El histórico Tableros Folgado cierra por la DANA tras pagar a empleados, proveedores y banca

El vicepresidente segundo de Cámara Valencia e histórico representante de la madera y el mueble cierra su empresa antes de cumplir 80 años con el dinero que ha ido guardando al no repartir beneficios desde la crisis de 2008

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Tableros Folgado ha quedado arrasado tras la DANA. Vicente Folgado, vicepresidente segundo de Cámara de Comercio de Valencia y ex presidente de Fevama, la patronal de la madera y el mueble, ha ordenado el pago de todas las deudas con trabajadores, banca y proveedores. La maquinaria de la histórica empresa, que este año iba a cumplir 80 años, ha quedado destrozado haciendo inviable la continuidad.

Vicente Folgado explica a Economía Digital cómo vivieron la DANA en esta historica empresa ubicada en la calle Mayor de Aldaia, es decir, en el centro de uno de los pueblos más afectados por la catástrofe natural. «Al principio no podíamos entrar y el lunes siguiente (4 de noviembre) me empecé a dar cuenta de la dimensión de la catástro. Esta máquina no funciona, esta otra tampoco…(suspira). Esto es imposible», explica Vicente Folgado.

El recuento de daños fue desolador: «Lo que nos han dicho los mecánicos, electricistas, electrónicos … es que hay mucho daño«. Desde su despacho ubicado en la parte al de fábrica, donde hay varias fotografías con dirigentes del PP y del PSOE (ninguna de Vox o Compromís), el histórico dirigente del mueble explica que toda su maquinaria la tiene en fosos. «Bombas, motores, pistones, cuadros eléctricos… Todo se ha perdido», lamenta.

La fábrica de Tableros Folgado tiene 50 años (la empresa casi 80), periodo en el que ha ido acumulando maquinaria que actualmente en un 70% aproximadamente estaba ya amortizada. La historia de esta empresa supone una ventaja competitiva con respecto a una misma industria que tuviera que comprar todos los activos necesarios para producir. Se trataba, en su mayoría, de maquinaria mecánica que con un correcto mantenimiento funcionaba sin problema. La compañía tenía cinco prensas que han quedado destrozadas.

La caldera, que es el corazón de la fábrica, ha quedado inservible. Se ha estropeado el foso, las bombas, los motores… Folgado asegura que es «impensable» realizar una inversión que le permita recuperar la actividad porque el valor de esos activos es enorme.

Un estilo empresarial que cumple con la sociedad

La decisión de Tableros Folgado que ha tomado tras sufrir la DANA demuestra un estilo empresarial en el que el beneficio no es el único fin y en el que se cumple con todos los ‘stakeholders’ que le rodean, demostrando además una histórica prevención ante los problemas.

Lo explica Vicente Folgado: «Nosotros tenemos una política, que es la que hemos tenido siempre pero desde la crisis de 2008 todavía más. La política de Tableros Folgado ha sido la de no repartir dividendos, no repartir beneficios e ir haciendo una hucha».

Los motivos son: «Con la crisis de 2008, que tuvimos tres años de pérdidas, toda la hucha que habíamos hecho la tuvimos que usar y además tuvimos que poner dinero. A partir de 2008, pasamos a ser muchos más estrictos y no se repartió ni un beneficio, ni un sobresueldo ni nada porque llegarán las malas y si llegaban las malas queríamos tener una mochila con la que superar la la crisis. Y nos ha venido ahora».

El histórico previsor de Tableros Folgado, referente de uno de los sectores tradicionales con mayor arraigo en Valencia, es el que le ha permitido su actuación: «Ahora, con la hucha, tenemos una sitaución en la que podemos hacer números. Hemos visto lo que nos cuesta poner en marcha la empresa y es imposible. Con lo que nos deben los clientes y lo que tenemos, vimos que podíamos pagar a la plantilla, a los proveedores y a la banca. La decisión es pagar a todo el mundo y quedarnos con una mano delante y otra detrás».

Según han confirmado desde la consellería de Educación, Universides y Empleo, se ha aprobado un ERE de extinción de 48 trabajadores en Tableros Folgado quedando seis empleados fuera de esta medida, que son los que han ido realizando el pago todas las deudas de manera que la destrucción sufrida por la empresa sin relevo generacional no causara daños adicionales a su entorno.

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