Más protección
El Gobierno publicó una normativa con ayudas por la sequías y los efectos de la guerra de Ucranía, pero nuestra Conselleria de Agricultura dirigida por Vox no hizo uso de esa posibilidad
El nuevo conseller de Agricultura, Ganadería y Pesca, José Luis Aguirre, ha desglosado esta semana en les Corts cuales son las principales actuaciones previstas por su departamento para estos próximos cuatro años de legislatura. Aguirre habló de muchos temas pero lo que más ha resaltado de su intervención es que frente al fanatismo climático, la demagogia, el animalismo o la perversa Agenda 2030, su Conselleria luchará para que los agricultores, ganaderos y pescadores se sientan arropados y tengan voz en Europa.
Cierto es que las crecientes exigencias de la Unión Europea con la Agenda 2030 amenazan cada vez más la actividad diaria de los agricultores y ganaderos de la Comunitat Valenciana, pero el conseller debería aplicar esa misma protección que reclama también para los problemas inmediatos que tenemos aquí en el día a día. En el refranero popular sería algo así como «Consejos vendo y para mi no tengo».
Voy a poner un par de ejemplos de esto que digo. El Gobierno de España publicó recientemente una normativa con ayudas por la sequía y los efectos de la guerra de Ucrania que incluía a los productores de cereales, frutales (incluidos cítricos, fruta de verano y cultivos tropicales) y frutos secos. Eran insuficientes, pero al menos se pusieron en marcha.
Este apoyo estatal permitía además que las comunidades autónomas concedieran pagos complementarios hasta el límite del 200% sobre el que se hacía desde Madrid. Sin embargo, nuestra Conselleria de Agricultura dirigida por Vox no ha hecho uso de esta posibilidad y ha dejado sin complementar estas ayudas por parte de la Generalitat a los agricultores y ganaderos valencianos.
Y no será porque no han tenido tiempo porque les remitimos una carta en agosto para que lo hicieran, pero han preferido ser insensibles y dejar sin ayudas a los agricultores por ejemplo de dos cultivos muy relevantes en nuestro territorio como son la uva de vinificación o el olivar que además sufren un fuerte recorte de cosechas esta campaña y que cumplen un papel muy importante en nuestras zonas de interior.
Otro asunto es el de las quemas agrícolas donde cuando estaban en la oposición criticaban fuertemente las restricciones del Govern del Botànic y ahora ya en el cargo esgrimen argumentos para rechazarlas que suenan a excusas. Agricultura se lo traslada a Justicia (ambas dirigidas por Vox) pero esta última lo rechaza. La pelota de unos a otros y la casa sin barrer.
Hay que gestionar y dar respuesta a las necesidades de las personas agricultoras y ganaderas de aquí
Desde LA UNIÓ pedíamos autorizaciones excepcionales para la quema de restos agrícolas antes del 16 de octubre porque este año ha habido muchas dificultades meteorológicas para hacerlo. Y con el aval de que los avisos meteorológicos de AEMET por fenómenos meteorológicos adversos de calor y temperaturas elevadas eran bajos o moderados y que se prohibieran en el caso de que el nivel de riesgo por incendio fuera alto, muy alto o extremo.
Por ejemplo el Ayuntamiento de Alzira ha permitido un periodo de quemas excepcionales durante este mes de octubre y antes de que se inicie el periodo autorizado desde el 16 de octubre. Es posible por tanto.
Proponíamos que el período de autorización de las quemas agrícolas y márgenes se adapte a la realidad agrícola de cada año según necesidades y circunstancias meteorológicas. Pero nada, su respuesta es que había riesgo de incendios cuando las previsiones decían todo lo contrario. ¡Qué bien se vive en la oposición!
No vale estar ya cuatro meses después de entrar en el cargo los responsables de la Conselleria de Agricultura como si estuvieran todavía en la oposición. Hay que gestionar y dar respuesta a las necesidades de las personas agricultoras y ganaderas de aquí. Esperemos que reaccionen y actúen de forma diligente porque nuestros agricultores entre sequía y pedriscos, bajos precios y amenazas exteriores siguen perdiendo competitividad y la renta cada está más menguada.