Volkswagen marca el camino a UGT-Ford: «El battery campus sirve para la recualificación del personal»
Matías Carnero (UGT-Seat) asegura que fue la capacidad de formación en la Comunidad Valenciana y no los terrenos o la disponibilidad de agua lo que decantó a Volkswagen para construir la gigafactoría en Sagunto
Las jornadas sirven para mandar mensajes. A veces se transmiten con gordos titulares y otras, como es este caso, con un conjunto de sutilezas. UGT, sindicato mayoritario en Ford, en Volkswagen y en toda la automoción en España (Stellantis, Renault…) ha organizado durante dos días en Valencia unas jornadas sobre la «Transformación del sector automovilístico. Trabajando por una transición justa y ordenada». Uno de los mensajes que Volkswagen Sagunto dijo en el feudo de UGT fue: «El battery campus sirve para la recualificación del personal ya existente en el sector». Los puentes entre Ford y Volkswagen en Valencia se van levantando.
Este acercamiento hay que enmarcarlo en el calendario valenciano. La jornada se hace antes de Fallas. Prácticamente seguido llegará Semana Santa y se habrá acabado ya una etapa en la que la industria de la automoción valenciana ha caminado hacia menos. Después de Pascua, sin la Transit Connect, ya estará hundida sin remedio la producción de Almussafes. Para esas fechas también se espera la visita de la dirección mundial de Ford en Valencia y el necesario excedente de plantilla que tendrá la planta de Almussafes por el fin de la furgoneta.
Con todas estas fechas marcadas sobre el papel, UGT planificó hace unos meses una jornada con una mesa que denominó «Volkswagen Sagunto». Era una encerrona en la que UGT quería explicar claramente al nuevo actor de la automoción en la Comunidad Valenciana quién era el referente sindical en el que se debían de fijar.
De hecho, el programa original, que varias fuentes pasaron a Economía Digital, tiene como participantes a Dario Moreno, alcalde de Sagunto, Matías Carnero, secretario general de UGT-Seat, y un representante de PowerCo por definir más un secretario de Estado del Ministerio de Economía por elegir. El papel de «dinamizador» se reservó para Carlos Faubel, el presidente del comité de empresa de UGT-Ford. Es decir, todos (socialistas y ugetistas) estaban alineados hacia el mismo objetivo: la gigafactoría.
De esta puesta en escena se mutó para disimular con un cambio en el título de la mesa, que pasó a llamarse «La transformación del Sector de Automoción visto por los proveedores». Y apareció en el cartel Javier Rodrigo, de Forvia y un «representante» de Gestamp que ayer no apareció. La última diferencia entre el último papel impreso del programa y lo que pasó ayer en realidad es que el titulo largo de la jornada sobre los proveedores volvió a su versión inicial: «Volkswagen Sagunto». La ‘mesa de los proveedores’ recuperó su intención de ‘mesa de la gigafactoría’.
Bajo ese letrero, en la mesa tuvo un protagonismo notable Matías Carnero, que dijo dudar si actuaba como sindicalista de UGT-Seat o como miembro del consejo de administración de Seat. Es ambas cosas y así ejerció. «El punto clave para decidir que la gigafactoría se hacía en Valencia fue la formación. Ni el agua ni el terreno porque ni Aragón ni Extremadura podían garantizar el nivel de formación«, aseveró el que tomó parte activa de la decisión.
Dicha reflexión pone más en valor las políticas a largo plazo de la Comunidad Valenciana en temas de formación e innovación que las actuaciones a corto plazo que se tomaron para captar la gigafactoría aunque el relato dominante del PSOE haya sido siempre centrarse en su rápida velocidad de reacción hacia las necesidades de Volkswagen en Valencia.
Matías Carnero, que es uno de los referentes más escuchados en UGT, lanzó su visión sobre las capacidades que tendrán que tener los empleados de la automoción. «Las empresas de la automoción se van a llamar empresas tecnológicas del automóvil. Vamos a tener tecnologías que tienen que ver con la digitalización, la inteligencia artificial y el desarrollo del software«, advirtió.
Con estos debates encima de la mesa, y mientras el director de recursos humanos de PowerCo España, Alexander Dittrich, escuchaba atentamente y analizaba todos los movimientos de lo que ocurría en la jornada, la representante de la gigafactoría habló. Maria Arlà, jefa de estrategia de personas, gobernanza y organización en PowerCo, centró su participación en que «el reto es formar a la gente».
Las frases tienen su significado adicional cuando se interpretan en el contexto. Carlos Faubel, presidente del comité de empresa de UGT Ford, va a negociar en un mes el irremediable excedente de personal que va a tener la fábrica de Almussafes. Faubel es el moderador de la mesa donde PowerCo explica que en la creación del Battery Campus es crítica la «colaboración pública-privada» y «la idea es que sirva para la recualificación del personal ya existente del sector».
La sensibilidad que permite captar dónde pueden haber oportunidades de encontrar talento valenciano se percibe elevada por parte de PowerCo, ya sea en empresas cercanas a su gigafactoría, como podría ser Thysennkrupp, o en el entorno de Almussafes.
Dicho de otra manera, la jornada sirvió para constatar que, aunque las necesidades formativas de la fábrica de coches de Almussafes son distintas a las de la gigafactoría de baterías de Sagunto, los lenguajes de Ford y Volkswagen son muy similares.
La anecdota en este sentido está en que precisamente durante esta jornada se comunicara desde UGT-Ford la apertura de una bolsa de empleo para electricistas de alta tensión. Se busca grados superior/FP II, es decir, la formación que se lleva años pidiendo desde la industria. Mientras tanto, el último boletín semanal de ofertas de empleo de PowerCo tiene siete posiciones, de las cuales cuatro son de recursos humanos.
Políticos en otra dimensión
Mientras las conexiones entre la automoción valenciana se fortalecieron en torno a los conceptos claves como el empleo y la formación, el discurso político estuvo en otra dimensión. Para empezar, hasta tres grandes bajas tuvieron las jornadas. Primero iba a venir la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que causó baja para ser sustituida por la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, que tampoco estuvo de cuerpo presente, lo que se tapó con un mensaje grabado.
Tampoco estuvo Carlos Mazón, presidente de la Generalitat, en la clausura de la jornada, que coincidió con la visita de SS MM Los Reyes a Gandía. Ya en la visita que previa a las jornadas que hizo Mazón a Ford avisó a UGT que no iba a poder acudir ayer a la clausura.
Sí que estuvieron los titulares de Industria. El ministro, Jordi Hereu, basó su enérgico discurso (con tono mitín como si llegaran las elecciones) en hablar de los Pertes y el impulso de la inversión. La consellera, Nuria Montes, también apostó por las ayudas tanto a las empresas como a la infraestructura que requiere el coche eléctrico.
Ambos discursos no tuvieron el foco en lo que los sindicalistas y las empresas estuvieron especialmente centrados, que tiene que ver con la formación y con la necesaria recualificación de los trabajadores para mantener lo que Matías Carnero identificó como principal factor en la decisión de Volkswagen de desembarcar en Valencia, que es la capacidad de la Comunidad Valenciana de crear perfiles de trabajadores útiles para la industria. El movimiento en esta dirección existe, aunque todavía esté al margen de los grandes titulares y en fase de ir puliendo las sutilezas y apretando los lazos.