Los efectos del caso Gedesco: coches sin seguro, demandas y crisis de ansiedad

Cuatro afectados por la desintegración de Gedescoche relatan su caso: "Estamos con fuertes crisis de ansiedad. Ya nos planteamos entregar el vehículo y perder los 20.000 euros que llevamos pagados"

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La caída de Gedesco, la que fuera la financiera no bancaria más importante de España, y de sus principales filiales empieza a dejar de ser algo etéreo para convertirse en consecuencias palpables, con rostro, nombres y apellidos. La primera derivada que está evidenciando los efectos del derrumbe de este holding se plasman en el caso de Gedescoche, cuyos clientes ya se están uniendo ante la indefensión e incertidumbre que viven. Vehículos sin seguro, que no pueden pasar la ITV y consecuencias personales de todo tipo se repiten en incontables testimonios de los afectados.

En el marco del conflicto societario que envuelve al caso Gedesco, cuatro filiales de la matriz del grupo financiero -Gedesco Factoring, Gedesco Services Spain, Pagaralia y Gedescoche- presentaron la solicitud de concurso de acreedores voluntario justo antes del nombramiento, por orden judicial, de los cuatro consejeros designados por JZI en sustitución de los hasta ese momento gestores de la matriz de la financiera.

Hasta el momento de la entrada en concurso de estas cuatro filiales, el administrador único era en todos los casos Antonio Aynat, fundador del holding financiero junto a Javier García Escrivá. La última en caer ha sido la matriz del grupo, Gedesco Finance, que se declaró en concurso de acreedores la semana pasada tras 23 años de actividad, en los que ha financiado a más de 90.000 empresas y particulares por un valor de más de 9.000 millones de euros.

En el caso de Gedescoche, una de las filiales en concurso del grupo empresarial, es una empresa que se dedicaba a ofrecer préstamos personales con el respaldo de vehículos como garantía. Su modelo de negocio se basaba en proporcionar financiación rápida y flexible a personas que necesitaban dinero, utilizando su coche como aval.

Los clientes podían seguir utilizando su vehículo mientras pagaban el préstamo, pero la empresa se quedaba la propiedad de los coches hasta la finalización del pago del préstamo. En caso contrario, se quedaba los vehículos. Gedescoche se posicionaba así en el mercado como una alternativa a los préstamos bancarios tradicionales. A su vez, la empresa también formalizaba operaciones de renting de vehículos, así como de venta de coches de segunda mano, que podían provenir de su flota de renting o de vehículos utilizados como garantía en sus préstamos.

«Mis hijos necesitan ir a terapia, imagina la situación que tenemos en casa…»

O.C., afectado de Gedescoche

Este es el caso de O.C., residente de un municipio de la provincia de Barcelona, que se hizo con un vehículo de Gedescoche en el año 2020. «Desde enero les estoy proponiendo gestionar la compra y justo cuando me lo planteé, después de todo lo que ya he pagado, entra en concurso de acreedores, con lo que se queda todo bloqueado«, explica a Economía Digital.

«No se me hizo caso y tuve la desgracia de que se rompió la cadena de distribución del vehículo. El mecánico me hizo un presupuesto de 11.000 euros para arreglarlo y me dijeron que no sabían si tenía sentido gastarme ese dinero tal y como está la situación, el coche no es mío… Me paralicé, pero les volví a ofrecer comprarlo. No me dan ningún tipo de contestación y solo me dicen que ingrese cuotas. ¿Qué cuotas voy a ingresar si en el contrato pone que a partir del séptimo mes puedo ejercer la compra? El coche está parado. Ahora mismo vale unos 15.000 o 16.000 euros y por parte de Gedesco no hay nada que hacer de momento», relata este afectado.

Por todo ello, considera que «se están portando mal no, lo siguiente». «Ahora tengo que comprarme un coche pero, ¿qué hago con este con todo el dinero que he dado? Me han dejado totalmente tirado. Llevaré pagados unos 35.000 euros. Ejercer la compra serían unos 4.000 y los perjuicios que me están acarreando, porque llevo un mes sin coche. La economía familiar está mermada, somos cinco personas en mi casa, tengo dos niños con discapacidad… Mis hijos necesitan ir a terapia, imagina la situación que tenemos en casa…», cuenta este afectado.

Otra de las personas que ha contado su situación a este diario es D.G., de Cartagena, que comenta que contrató un renting con opción a compra hace dos años.

Peticiones de pago por Whatsapp

«Es el tercero y hasta ahora no había pasado nada. Se pusieron en contacto con nosotros y pagamos una entrada cercana a los 10.000 euros y una cuota de 400 euros. En verano empecé a ver cosas por redes y en diciembre nos dimos cuenta de que no nos cobraban la cuota. Llamamos a nuestro gestor en la empresa, nos dijeron que ya no trabajaba en Gedesco, que tenían problemas con la entidad bancaria y que hiciéramos una transferencia a una entidad bancaria», apunta D.G en conversación con este diario.

Este testimonio se repite entre los muchos que ha podido consultar Economía Digital. La petición por medios poco habituales, principalmente a través de Whatsapp, del pago de cuotas a diferentes números de cuenta por indicación de los pocos trabajadores que permanecen en uno de los bajos de la desintegrada sede de Gedesco.

De hecho, este diario pudo comprobar que desde correos y teléfonos de la empresa se continuó realizando ofertas a sus clientes para cancelar préstamos con grandes descuentos sobre el capital adeudado sin el conocimiento del administrador concursal, después de que el abogado de la sociedad dirigida por García Escrivá y con Aynat como administrador se comprometiera a paralizar estas operaciones hasta contar, en su caso, con la aprobación de la letrada que gestiona el concurso. Las peticiones de pagos a diferentes cuentas por parte de trabajadores de Gedescoche continúan hasta el momento en el que se ha escrito este artículo, según ha podido confirmar este diario.

