El Consell se suma a la protesta de los agricultores: «La PAC se ha convertido en la política agria común»
Un informe de la Conselleria de Agricultura constata una tendencia de consumo a la baja de vino, sumada al incremento de costes de producción y el clima
El conseller de Agricultura, Ganadería y Pesca, José Luis Aguirre, de la cuota de Vox en el Gobierno valenciano, ha asegurado que las protestas de agricultores que se están propagando por gran parte del país cuentan con el respaldo tanto del Consell como de su partido, al tiempo que ha criticado que Bruselas «impone normativas inasumibles» y ha rebautizado la Política Agrícola Común (PAC), otro instrumento europeo: «Se ha convertido en la política agria común».
Así se ha pronunciado el titular de Agricultura en la rueda de prensa posterior al pleno del Consell, en la que ha acompañado a la portavoz del Ejecutivo y consellera de Hacienda, Economía y Administración Pública, Ruth Merino, en una jornada en la que, como en el resto de España, varias carreteras de la Comunitat Valenciana están siendo cortadas o con el tráfico reducido al mínimo por las protestas de productores y organizaciones agrícolas.
El pleno del Consell ha analizado un informe de la Conselleria dirigida por Aguirre que apoya al sector vitivinícola de la Comunitat Valenciana e insta al Ministerio de Agricultura a que adopte medidas que contribuyan a estabilizar los mercados y a que responda rápidamente ante las crisis que afectan a la producción vitivinícola.
La pérdida de viñedo en la Comunitat Valenciana, el descenso del consumo de vino y los incrementos del coste de producción son la base de partida de este informe de apoyo al sector, en el que la Conselleria de Agricultura se compromete a «vigilar la calidad de los productos vinícolas para proteger la imagen y reputación de los productos valencianos».
Entre las medidas destacadas, se reforzará la lucha contra el fraude, así como las actuaciones de control de la trazabilidad de los vinos y productos vitivinícolas, y se apoyará el fomento de los productos vitivinícolas de la Comunitat Valenciana (DOP, IGP, bebidas espirituosas, variedades tradicionales y autóctonas), y del resto de productos vitícolas tradicionales, como la uva de mesa en fresco; la uva pasa de la Marina y comarcas limítrofes.
Además de promover inversiones para el impulso del Instituto Tecnológico de Viticultura y Enología de Requena, se revisarán las tasas y precios públicos que aplican las unidades de análisis vitivinícola dependientes de la Conselleria de Agricultura, para aproximarlos a las condiciones de mercado, «sin que ello amenace ni altere las condiciones de libre competencia».
Otro de los asuntos que recoge el informe es la solicitud de la activación en 2024 de medidas de crisis como la vendimia en verde, financiada con fondos europeos, a través de la Intervención Sectorial Vitivinícola, dentro del Programa estratégico de la PAC 2023-2027.
Por último, y en función de la evolución de la campaña vitivinícola, se solicitarán nuevas medidas de apoyo al sector, y la disposición de fondos de la Reserva Agrícola prevista en el artículo 16, del R(UE) 2021/2116 del Parlamento Europeo y del Consejo del 2 de diciembre de 2021 sobre la financiación, la gestión y el seguimiento de la PAC.
Situación del sector
El Anuario de Estadística Agraria de 1970, al que se refiere el informe estudiado por el Consell, anotaba 1.363.721 hectáreas (ha) de cultivo único, no asociado, para la viña de transformación en España, de las cuales 144.450 (el 10,6 %) se repartían entre las provincias de Alicante (45.150 ha, de ellas, 1.450 ha en regadío), Castellón (11.550 ha, todas en secano) y Valencia (87.750 ha, de ellas 160 ha en regadío). En 1990, la Comunitat Valenciana tenía 98.200 ha (un 68% de las 144.450 ha de 1970) y en 2022 ya solo contaba con 56.773 ha (menos del 40 % de 1970).
