Proveedores de Ford Almussafes y UGT esperan que Trump cancele el arancel antes de lanzar el Bronco en 2027
Sernauto alerta que hay proveedores españoles ubicados en México que se verán afectados por el arancel del 25% impuesto por Trump

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sostiene una orden ejecutiva firmada en la Oficina Oval de la Casa Blanca en Washington, Estados Unidos, el 31 de enero de 2025. © Reuters- Carlos Barria
La fábrica de Ford en Almussafes es la mayor candidata a sufrir la política arancelaria de Trump de entre todas las factorías de la automoción en España. Hace dos años, el arancel hubiera sido dramático y dentro de dos años, previsiblemente, también lo será, ya que coincidirá con el lanzamiento del nuevo Bronco, previsto para 2027.
Sin embargo, el valle de producción que tiene ahora la fábrica valenciana hace que la medida sea inocua en el corto plazo. El riesgo está en que Ford tome decisiones sobre su producción en los próximos meses ya que sólo podrían empeorar el futuro de la automoción valenciana. La calma y la espera es ahora la receta tanto dentro de la factoría como en el parque de proveedores. La esperanza está en que de aquí a que se lance el nuevo Bronco ya se haya reducido la tensión que provoca el ataque arancelario de Trump
«En las próximas semanas o meses pediremos reuniones con la dirección de Ford Europa para saber cómo está la situación», asegura Carlos Faubel, presidente del comité de empresa de Ford Almussafes. El representante de UGT, sindicato mayoritario en la fábrica, transmite tranquilidad. «Hay que tener calma», recuerda.
La factoría de Ford Almussafes ha pasado por momentos en el que el 80% de la producción de la planta de motores tenía como destino Estados Unidos. «Ahora no hacemos motores para Estados Unidos», señala. En 2023 acabó la producción de la versión americana de la Transit Connect. Los Kuga que se fabrican actualmente no cruzan el Atlántico.
Por tanto, el impacto la semana que viene del inicio de la guerra arancelaria no será relevante aunque es un golpe muy duro a las expectativas de la factoría. Con los niveles que tuvo Ford Almussafes en 2023, el impacto superaría los 100 millones de euros. Aunque no hay planes oficiales publicados al respecto, el peso que iba a tener Estados Unidos en la producción del nuevo modelo iba a ser relevante. «El vehículo se adjudicó asegurando que era un modelo global y eso implica venderlo en Thailandia o en Estados Unidos», explica un proveedor habital de Ford Almussafes.
El sobresalto que ha supuesto para los proveedores y trabajadores de Ford Almussafes tiene como única parte positiva en la que todas las fuentes coinciden que ha ocurrido lejos del lanzamiento del nuevo Bronco (CX735) previsto para la factoría valenciana. El lanzamiento en 2027 implica que aún quedan dos años de gestiones entre Estados Unidos y el resto del mundo para lograr un equilibrio comercial.
Los proveedores son los que más sufren
Las fábricas, de momento, no prevén un gran impacto de los aranceles pero los proveedores, especialmente lo que están diversificados y venden a Estados Unidos y/o fabrican en México sí que tiene un problema la semana que viene.
A nivel de la Comunidad Valenciana, Avia aseguró ayer que «estos aranceles podrían tener un impacto negativo, no sólo en los fabricantes de automoción y la cadena de suministro, sino en toda la industria estadounidense”.
Por ello, la asociación valenciana pide: “Desde AVIA consideramos que la Unión Europea debe reforzar sus esfuerzos para revertir estas decisiones y, al mismo tiempo, trabajar para fortalecer la industria de automoción europea, y por ende española y valenciana”.
Con perspectiva nacional, Sernauto cuantifican que Estados Unidos fue el octavo socio comercial del sector de proveedores de automoción, con una cifra de facturación de 1.021 millones de euros. En el contexto global, suponen el 4% de la cifra total de las exportaciones. «Aunque dicho porcentaje no es alto, es un mercado estratégico, con alto valor añadido y dependencias indirectas clave», aseguran.
La patronal española de los proveedores de la automoción advierte de que en el caso de que se impongan aranceles también a determinados componentes, la medida anunciada repercutirá de forma estructural en la cadena de suministro transatlántica. «Por lo que se ha podido conocer hasta el momento, esta medida afectaría tanto a exportaciones directas desde España como a vehículos con componentes españoles integrados producidos en Alemania, Francia o México», apuntan.