«Ya no es que me paren y me multen, porque las multas se pagan, pero, ¿y si ocurre cualquier desgracia?»

D.G., afectado de Gedescoche

D.G. relata que estuvo haciendo ingresos, como le dijeron durante tres meses, pero «sin contestación ninguna». A continuación, «el coche se quedó sin ITV».

«No nos contestaban cuando pedíamos la documentación para pasar la ITV, tuve que parar el vehículo a mediados de abril y finalmente tras visitar varias ITV conseguí que un inspector me hiciera un duplicado. Ahora, la situación es que tengo que bajar el día 29 a Sevilla y el día 28 se acaba el seguro. ¿Cómo lo hago? Ya no es que me paren y me multen, porque las multas se pagan, pero, ¿y si ocurre cualquier desgracia? No puedo circular con esa incertidumbre«, lamenta.

«Llevas un vehículo sin saber si llevas seguro o no, si está en búsqueda y captura… Todos los días hay que estar llamando y mirando para ver qué está pasando. Estamos pasando crisis de ansiedad fuertes, mi mujer con desmayos… Ya nos planteamos entregar el vehículo y perder los cerca de 20.000 euros que llevamos pagados«, concluye D.G.

En el caso de otra afectada que cuenta su caso a este diario, T.E., de Alicante, se repite el mismo modus operandi: «Hace algo más de dos años contacté con Gedescoche porque estaba interesada en comprar un coche. Hice una transferencia con la entrada, aproximadamente 2.500 euros, me fui a Valencia y recogí el coche. Hasta ahí, ningún problema. Me giraban los recibos y me enviaban las facturas. La última comunicación que tuve con ellos fue diciéndome que tenía que pasar la ITV y que me enviaban la documentación y así lo hicieron. Pero después me empezaron a pedir que hiciera los pagos a través de otra cuenta y empecé a llamarles porque no era lo acordado y se supone que me pasaban los recibos a mi cuenta. Nunca más supe de ellos«.

«¿Cuánto dinero me van a pedir? ¿Se lo van a inventar o cómo lo van a hacer?»

T.E., afectada de Gedescoche

Poco después, comenzó a sospechar: «Hace un mes y pico, se me rompió una luna del coche, pero yo no tenía certificación del seguro. Pedí cita para arreglarlo, pero el seguro no aparecía por ningún sitio y me empecé a asustar al pensar que igual llevaba un año sin seguro. Me metí en internet y vi todo lo que estaba pasando. En ese momento, llamabas por un siniestro y te decían que no te podían atender».

«Hace poco les contacté pidiéndoles información sobre cómo se iba a solucionar esto porque hace tiempo les solicité zanjar el asunto porque no quiero este coche. Creo que no me falta nada por pagarles y lo que quiero es venderlo y comprarme un coche. Hablé con ellos y muy malas formas y me pedían justificantes que ya les había enviado por correo, pero les dije que por Whatsapp yo no iba a enviar absolutamente nada. Así que estoy todas las mañanas con el café actualizando la página del seguro a ver si lo tengo», relata T.E.

Además, esta afectada de Alicante denuncia que «por su parte ha habido varios incumplimientos de contrato»: «Para empezar, a partir del séptimo mes yo podía ejercer mi derecho a compra y no lo han cumplido. También me preocupa que, si no tienen constancia de los pagos, ¿qué me va a reclamar esa gente? ¿Cuánto dinero me van a pedir? ¿Se lo van a inventar o cómo lo van a hacer? ¿Me voy a tener que comer el coche durante años sin poder utilizar lo que he pagado para comprarme otro? Estoy perdida, la verdad».

Además, coincide con la mayoría de personas que se encuentran en su situación: «Se han puesto en contacto conmigo de una manera no legal y sin ningún sentido, por Whatsapp, sin ninguna formalidad. Es increíble. Te envían números de cuenta. Les dije que tenía que ejercer la compra y nunca jamás me han hecho caso. Me prometieron enviarme la documentación y nunca llegó. Están incumpliendo por completo. Ellos solo quieren que ingreses cuotas».

«Tengo que viajar a Valencia porque tengo problemas de pulmón y mi tratamiento es allí y tengo que estar alquilando coches»

A.R., afectado de Gedescoche

Por su parte, A.R., otro afectado, de Sevilla, ya ha presentado una demanda por incumplimiento de contrato. «Las cosas no nos cuadran. Nos tienen sin documentación, sin papeles, tengo problemas con el seguro… Primero contacté con la OCU y a los afectados no nos han dado ninguna ayuda. Yo solo quiero que se solucione esto. Yo llevo 40 días sin poder coger el coche. Tengo que viajar a Valencia porque tengo problemas de pulmón y mi tratamiento es allí y tengo que estar alquilando coches y dejar el otro encerrado», lamenta este cliente.

¿Una demanda colectiva?

Y es que, en el caso de Gedescoche, numerosos clientes de esta filial de Gedesco Finance declarada en concurso de acreedores, ya han comenzado a alzar la voz ante la desaparición de la estructura de una empresa dedicada a la concesión de créditos a cambio de la titularidad de vehículos cuya propiedad se encuentra en un limbo legal.

Ante esta situación y la ausencia de respuestas, los afectados están comenzando a plantear unirse para presentar una demanda colectiva para recuperar sus coches y cancelar sus préstamos. La movilización comenzó a través de las reseñas de Gedescoche en Google y ya se está expandiendo a distintos canales de difusión en los que los clientes plantean su respuesta ante esta situación.

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