El incremento de salarios en EE UU revaloriza la planta de motores de Ford Almussafes
El 64% de la producción de la planta de motores de Ford Almussafes se exporta a América
La planta de motores de Ford Almussafes se ha revalorizado con el fin del conflicto sindical en la industria de la automoción de Estados Unidos. La huelga organizada por United Auto Workers (UAW) contra General Motors (GM), Ford y Stellantis entre el 15 de septiembre y el 30 de noviembre ha finalizado con aumentos salariales del 25%, mejores prestaciones para la jubilación y más facilidades para que los trabajadores temporales se conviertan en permanentes en menor tiempo. Dicho de otra forma, el coste laboral de las plantas que compiten con Almussafes ha subido notablemente.
Ford organiza su producción por regiones pero la factoría de Almussafes, con la ventaja que tiene con el Puerto de Valencia, tiene una histórica relación de exportación con Estados Unidos y con las fábricas de Ford en América. De hecho, actualmente Almussafes tiene cinco productos de los cuales tres son para Europa mientras dos viajan a Estados Unidos.
El Viejo Contienente recibe de la factoría valenciana el Kuga y la Transit Connect, ambos vehículos producidos en exclusiva para Europa desde Almussafes. Además, también monta un motor gasolina 2.5 que se ensambla en los Kuga híbridos que produce la planta. Para el mercado americano se produce la Transit Connect de combustión, cuyo final de producción está previsto para el 27 de marzo, y el motor de combustión de 2.3 litros. Este quinto producto es el tiene la opción de ganar peso tras la revuelta sindical en Estados Unidos.
En el marco del Smart Mobility Day, que esta edición estuvo escondido dentro del Valencia Digital Summit, varios proveedores de Ford Almussafes destacaron en conversación con Economía Digital que mientras se aprovechaba el cambio disruptivo que supone la electrificación de la automoción «tener una fábrica de motores de combustión es una ventaja que tenemos que aprovechar porque cada vez hay menos competencia».
Preguntado a fuentes de UGT-Ford sobre el peso del motor 2.3 que se exporta íntegramente a Estados Unidos, dicho propulsor supone «el 64%» de la producción de la planta de motores. Desde Sernauto se apunta que el volumen que tuvieron las exportaciones en el segundo cuatrimestre de este año dentro del sector automoción desde España hacia Estados Unidos se elevó a 323,2 millones de euros.
La cifra de 2023 es similar a la reflejada en 2019, antes del COVID, cuando estas exportaciones sumaron 324,1 millones aunque los tres años anteriores ha existido una enorme volatilidad. En 2020 con la explosión de la pandemia del coronavirus, las ventas bajaron a 233,1 millones mientras que en 2021 se fueron a 362,3 millones y el año pasado se catapultaron hasta los 546,4 millones, según los datos recopilados por Sernauto para este periódico.
Como ya contó Economía Digital, los problemas de Ford en Alemania y Estados Unidos retrasan los planes en Valencia en la medida de que el conflicto había centrado a los directivos en su problema interno mientras que en Alemania no ha conseguido Ford un comprador adecuado para su planta de Saarlouis.
La aceleración de los últimos años de la electrificación en Europa es innegable a nivel político así como en las declaraciones de intenciones de los fabricantes a la hora de su apuesta por los coches con baterías. Sin embargo, según explica un importante TIER1 de Ford Almussafes de fuera de la Comunitat Valenciana, las posibilidades de que la producción del Kuga se prolongue está siendo valorada, cuanto menos, de manera interna. «Mercedes y Seat ya han prolongado la vida de sus productos de combustión», explica.
De hecho, Oliver Blume, CEO de Volkswagen, dijo recientemente que su intención era «actualizar los modelos Seat Ibiza, Arona y León para continuar ofreciendo vehículos híbridos enchufables y eficientes en el consumo de combustible hasta el final de la era de combustión».
La opción de que los híbridos tengan un periodo de transición más amplio y que, incluso, no todo el planeta asuma la prohibición sin matices de los motores de combustión es una de las oportunidades que tiene Ford Almussafes. Su destino natural sería Estados Unidos, aunque sin descartar Sudáfrica, pero la administración Biden con su ley de inflación complica la importación de piezas como son los motores y el propio acuerdo sindical en Estados Unidos también se cerró con importantes inversiones de Ford en su territorio natal. La cuestión es que parece poco probable que las inversiones se destinen al motor de combustión por lo que la posición de la planta de propulsores valenciana no debería sumar competidores.