros y la sindicatura de Comptes apunta que cerró el 2022 sin euro por pagar por facturas en los cajones.
El tercer puesto en reducción de la 413 es para Santa Pola (PP), que ha mermado esta deuda en 2,54 millones mientras que también es destacable la reducción de 2,01 millones del ayuntamiento de Paterna (PSOE) y la de 1,59 millones de Llíria (Compromís).