Qué puede hacer la transformación digital por el sector agroalimentario
Mediante la optimización de los recursos humanos por medio de las tecnologías podemos mejorar la eficiencia y reducir los costes operativos del agro
No negaré que encabezo este texto con una pregunta retórica porque, ahora que ya hemos atravesado esta cuarta revolución industrial, es difícil contestar a qué puede hacer la transformación digital por cualquier sector, economía o nación. La pregunta sería qué no puede hacer. La transformación digital se ha demostrado imprescindible para avanzar en cuanto a competitividad y ningún ámbito es ajeno a ello.
En los últimos tiempos, hemos sido testigos de protestas agrarias que han generado cierta incertidumbre en el sector agroalimentario. Detrás de estas protestas, unos agricultores que se ven atrapados por las exigencias y la regulación del sector que ha supuesto el incremento de costes básicos para su actividad: energía, combustible, mano de obra-salario mínimo, materias primas… La imposibilidad de repercutir estos incrementos al mercado les ha generado merma de rentabilidad e incluso pérdidas.
Las múltiples respuestas al problema del agro
¿Cuál es la raíz de este problema? La respuesta es compleja, pues no existe una sola causa. Se han incrementado los costes operativos y energéticos. A esto se suma la creciente presión por cumplir con los requisitos de sostenibilidad y trazabilidad, impuestos tanto por regulaciones internacionales como por la demanda del consumidor.
Todo esto crea un agravio comparativo con otros mercados no regulados, cuyos productos compiten directamente con los nuestros. Y, por si fuera poco, el impacto del cambio climático añade una capa adicional de incertidumbre a la ecuación.
Y este es el primer eslabón de la cadena de nuestro sistema agroalimentario, por lo que estas problemáticas se van arrastrando a lo largo de todos los eslabones hasta llegar de una u otra forma y en mayor o menor medida al consumidor. Y es de estos desafíos de donde surge la oportunidad que transformar este sector.
La importancia de la digitalización
La digitalización es una herramienta para atacar las partidas de coste más importantes. Mediante la optimización de los recursos humanos y la reducción de la merma, podemos mejorar la eficiencia y reducir los costes operativos.
Además, la automatización de los procesos esenciales para cumplir con las nuevas normativas no solo garantiza el cumplimiento regulatorio, sino que también minimiza los costes adicionales asociados. Y, sobre todo, permite garantizar la calidad y seguridad alimentaria de los productos. Un valor añadido que permite a las empresas diferenciarse frente al consumidor.
Los beneficios de la implantación de esta tecnología se perciben desde una etapa temprana. No se trata de una utopía. Las firmas de la industria agroalimentaria ya están ejecutando esta digitalización, algunas desde hace años, y los resultados se perciben rápidamente.
El necesario apoyo del Estado y los privados
No obstante, para que esta transformación sea exitosa, es crucial el apoyo tanto del sector público como del privado. Las administraciones deben jugar un papel activo, proporcionando ayudas y subvenciones para facilitar la adopción de tecnologías digitales.
Además, se requieren iniciativas de formación y consultoría para capacitar a toda la cadena de valor en el uso efectivo de estas herramientas. El reto es conseguir el cambio cultural, que se entienda la importancia de esta transformación y se implementen y utilicen estas tecnologías de manera natural.
La implementación de la Industria 4.0 en el sector agroalimentario no es una opción, sino una necesidad. Solo a través de la digitalización podemos enfrentar los desafíos actuales y garantizar la sostenibilidad y competitividad de nuestro sector a largo plazo.
Es hora de involucrar a gobiernos, empresas y consumidores y sacar el máximo rendimiento a la industria agroalimentaria gracias a la tecnología. De hecho, las regulaciones más exigentes y las ayudas para implementarlas brindan la oportunidad de dar “un salto” hacia la gestión digital y eficiente de la empresa.
No se trata de cubrir el expediente, se trata de interiorizar que todas estas herramientas permiten a las compañías generar valor y ser más competitivas.