Suprimir el IVA en trabajos y productos para la reconstrucción tras la DANA: una ayuda directa y necesaria
Al eliminar el IVA, el costo de los materiales y servicios de reconstrucción se reduciría de manera inmediata, permitiendo que las personas y empresas afectadas empleen sus recursos de manera más eficiente para restablecer su situación
Un agente de la Guardia Civil en una zona afectada por la DANA. Foto: Roberto Solsona / Europa Press
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En momentos de crisis, como la que enfrentan diversas poblaciones de Valencia tras el paso de la DANA, miles de personas y empresas se ven gravemente afectadas, perdiendo hogares, negocios y recursos esenciales para su vida diaria y actividad económica.
Para quienes sufren estas pérdidas, la reconstrucción implica no solo una considerable inversión de tiempo y esfuerzo, sino también un alto costo económico. En este contexto, una medida simple pero efectiva sería suprimir temporalmente el IVA en todos los productos y servicios necesarios para la reparación de los daños causados.
Recientemente, ante la escalada de precios, se adoptaron medidas para reducir o suprimir el IVA en productos de primera necesidad, como pan, aceite de oliva y otros alimentos básicos. Estas medidas han aliviado a miles de familias, facilitando el acceso a productos esenciales.
La eliminación temporal de este impuesto ha sido una acción directa que ha reducido el precio final para los consumidores, sin trámites complejos ni burocracia, y permitiendo que el beneficio llegara de forma rápida y efectiva.
Siguiendo esta línea, la exención del IVA en productos y servicios destinados a la reconstrucción de las zonas afectadas por la DANA tendría un impacto inmediato y positivo para las personas y empresas damnificadas.
Reconstrucción y recuperación
Cuando una familia o empresa pierde prácticamente todo su patrimonio —vivienda, maquinaria, muebles, equipos o mercancías—, el IVA del 21% sobre los gastos de recuperación representa una carga importantísima que, en situaciones de emergencia, debería revisarse. Su eliminación temporal sería una respuesta lógica y solidaria hasta la completa reconstrucción de las zonas afectadas.
Los productos y servicios requeridos para la reconstrucción, tales como materiales de construcción, maquinaria, mobiliario, equipamiento y servicios de reparación, suelen tener costos elevados y se adquieren en grandes cantidades.
La supresión del IVA en estos casos no solo aliviaría a los afectados, sino que también estimularía la recuperación económica en las áreas afectadas, permitiendo a las familias restablecer sus hogares y a las empresas reactivar sus actividades sin el peso adicional de un impuesto que, en este contexto, resulta especialmente gravoso.
«El IVA del 21% sobre los gastos de recuperación representa una carga importantísima que, en situaciones de emergencia, debería revisarse»
Esta medida brindaría un alivio inmediato a los afectados, sin necesidad de esperar a la tramitación de ayudas económicas que, aunque necesarias, viendo lo ocurrido en otras catástrofes en nuestro país, suelen demorarse bastante.
Al eliminar el IVA, el costo de los materiales y servicios de reconstrucción se reduciría de manera inmediata, permitiendo que las personas y empresas afectadas empleen sus recursos de manera más eficiente para restablecer su situación.
Incentivo
Además, la exención temporal del IVA podría dinamizar la economía local: los negocios vinculados a la construcción y reparación se verían incentivados a contratar y operar más rápido, generando empleo y flujo económico en las áreas afectadas.
La eliminación del IVA en productos y servicios esenciales para la reconstrucción tras la DANA es una medida razonable y viable que permitiría que la ayuda llegue de forma directa e inmediata.
En un país donde ya se ha demostrado que este tipo de desgravación fiscal es factible para productos de primera necesidad, ampliarlo a un sector vital en tiempos de emergencia no sería descabellado. Así, los afectados podrán reconstruir sus hogares, negocios y vidas con menos obstáculos y con el respaldo de un apoyo tangible y efectivo.