La pérdida de viñedo en la Comunitat Valenciana evoluciona a una tasa mayor que la media nacional, indica la Conselleria. El viñedo en Castellón es apenas el 6,3% del que existía en 1970, y en Alicante solo queda el 22,8% (con una DOP de vinos de Alicante con menores efectivos), y en Valencia se mantiene en el 52,1% (pese al apoyo de tres denominaciones de origen: Valencia, Utiel-Requena y, especialmente, el cava, cuyo auge en los últimos años está reportando mejores rendimientos económicos).
Por otro lado, la línea de consumo de vino durante 2020 sufrió un descenso, debido a la cancelación de múltiples celebraciones y festejos, las dificultades logísticas para el transporte de mercancías y, en general, la reducción de la actividad social durante buena parte del año. Los excedentes de ese año se tuvieron que abordar en España con medidas de crisis como la destilación voluntaria y la vendimia en verde.
Aunque el sector repuntó en 2021, en 2022 volvió a soportar las tensiones derivadas de un consumo a la baja y el incremento de los costes de producción motivados por el impacto que la invasión de Ucrania por parte de Rusia provocó en el coste de los ‘inputs’ como: los fertilizantes, la energía (coste de bombeos en regadíos, y en bodegas e instalaciones), los combustibles, los materiales de construcción como el acero, y por el cierre de mercados en los países del área de influencia rusa.
La guerra en Ucrania y la crisis energética asociada, junto a las interrupciones en la cadena de suministro mundial, llevaron a un repunte en los costes de producción y de distribución. Esto dio lugar a «significativos aumentos en los precios del vino para los consumidores», apunta el informe.
La crisis, agravada por los episodios de sequía e inclemencias climáticas, afecta a un sector cuya base territorial descansa sobre el viñedo de vinificación, «cultivo que debe calificarse como estratégico por ser fundamento de una economía social profundamente arraigada en la Comunitat Valenciana, a través de un extenso modelo cooperativo, y por un tejido empresarial privado muy competitivo, pero que necesita el respaldo institucional», defiende la Conselleria.
«No se puede arreglar las cosas en el bar»
En su comparecencia, Aguirre ha subrayado que el Consell «respalda las demandas de los agricultores» y ha reclamado que el sector se una «para ser mucho más fuerte». «No se pueden arreglar las cosas en el bar. Las agrupaciones agrarias y los políticos deben actuar unidos independientemente de su color político», ha apuntado.
Sobre las protestas de este lunes, el conseller ha dicho desconocer si se había realizado la tramitación habitual de comunicar la movilización a las respectivas delegaciones del Gobierno. «No sé si estaban solicitadas en orden o no, pero yo sí sabía que se iban a celebrar. Son convocatorias por Whatsapp. Estamos en un país en el que creo que todavía nos podemos manifestar. Deben hacerlo de acuerdo con las normas y apelo a la sensatez y la cordura», ha dicho Aguirre.
Preguntado por si estas movilizaciones han sido alentadas de algún modo por su partido, el conseller de Agricultura ha respondido: «Para nada. Vox no ha alentado ninguna de estas movilizaciones. Las respaldamos, pero en los comunicados que están pasando por Whatsapp no querían que hubiera ninguna organización agraria y ningún partido, incluido Vox. Están siendo respaldadas por muchos agricultores en todo el territorio nacional».
El agua de Sagunto a Cataluña
También se ha pronunciado Aguirre sobre el traslado de agua desde la desaladora de Sagunto hacia Cataluña, sobre la que se ha mostrado favorable, aunque ha abogado por estudiar los «efectos colaterales» sobre el medio ambiente.
«Desde los comienzos de mi actividad política he defendido que el agua no es de una comunidad autónoma. Me parece encomiable la decisión del presidente Mazón. En su día se frustró el trasvase del Ebro. Sí creo que se deben estudiar los efectos colaterales en el medio ambiente. Es una instalación -la desaladora- que estaba funcionando al 20% y va a tener costes energéticos y medioambientales, porque es el modelo menos ecológico», ha defendido.