Un cambio en la forma interna de trabajar
La combinación de IA y automatización de procesos tiene el potencial de transformar la gestión y optimización de las operaciones empresariales
El principal proveedor mundial de inteligencia de mercado, servicios de asesoramiento y eventos, IDC (International Data Corporation) estima que, para 2028, el 80% de los CIO (Chief Information Officer- directores generales de informática y tecnología) incorporarán Inteligencia Artificial (IA) y automatización de procesos en sus estrategias con el fin de impulsar la agilidad y la toma de decisiones basadas en datos.
Por su parte, la consultora Gartner prevé que el mercado de software de automatización de procesos de negocio (BPA) crecerá de 2,6 millones de dólares en 2022 a 3,6 millones en 2027. Estas predicciones muestran el impacto significativo que la automatización y la IA tendrán en la competitividad y la innovación empresarial en los próximos años.
En este contexto, es fundamental comprender la diferencia entre BPM (Business Process Management) y BPA. BPM es un enfoque integral que abarca diversos métodos para identificar, modelar, analizar y optimizar los procesos empresariales.
En cambio, BPA se enfoca en automatizar procesos complejos mediante tecnologías avanzadas, trascendiendo las limitaciones de herramientas como la automatización robótica de procesos (RPA), que se centra en tareas repetitivas y carece de la flexibilidad necesaria para abordar procesos más dinámicos.
La tecnología BPA ha experimentado una evolución a lo largo de los últimos años, a raíz de la entrada en escena de la IA y, en particular, de la IA generativa.
Este avance habilita la creación de contenido, abriendo nuevas fronteras en el desarrollo de texto, código, imágenes, audio, vídeo y diseño de productos, mediante el uso de algoritmos y modelos de aprendizaje como las Redes Generativas Antagónicas (GANs) o las Transformer, que tienen la capacidad de aprender teniendo en cuenta un amplio conjunto de datos.
Optimizar los procesos
La combinación de IA y automatización de procesos tiene el potencial de transformar la gestión y optimización de las operaciones empresariales. La IA, con su capacidad para procesar y analizar grandes volúmenes de datos no estructurados, facilita la toma de decisiones autónoma y se adapta a cambios complejos en tiempo real.
Al optimizar tareas repetitivas y estandarizadas, la automatización libera a los empleados de trabajos manuales, de manera que pueden centrarse en actividades de mayor valor estratégico.
Uno de los principales beneficios de integrar IA y BPA es la mejora sustancial en el proceso de toma de decisiones. Al combinar análisis predictivo con reglas de negocio, las organizaciones pueden anticiparse a cambios, identificar oportunidades y gestionar riesgos de manera más efectiva.
«La tecnología BPA ha experimentado una evolución a lo largo de los últimos años, a raíz de la entrada en escena de la IA»
Además, la IA, al analizar datos complejos y no estructurados, mejora de forma significativa la habilidad de los equipos para extraer información valiosa, lo que se traduce en decisiones más precisas y fundamentadas.
Otro beneficio es la mayor capacidad de adaptación y agilidad ante cambios en el mercado o situaciones imprevistas. En momentos de crisis como la pandemia de COVID-19, las empresas que implementaron estas tecnologías pudieron ajustar rápidamente sus procesos ante nuevas regulaciones o circunstancias, como los ERTE.
Por último, la sinergia entre IA y BPA favorece que las organizaciones puedan realizar cambios operativos de manera autónoma, sin depender recursos técnicos especializados, lo que reduce costes y fomenta una cultura de innovación continua. Para lograr una implementación efectiva de estas tecnologías, es esencial adoptar un enfoque gradual y planificado.
IA y BPA
El primer paso consiste en identificar las áreas críticas donde estas soluciones pueden generar mayor valor, priorizando aquellas que ofrecen oportunidades de mejora más significativas. Una vez identificadas, se deben establecer objetivos claros, específicos y medibles que orienten el proceso de implementación, respaldados por un plan detallado.
Además, es fundamental involucrar a todas las partes interesadas desde el inicio, para asegurar que todos los equipos estén alineados con los objetivos del negocio. Otro aspecto crucial es la formación continua, para garantizar que el personal disponga de las habilidades necesarias para ejecutar con éxito el proyecto.
Finalmente, es esencial realizar pruebas piloto y ajustes iterativos durante todo el proceso de implementación. Esto sirve para validar los resultados, identificar posibles áreas de mejora y realizar adaptaciones a medida que la organización avanza en su transformación digital. De este modo, se asegura una integración eficaz entre IA y BPA, maximizando el rendimiento de los procesos empresariales.
En definitiva, la combinación de IA y BPA exige una adaptación inicial de organizaciones, empresas y personas, orientada a optimizar las formas de trabajo para que sean beneficiosas para todos.