El turismo ya está preparado para un nuevo año
Con los deberes bien hechos, y los pies muy en el suelo, sacaremos brillo a nuestros catalejos para mirar al nuevo año
El 2023 nos deja muy buen sabor de boca, el sector turístico nos ha dado muchas alegrías y buenas noticias. Sin ir más lejos, hablamos de un año que ha permitido volver a ver cifras de viajeros en nuestros aeropuertos incluso mejores que las de antes de la pandemia. El de Alicante-Elx por ejemplo ha batido un récord en el mes de noviembre con más de un millón de pasajeros, que hace subir el acumulado de 2023 a un total de 14.706.132, lo que supone un incremento del 19% respecto al mismo periodo de 2022.
También miramos con satisfacción los datos de ocupación hotelera que en la Comunitat Valenciana habrán superado los del 2019 en algunos momentos del año, y aunque no con toda la satisfacción que nos gustaría, también los datos de rentabilidad. Se nos sigue apretando el cinturón con el efecto de la inflación en los precios y con el contexto socioeconómico que tampoco está para muchas alegrías. Pero si, esperamos que el 2024 sea un año de aún mejores noticias, y sobre todo porque tenemos el foco puesto en lo que serán las tendencias y los retos del turismo.
En nuestra hoja de ruta está la sostenibilidad de la actividad turística, desde la lucha y adaptación al cambio climático, hasta la formación y la empleabilidad de calidad, pasando por actividades económicas reguladas que dejen de una vez por todas en el banquillo a toda la actividad de economía sumergida que no garantiza ni viabilidad económica de esta sociedad, ni crecimiento en ningún aspecto.
Y como ejemplo pongamos todas esas viviendas turísticas que sin control, registro en las administraciones competentes, ausencia de garantía de calidad y seguridad en sus instalaciones, falta de contribución en impuestos como actividades económicas, sin contar con personal empleado ni profesionales que las respalden. Entre las reguladas y las que no, las OTAS comercializan en España lo equivalente a 13.500 hoteles en cuestión de capacidad de alojamiento, imaginemos en una proporción rápida cuántas personas podrían emplear.
En nuestra hoja de ruta está la sostenibilidad de la actividad turística
Y es que la actividad que representa el 15% del PIB en la Comunitat Valenciana, es sostenible por naturaleza, empresas saneadas después de devolver préstamos ICO, una actividad turística que lucha para desestacionalizar sus destinos de manera que puedan ser opción siempre para turistas nacionales e internacionales. Turismo de ciudad, turismo vacacional de playa, turismo gastronómico, turismo activo, turismo de congresos (MICE), que ya en este año 2023 ha experimentado un crecimiento del 38% respecto al 2022 solo en el primer trimestre del año.
La tal ya nombrada y requetenombrada “sostenibilidad”, pero hagamos un guiño real de lo que significa este concepto en el ámbito turístico. Todos lo vinculamos por defecto al aspecto ambiental. Consideramos la sostenibilidad ambiental, o el desarrollo sostenible, que las actividades empresariales, y en concreto las turísticas reduzcan su impacto ambiental, el consumo de recursos naturales, y pongan de su parte en este complejo “ecosistema” entre generación de residuos, consumos de materias primas y puesta en marcha de acciones que permitan reducir nuestro impacto ambiental como actividades económicas.
También tenemos muy asimilado la sostenibilidad social, es decir, nuestra actividad económica debe verse implicada en el mantenimiento de empleo, en el fomento de la igualdad de oportunidades, y apostar por unos empleos de calidad, que para eso estamos comprometidos con más de 50.000 puestos de trabajo en la provincia de Alicante solo en lo que respecta al convenio colectivo laboral aprobado este mismo año. Pero ¿qué pasa con la sostenibilidad económica? Hagamos de nuestra bandera de la sostenibilidad realmente nuestra razón de ser.
No en vano este final de año desde HOSBEC se ha reconocido con los primeros premios de sostenibilidad turística la labor de sus asociados en esta materia. Empresas valientes, podríamos decir que adelantadas a su tiempo, que ponen negro sobre blanco toda la información no financiera relativa a sus empresas, cuál es su cifra de negocio y facturación, cómo distribuyen sus costes, cuánta energía, o agua consumen, y cuántos residuos generan, cuántas personas emplean, en qué forma, y con qué tipos de contratos, qué formación les proporciona, cómo interactúan con la sociedad para estar más integrados y generar muchas más sinergias que hagan de la imagen turística de las ciudades y destinos turísticos un emblema de sociedad, de hospitalidad y de futuro.
Uno de nuestros objetivos es seguir creciendo con herramientas colaborativas de analítica de datos para hoteles
También sabemos que el 2024 será el año en el que la inteligencia artificial se consolidará como tendencia en el sector turístico (según CESAE Business & Tourism School), entrará en nuestras vidas y nuestras empresas de manera imparable, desde el uso de chatbots para mejorar las experiencias de atención al cliente o la venta directa, pasando por aplicaciones directas en la operativa hotelera diseñando espacios y servicios a la medida de los clientes.
Por ahora, uno de nuestros objetivos es seguir creciendo con herramientas colaborativas de analítica de datos para hoteles como Biontrend, que permite en tiempo real acceder a datos de ocupación, ADR, RevPar, y hacer simulaciones y gracias a los modelos predictivos saber a futuro cuáles van a ser los resultados. Estas herramientas facilitan el diseño y la planificación de actuaciones de promoción que optimicen los recursos para dirigir campañas hacia destinos o mercados que aún no estén presentes en nuestras ventas futuras, o donde sabemos que la rentabilidad será mucho mayor.
Así pues, y con los deberes bien hechos, y los pies muy en el suelo sacaremos brillo a nuestros catalejos para mirar al nuevo año, no dejaremos que la actividad turística deje ni un solo día de brillar, surcaremos nuevos horizontes y nos dejaremos ver por donde nunca hubiéramos imaginado, porque somos un sector trabajador, valiente, persistente, y resiliente, y que además, haremos de faro del resto de la economía, sin perder de vista nuestro entorno, al que tanto debemos y al que tanto aportamos.
Nuestros mejores deseos entonces van para todos. Feliz 2024.