El 20% del pescado que vende Consum y Masymas, amenazado por la UE
Los clientes perderán diversidad e incluso se apunta a un encarecimiento del producto básico en la dieta mediterránea
El recorte aplicado por la Unión Europea afecta al 20% del pescado que venden actualmente Consum y Masymas. La reducción de los días de faena en la pesca de arrastre amenaza, según explican a Economía Digital ambos supermercados, tiene un impacto que oscila entre el 18% y el 20% de todo el pescado que cada día adquieren sus clientes.
Desde la cooperativa Consum indican que llevan más de 20 años comprando el pescado directamentecon lonjas locales ubicadas en la Comunitat Valenciana, Cataluña, Murcia, Almería y Málaga. El objetivo es «seguir contribuyendo con la estabilidad económica de la pesca de costa, trayéndote el pescado en menos de 24 horas desde que ha sido pescado».
En este sentido, Consum apunta que su objetivo «es garantizar esa frescura y que cada especie se consuma en su temporada óptima respetando las vedas de cada una».
Esta estrategia se ve ahora amenzada por la reducción de los días de pesca que la Unión Europea ha impuesto en la costa europea del Mediterráneo (ya que las restricciones no afectan a los países africanos del mismo mar), una limitación de que se puede subsanar mediante un aumento de costes vía inversiones que acabaría siendo repercutido a los clientes.
Desde Consum apuntan que el volumen de pescado de las lonjas que compran que se verá afectado por el nuevo reglamento sobre la pesca en el mar Mediterráneo se sitúa en el entorno del 18%. Desde la cadena de masymas Supermercados, de Juan Fornés Fornés, señalan que en su caso «tenemos un volumen de consumo de un 20% aproximado de Pescado de Lonja del Mediterráneo en toda la cadena, aparte de tener compra directa en siete tiendas de las lonjas de Dénia, Jávea, Altea y Santa Pola, lo que se vería afectado casi en su totalidad».
La sustitución de la pérdida de estos productos, que forman parte de la dieta mediterránea, no es sencilla. En Consum apuntan que «la alternativa siempre seria pescado nacional y, en concreto, del norte, principalmente de Galicia y del Cantábrico». El producto de estos mares ya forma parte habitualmente de la sección de pescadería de Consum.
Desde Masymas señalan que «producto sustitutivo igual no tiene, ya que depende de la zona de captura hay una distintas especies. Se tendría que recurrir a pescado del norte, o bien trabajar productos de piscifactoría, o importación».
El impacto en el bolsillo del consumidor de pescado es difícil de calcular. Consum apunta que «no es comparable» el producto que hay en el Mediterráneo con el de otros mares y que, a excepción de la sardina y el boquerón, la diferencia de precio y de cantidad de capturas no permite atisbar el efecto que la medida europea tendrá en sus clientes.
Masymas se expresa en la misma línea mientras razona que si hubiera «mayor demanda de pescado de importación o piscifactoría, el precio de coste podría incrementar, además, de afectar a la calidad de los productos que haya que importar de otras zonas».
La conclusión de la cadena de Juan Fornés Fornés es que la restricción de la Unión Europa supone «añadir un gran problema para la pescadería«, cuestión relevante para esta cadena el inciden «apostamos por mostrador y por lonjas del Mediterráneo».