La planta valenciana de PowerCo esquiva la reestructuración de Volkswagen por la crisis de los eléctricos
La gigafactoría de Sagunto espera acabar la infraestructura del edificio este año para empezar a producir celdas en 2026
La futura planta valenciana de PowerCo en Sagunto (Valencia) esquiva, al menos de momento, la reestructuración que planea sobre la marca Volkswagen -grupo al que pertenece- y mantiene los plazos para poner en marcha su fábrica de baterías en un contexto de repliegue de los coches eléctricos en la industria del automóvil.
Pese a la evidente crisis que atraviesa la industria de la automoción occidental y de la que el Grupo Volkswagen no es ajeno, fuentes de la futura planta valenciana de baterías han rechazado pronunciarse sobre esta situación, pero sí han insistido en que los planes de PowerCo en Sagunto se mantienen.
PowerCo, filial del grupo Volkswagen, dio el pistoletazo de salida a las obras de la infraestructura de la gigafactoría de Sagunto hacia el final del primer trimestre de este año. Concretamente, inició los primeros trabajos de cimentación para emplazar las cuatro naves de producción de celdas de baterías, que se desarrollarán durante este 2024.
De esta manera, el despliegue de la fábrica sigue los planes previstos por la compañía, que espera acabar la infraestructura del edificio este año. En 2025 los esfuerzos se centrarán en la instalación de equipos industriales para comenzar a producir el año siguiente celdas de baterías con una capacidad de 40 gigavatios hora (GWh) para medio millón de vehículos anuales.
Teniendo en cuenta los trabajadores de la oficina situada en la capital del Túria y los equipos que se instalarán en la gigafactoría, el entonces director ejecutivo de PowerCo, Thomas Dahlem, -cargo que ahora ocupa Andreas Rottmann– apuntó que disponen de una plantilla conformada por casi un centenar de empleados.
Dahlem también hizo referencia a la ampliación de la capacidad a 60 gigavatios hora (GWh) de PowerCo Sagunto, una posibilidad anunciada hace algo más de un año y que vinculó a la evolución del mercado del coche eléctrico.
Ford cambia de estrategia a los híbridos; Volkswagen apunta al cierre de plantas
Sin embargo, las perspectivas respecto al futuro del coche eléctrico han cambiado radicalmente en este tiempo. Recientemente, por ejemplo, Ford -también con fábrica en el área metropolitana de Valencia, en Almussafes- ha anunciado que cambia su estrategia de electrificación, lo que le va a suponer, de momento, la pérdida de 1.700 millones por cancelar su SUV eléctrico.
La apuesta del fabricante estadounidense parece ir dirigida a los híbridos y el modelo que fabricará Almussafes será precisamente multienergía, tal y como ha confirmado la propia compañía automovilística.
Ahora, tras Ford, llega el terremoto de dudas al gigante alemán, propietario también de otras marcas como Seat o Cupra. Volkswagen ha anunciado que no descarta el cierre de plantas y los despidos forzosos en Alemania como parte de su programa de reducción de costes en su marca homónima, la principal del grupo.
Pero no se han quedado ahí. La compañía germana ha señalado explícitamente que sus ejecutivos creen que la marca Volkswagen debe ser reestructurada integralmente y que los esfuerzos actuales para reducir la plantilla a través de modelos de jubilación anticipada e indemnizaciones por despido voluntario no serán suficientes para cumplir con los objetivos de ahorro.
«En la situación actual, no se puede descartar el cierre de plantas de producción de vehículos y componentes si no se toman medidas rápidas», ha indicado Volkswagen.
Por su parte, el Gobierno alemán ya ha respondido y ha rechazado un posible cierre de las plantas de Volkswagen en el país. Berlín admite que esta no es solo una crisis laboral sino que la estabilidad de Volkswagen es vital para asegurar las cadenas de suministro automovilísticas europeas en un momento de fuerte competencia con la irrupción de las marcas chinas en los mercados comunitarios y las guerras comerciales abiertas con Pekín a la espera de lo que pueda suceder con respecto de Estados Unidos ante el resultado de las elecciones presidenciales del próximo mes de noviembre.
Seat, en peligro
A raíz de la irrupción en el mercado de los eléctricos de las marcas chinas, Europa reaccionó con proteccionismo hacia su industria de la automoción. Pero esto, lejos de contentar a todos los fabricantes occidentales, también ha traído voces contrarias a estas medidas arancelarias.
De hecho, dentro del Grupo Volkswagen, esta misma semana, el CEO de Seat y Cupra, Wayne Griffiths, ha lamentado que la compañía de origen español esté sujeta a los aranceles que la Unión Europea (UE) ha impuesto a los coches eléctricos fabricados en China, como es el caso del modelo de Cupra Tavascan. «Corre peligro nuestra empresa», ha llegado a advertir.
Volkswagen, a contracorriente
Con todo este mar de fondo, Economía Digital publicaba este miércoles que Volkswagen, mientras se plantea seriamente activar un programa de reducción de costes, sigue apostado por el coche eléctrico y pone en marcha una planta para producir baterías de almacenamiento de energía eléctrica en Utrera (Sevilla), con una inversión asociada de 250 millones de euros.
Así, Volkswagen sigue adelante con su proyecto y, a través de la empresa china Gotion (en la que participa en un 26%), ha firmado un convenio con Cox Abengoa para producir baterías. Lo hará desde la planta sevillana, donde prevé un aumento de plantilla de unos 80 trabajadores.
Las fábricas de PowerCo, en Alemania, España y Canadá
En este contexto, el Grupo Volkswagen continúa, de momento, consolidando sus actividades globales de baterías en la empresa europea PowerCo. Sus planes pasan por gestionar desde la sede central de Salzgitter, las operaciones internacionales de las fábricas, el desarrollo de la tecnología de celdas, la integración vertical de la cadena de valor y el suministro de maquinaria y equipos a las fábricas.
Con respecto al futuro, están previstos otros productos, como por ejemplo sistemas de almacenamiento para la red energética. Por lo tanto, estas líneas de negocio deberían garantizar cierta independencia de PowerCo de la crisis del coche eléctrico que está sufriendo la automoción y, en este caso, el Grupo Volkswagen.
Desde su lanzamiento en julio de 2022, PowerCo ya ha decidido tres ubicaciones de gigafactorias: Salzgitter en Alemania, Valencia en España y St. Thomas en Canadá. Los planes de la empresa pasan por instalar estas fábricas con una capacidad total de 240 GWh/año en 2030.