Valencia y Valladolid importan tantos coches como producen pese tener las fábricas de Ford y Renault

La balanza comercial de España tiene en la industria de la automoción una palanca clave. En el primer trimestre de este año, España tuvo un déficit comercial de 8.105,1 millones de euros, fundamentalmente por su dependencia energética del exterior ya que la importación de petróleo le penalizó con 5.560,7 millones mientras que el gas supuso un lastre de 2.532,5 millones. Entre los sectores que compensan está el sector del automóvil, que aportó 2.423,3 millones de euros. En el análisis por factorías, hay dos que empiezan a flaquear notablemente: Ford Almussafes y Renault Valladolid.

Tal y como refleja el informe mensual de comercio exterior del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa con los datos acumulados del primer trimestre del año, la provincia de Valencia, donde se ubica la fábrica de Ford Almussafes, bajaron sus exportaciones un 19,3% hasta los 1.180,5 millones de euros en el sector automóvil mientras las importaciones se elevaron hasta los 1.090 millones. El saldo comercial se redujo, por tanto, 90,5 millones de euros.

La evolución de este industrial contrasta con el segmento de alimentación, bebidas y tabaco, que el primer trimestre del año lidera el sector de la naranja, donde las exportaciones crecieron un 6,1% hasta alcanzar los 1.502,7 millones mientras las importaciones se redujeron un 2% hasta los 899,4 millones. Así, la aportación del campo a la balanza comercial provincial fue de 603,5 millones.

Otra factoría que tampoco empuja el superávit comercial es la de Renault en Valladolid. El automóvil es el sector exportador más importante de esta provincia con ventas por valor 1.048,3 millones, una cifra que no alcanza los 1.067,9 millones que destinaron a la importaciones del sector automóvil. De este modo, la balanca comercial de los coches en Valladolid es de un déficit de 19,6 millones.

Excelente balanza comercial de la automoción en Galicia

Esta situación contrasta radicalmente con el buen funcionamiento que tiene la fábrica de Stellantis en Vigo. La provincia de Pontevedra tiene al sector del automóvil como principal exportador con unas ventas de 1.365,7 millones de euros, lo que contrasta con unas importaciones de vehículos de únicamente 303,3 millones de euros. Es decir, la provincia gallega vende cuatro veces más compra, lo que le supone anotarse un superávit comercial de 1.062,4 millones sólo en el primer trimestre del año.

La situación en la otra gran fábrica de Stellantis en España tampoco está nada mal. Las exportaciones del sector del automóvil en Zaragoza alcanzan los 1.602,2 millones mientras las importaciones suponen un volumen de 1.010,4 millones. De este modo, gracias a la presencia de la factoría de Figueruelas, la provincia maña se anota 591,8 millones de superávit comercial por el sector automoción.

Tampoco saca malos datos el País Vasco. Álava tiene unas ventas de 730,5 millones en el sector de la automoción gracias a la fábrica de Mercedes en Vitoria mientras las compras se limitan a 325,2 millones de euros. Al vender más del doble de lo que compra, se anota un superávit comercial de 405 millones de euros.

El dato es incluso superior a los 365 millones de superávit que logra Álava con los bienes de equipo, que si bien ha logrado un volumen de exportación mayor que el de los coches con 774,7 millones de ventas hay que contemplar que las importaciones para su industria se elevan hasta los 409,7 millones de euros.

Palencia es otro caso de éxito donde la diferencia porcentual entre importaciones y exportaciones es de récord. Sólo se importa por valor 20,8 mientras que se venden coches por valor de 508,1 millones. El x25 supone el récord absoluto en España aunque con datos absolutos más reducidos. Eso sí, el superávit comercial de Palencia con la automoción es de 487,3 millones, es decir, superior al de Álava.

Navarra firma unos números también muy notables. Las ventas se elevan hasta los 1.163,2 millonnes de euros mientras que las compras se limitan 521,1 millones, lo que le permite obtener un superávit de 642,1 millones de euros.

Barcelona, por el contrario, muestra signos de agotamiento. Tienen un un superávit comercial de 587,9 millones de euros tras registrar unas ventas de 39.32,7 millones de euros y unas compras de 3.344,8 milllones. Las exportaciones caen un 6,9%, lo que supone 1,7 puntos más que el retroceso de las importaciones, que se limita al 5,2%, lo que indica que el superávit comercial se está reduciendo.