Pujol Ferrusola se llevó una comisión de 400.000 euros, el 2%, en la compra de un terreno de FBEX

La promotora del edificio incendiado en Valencia vendió un terreno por 19,7 millones de euros con las "gestiones de intermediación" del mayor de los Pujol Ferrusola

El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol. EFE/ Marta Pérez

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El primogénito de la familia Pujol, Jordi Pujol Ferrusola, se hizo presuntamente con una comisión de 394.018 euros «por las gestiones de intermediación» en la compra de las parcelas propiedad de FBEX Promoinmobiliaria SL -la promotora del edificio incendiado en Valencia- situadas entre las avenidas Vilafranca y Josep Tarradellas de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona), «el 2% sobre el importe».

Así figura en el auto de procedimiento abreviado, trámite previo a la celebración de juicio, que el magistrado de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz emitió en julio de 2020 a raíz de un procedimiento iniciado en diciembre de 2012.

El auto, consultado por Economía Digital, concluye una investigación judicial de ocho años para la que todavía no se ha fijado fecha de juicio. En dicho proceso se deberán sentar en el banquillo cerca de una treintena de acusados por delitos como asociación ilícita/organización criminal, blanqueo de capitales, falsedad documental o delito contra la Hacienda pública.

Entre ellos, se encuentra el ‘expresident’ catalán Jordi Pujol, su mujer Marta Ferrusola y sus siete hijos, entre los que su primogénito, Jordi Pujol Ferrusola, cobra un papel especialmente protagónico.

La Fiscalía pide nueve años de cárcel para el expresidente catalán y entre ocho y 29 para sus siete hijos -la mayor para el primogénito, Jordi Pujol Ferrusola-, a quienes acusa de amasar una fortuna con pagos ilícitos de empresarios y blanquearlos después mediante artificios financieros.

En concreto, el juez expone que los pagos a la familia Pujol Ferrusola «en ocasiones estaban vinculados y se producían como contraprestación por la influencia ejercida por la familia ante distintas autoridades». Pero en otros muchos casos, sin embargo, esta vinculación específica no existía, y «los pagos se realizaban por personas y empresas para crear o mantener una buena relación» con la familia Pujol Ferrusola.

Los Pujol Ferrusola, apunta el magistrado, han mantenido y gestionado durante años este «importante patrimonio económico de procedencia ilícita», tanto en Andorra como en otras jurisdicciones, y durante todo ese tiempo «lo destinaron a toda clase de inversiones mobiliarias, inmobiliarias y operaciones financieras de distinta índole, con el objetivo de reintegrarlo a la vida comercial lícita, siempre en beneficio de la familia y de cada uno de sus integrantes».

Para el juez de la Audiencia Nacional, el liderazgo de la organización estaba encarnado en Jordi Pujol padre y Marta Ferrusola quien, de hecho, se autodenominaba la “madre superiora de la congregación”. Debajo de estos y siguiendo sus instrucciones se encontraba Jordi Pujol Ferrusola, a quién se referían como “el capellán de la parroquia”.

El 2% de la compraventa de un terreno de FBEX

En un punto del auto, el juez explica que Project Marketing Cat, sociedad de Jordi Pujol Ferrusola, emitió una factura a la entidad Construcciones Materiales y Pavimentos Inmobiliaria SL por valor de 394.018,36 euros en julio del año 2007 con el concepto «por las gestiones de intermediación en la compra de las parcelas propiedad de FBEX Promoinmobiliaria SL, situadas entre las avenidas Villafranca y Josep Tarradellas de L’Hospitalet de Llobregat, 2% sobre el importe».

La compraventa por la que el mayor de los Pujol Ferrusola cobró esa comisión, según el auto, se llevó a cabo por un importe de 19,7 millones de euros en el año 2007 mientras la promotora del edificio incendiado en Valencia acababa la obra

Ese año se estaba terminando la construcción del edificio en el barrio de Campanar y llegaba el final del camino de la promotora, pues la crisis del 2008 llevó a su quiebra, dejando a su paso proyectos inacabados, especialmente en el arco mediterráneo, y deudas por valor de alrededor de 600 millones de euros.

La compraventa por la que el mayor de los Pujol Ferrusola cobró ese 2% según el auto se llevó a cabo por un importe de 19,7 millones de euros. En la escritura de dicha operación se indicaba que los compradores se encargaban de hacer las «gestiones oportunas» para poder edificar, dado que cuando se firmó la escritura todavía estaba pendiente el trámite definitivo.

De hecho, en la propia escritura, se indica que, cuando se materializa la compraventa, está ocurriendo un proceso de recalificación urbanística, que se inició en junio del año 2006, mediante la aprobación inicial de la Modificación Puntual del Plan General Metropolitano de Hospitalet de Llobregat.

«Conozco a Pujol Ferrusola por televisión»

Así, Juan Parada, presidente y consejero delegado de FBEX Promo Inmobiliaria, la promotora quebrada del edificio calcinado en Valencia, tuvo que declarar como testigo en la instrucción de esta causa en la que se investiga a Jordi Pujol Ferrusola por el cobro de comisiones millonarias.

En su declaración como testigo ante el juez Ruz en el año 2005 por la compraventa de una finca en L’Hospitalet de Llobregat, consultada por Economía Digital, Juan Parada explicó a las partes: «Yo compré los terrenos como privados en 2004 y cuando se vendió todavía era privado, industrial. Me vino un constructor de la zona del Llobregat y estuvimos negociando la compraventa de todos los terrenos. Llegamos a un precio y me comentó que me compraría parte y traería a otro inversor. Yo en principio lo que quería era construir».

El promotor aseguró que no conocía de nada al primogénito del expresidente catalán: «Ninguna relación, en absoluto. Nunca me mencionaron que Jordi Pujol Ferrusola estuviera como intermediario. No hubo ninguna comisión nunca. Yo conozco a este señor por televisión».

Asimismo, a preguntas de las partes, Parada explicó que era conocida la intención del Ayuntamiento de L’Hospitalet de transformar estos suelos en urbanizables, operaciones en las que Pujol Ferrusola podría haber extraído millonarias comisiones, según la investigación. «Era conocido. Lo trasladaba el propio Ayuntamiento», apuntó Juan Parada.

El otrora presidente y consejero delegado de FBEX, Juan Parada, ha ocupado además posiciones de dirección en más de 60 empresas extinguidas a día de hoy, en su inmensa mayoría dedicadas al sector inmobiliario y con alguna incursión en el mundo de las residencias.

Parada figura como administrador único de Nunda Project y Juanpar II. La primera, dedicada al sector de las agencias inmobiliarias y la administración de fincas, mientras que la segunda está dirigida a la compraventa de bienes inmobiliarios.

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