María José Catalá facilita a Marina de Empresas de Juan Roig que utilice la base del Alinghi
El Ayuntamiento de Valencia declara de interés general el edificio de la antigua base del equipo Alinghi de la America's Cup
El Ayuntamiento de Valencia ha declarado de interés general del edificio del Alinghi para fines de emprendimiento y formación, después de que la junta de gobierno local haya dado luz verde a la iniciativa. De esta manera, el consistorio encabezado por María José Català se propone «atender toda la inversión que quiera hacerse en La Marina para afianzar este lugar de la ciudad como polo de innovación y emprendimiento».
Cabe recordar que el procedimiento dio el pistoletazo de salida el pasado 18 de enero, cuando Marina de Empresas, un clúster de formación de empresarios y apoyo a emprendedores impulsado por el presidente de Mercadona, Juan Roig, solicitó la adjudicación de un derecho de superficie sobre el edificio de la antigua base del equipo Alinghi de la America’s Cup.
Las instalaciones están emplazadas justo al lado de las que ocupan en la actualidad la aceleradora de empresas Lanzadera y la Escuela de Empresa, Negocios y Management (EDEM), según ha dado a conocer el Ayuntamiento de la capital del Túria a través de un comunicado.
El objetivo tras esta petición no es otro que el de ampliar el proyecto de emprendimiento y formación que se lleva a cabo en la zona, pero también que el consistorio inicie las gestiones necesarias para hacer posible la tramitación de la adjudicación.
Una «oportunidad» para el crecimiento de La Marina de Empresas
De esta manera, el Ayuntamiento de Valencia ha activado «todos los resortes jurídicos para no perder esta inversión». El primer paso ha sido aprobar la declaración de interés general, a la vez que se ha decidido retornar el inmueble a la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) de «forma temporal y con la única finalidad de tramitar dicha solicitud».
No obstante, se han detallado una serie de condiciones, como que el retorno será de carácter «temporal» y estará «estrictamente vinculado» a la duración del derecho de superficie o del negocio jurídico que se constituya por la APV sobre el edificio. Consecuentemente, cuando finalice el derecho, el inmueble volverá a estar en manos del consistorio.
Entonces, el edificio se integrará en el patrimonio de la institución liderada por Catalá «con naturaleza patrimonial, incluyendo por accesión lo construido sobre el mismo, tanto las edificaciones, construcciones e instalaciones preexistentes a la reversión, como las ejecutadas con posterioridad, de manera gratuita y sin obligación de indemnizar o pagar compensación alguna a la entidad superficiaria o a la APV».
También se especifica que, si es el caso, se destinen los ingresos que perciba la APV por otorgar el derecho de superficie solicitado o de cualquier otra fórmula de aprovechamiento del edificio «a financiar actuaciones de integración de puerto-ciudad o de mantenimiento o inversiones destinadas a la reconstrucción, rehabilitación o conservación de los bienes inmuebles que conforman la Marina de Valencia, aunque su titularidad sea municipal».
Con todo, el Ayuntamiento de Valencia ha celebrado que la ciudad no «pierda una oportunidad para que La Marina siga creciendo y afianzándose como polo de innovación y emprendimiento y se garantice que el Puerto invierta en la mejora de la ciudad».