Muebles La Fábrica: «El mueble de salón era el centro de la compra y ahora el presupuesto se va al sofa»
El paso de viviendas de 3 habitaciones a 2 donde una se utiliza para el teletrabajo supone una cambio radical en la organización del hogar
El consumidor de muebles ha dado un giro de 180 grados en los últimos 15 años al abandonar la decoración integral. Después del shock que supuso la pandemia, donde el confinamiento despertó el interés por cuidar el hogar, se ha instaurado un minimalismo en el hogar donde la comodidad (ya sea vía sofá o colchón) gana todo el protagonismo a la decoración. Esta es una de las conclusiones de la mayor feria industrial que este año se celebra en España, que es la que unió esta semana en Feria Valencia a los certámenes de Hábitat Valencia, Espacio Cocina SICI, Textilhogar Home Textiles Premium, Iberflora y Eurobrico.
Con la crisis subprime, antes de que se iniciara este cambio de tendencia, la feria del mueble estaba organizada en pabellones de alta decoración (muebles recargados para rusos y árabes), mueble clásico (público sénior) y mueble de vanguardia (que entonces mezclaba desde el diseño de los pujantes Andreu World, Vondom, Point… a los muebles de módulos juveniles). Además, había espacios específicos para la iluminación y la decoración (que contaba con su propio pabellón).
Esta organización ha cambiado ahora a dos niveles. Por un lado, están los que se dedican a hoteles y edificios y por otro lo que llega a las tiendas. El primer grupo tiene de todo: muebles, sofás, sillas, mesas, lámparas, decoración… En el segundo no hay de todo eso.
El mueble del salón, que antaño era el elemento crítico del hogar, se ha rebautizado (así lo ponen en los carteles) como mueble de TV. El protagonismo en la feria Hábitat celebrada esta semana en Feria Valencia lo han tenido los sofás y los colchones.
José María Galdeano, subdirector nacional de compras de Muebles La Fábrica, y uno de los mayores conocedores y compradores del sector, explica a Economía Digital el cambio que ha tenido el consumidor: “En los comedores prima un mueble que pueda tener una tele enorme y un sofá cómodo. Los fabricantes de sofá son los grandes beneficiados de esta nueva moda. El mueble de salón era el centro de la compra y ahora el presupuesto se va al sofa».
El experto del sector explica que con la pandemia «hubo un boom porque la gente estaba más en casa y valoraba más el tener la casa perfecta y ahora hemos vuelto al modelo anterior». Las preferencias han cambiado: «La gente de mediada edad para abajo valora mucho disfrutar del ocio y el mueble se queda en una preocupación más baja».
Dicho de otro modo: «La gente joven valora otras cosas y amuebla de manera más práctica y todo lo que es mueble de media y alta calidad no les genera interés».
Otro factor crítico para la industria del mueble (fabricantes y comercios) es la estructura de los núcleos familiares: «La natalidad ha bajado y ahora hay más mascotas que hijos y eso forma parte de los cambios de cómo la gente quiere disfrutar de su tiempo libre. Antes amueblar una estancia era hasta el último detalle y ahora van al televisor, donde sentarse y una mesa y unas sillas».
El resultado de estas tendencias es que los fabricantes de mueble han desterrado muchos de los elementos que hace tres lustros forman parte indispensable del diseño. Se acabaron las librerías e incluso las estanterías y gana peso los canapés en las camas para encontrar espacio de almacenaje.