Del lodo a la luz: construyamos una nueva marca Valencia

¿Cuántos valencianos habíamos hablado del Plan Sur antes del día 27 de octubre? ¿Y cuántos a raíz de ello se han dado cuenta de que no sólo se trató de un súper plan de ingeniería civil para evitar más desgracias, sino que desembocó en otro súper plan o modelo de ciudad gracias al Parque del Turia?  

Ha pasado más de un mes de la tragedia que nos cambió la vida a todos. Un mes en estado de shock en el que hemos estado dudando de todo y de todos: de los políticos principalmente, pero también de la fisonomía, fortaleza económica e identidad de nuestra ciudad. 

Hoy, viendo las cosas con más distancia, pero con la misma incertidumbre, todos somos conscientes de una cosa: tenemos que renacer y devolver la luz a nuestra ciudad cuanto antes.

Cada sector de la sociedad debe hacer un ejercicio de introspección y empezar a imaginar el futuro de Valencia. En definitiva, cada uno tenemos nuestro propio Plan Sur en el que trabajar.  

Desde nuestro sector, especialistas en creación y gestión de marcas, sabemos que la marca Valencia ahora mismo está muy tocada. Hemos visto cómo en cuestión de semanas los turistas desaparecían, los inversores no llamaban al teléfono y cientos de proyectos quedaban paralizados en cuestión de horas. 

Urge desde ya, en primer lugar, empezar a comunicar hacia fuera lo que pasa y se vive en Valencia, pues una marca ciudad (como una marca empresarial o personal) no sólo se gestiona cuando todo va bien y hay cosas bonitas que contar, sino cuando ha sido dañada por errores propios o factores externos.   

«Cada sector de la sociedad debe hacer un ejercicio de introspección y empezar a imaginar el futuro de Valencia»

En segundo lugar, replantearnos si lo que muchos pensaban que significaba Valencia (la ciudad del diseño, de las startups, la más verde…) es lo más relevante y legítimo que tenemos; o si, además de esos buenos ingredientes, hay que añadir a la coctelera valores y verdades que se han revelado muy potentes estos días: nuestro sentimiento de pueblo, con todo lo bueno que ello representa; la convivencia de la huerta y sus pueblos; el consumo local; la escala de ciudad…De hecho, ¿cuántos de nosotros hemos presentado a extranjeros nuestra ciudad como esa que se parece a otra, pero más fácil, cercana, tranquila y abierta? 

Elijamos la verdad que elijamos llevar al frente, porque al final ser todo es no ser nada, toca hacer nuestro Plan Sur por el futuro de esta gran ciudad. Por nuestra parte, y hasta donde nos dejen, ya hemos empezado a pensar y trabajar en esa marca Valencia relevante y diferencial que tanto necesitamos y nos merecemos.