La Comunidad Valenciana tiene el 19% de los votos del Sabadell para impedir que BBVA le quite la sede a Alicante
El banco Sabadell, que duplicó en 2011 su tamaño al adquirir la Caja del Mediterráneo (CAM), tiene 40.000 accionistas a los que les afecta el efecto sede tras el desmantelamiento del sistema financiero valenciano
La decisión de que BBVA y Sabadell se fusionen estará supeditada a la decisión que tomen sus accionistas en una junta extraodinaria de accionistas. Los que tienen derecho a voto se pueden clasificar de muchos modos. Una forma es diferenciar nacionales de internacionales aunque así se pierden matices que en este caso son especialmente relevantes. No es lo mismo ser de Bilbao o de Alicante en esta fusión.
Pese al enorme tamaño y diversificación que tienen ambas entidades hay un peso relevante y muy significativo que tendrá su efecto en el hecho de que una de las juntas extraordinarias (si se llega a ello) tendrá que celebrarse en Alicante, que es donde el banco Sabadell tiene su sede social.
El 19% de los accionistas del Sabadell son de la Comunitat Valenciana. En total, son 40.000 los propietarios vinculados con el territorio donde la entidad presidida por Josep Oliu tiene la sede social, lo que los convierte en una palanca relevante dentro del mapa de factores que pueden influir en la decisión que tome el conjunto de accionistas.
Esta concentración de peso de la Comunitat Valenciana en el Sabadell se debe a que durante el proceso de concentración bancaria de las cajas de ahorros, la cuarta entidad de esta clasificación, que era la Caja del Mediterráneo (CAM), pasó a integrarse en el que por entonces no era más que un banco mediano-pequeño que duplicó su tamaño con el crecimiento en la Comunidad Valenciana y Murcia, que era donde la caja de ahorros amarilla tenía mayor capilaridad.
Esto ocurrió después de Miguel Ángel Feránandez Ordóñez (MAFO) soltara que la CAM era «lo peor de lo peor». Aquel calificativo reiteradamente negativo contrastó con la apuesta que el Sabadell tuvo en los años posteriores en Alicante, en los que tildó reiteradamente de acierto su apuesta por la CAM. En aquel contexto es donde se fraguó que los alicantinos, y por extensión valencianos, castellonenses y también murcianos, incluyeran las acciones de Sabadell en su cartera de inversión.
En el momento de la absorción de Banco Sabadell a la caja de ahorros CAM ambas eran entidades de tamaño muy similar. El banco estaba focalizado en empresas mientras las cajas, como todas aquella época, en las hipotecas. El resultado, por tanto, es que en el inicio de esta adquisición (Sabadell ha seguido creciendo tras digerir la CAM) hay una base de clientes muy relevante ubicado especialmente en la provincia de Alicante (que es la cuarta provincia más poblada de España) y por extensión en las provincias de Valencia, Murcia y Castellón.
Esta concentración bajo un mismo paraguas del 19% de los accionistas es especialmente relevante en el Sabadell por su propia estructura accionarial. El primer accionista es el inversor mexicano David Martínez Guzmán, que controla el 3,56% del capital y ocupa la única silla de consejero dominical mientras los fondos Blackrock y Dimensional Fund Advisors superan el 3%. Entre los tres no tienen ni la mitad que el conjunto de accionistas del Sabadell en la Comunidad Valenciana.
Reacción ‘in crescendo’ de defensa de la sede social en Alicante
El anuncio de que el BBVA quiere realizar una fusión con el Sabadell cogió a pie cambiado en Valencia donde, durante una fase muy inicial y rápidamente arrepentida, se dudó de que existiera capacidad de influencia en el BBVA para que la operación pudiera realizarse manteniendo la sede social en Alicante. De hecho, se alegó incluso que había que priorizar «la libertad de mercado», que es una cuestión que el PP a nivel nacional ha defendido.
La batalla de la Comunidad Valenciana está en mantener la sede en Alicante, por que es donde el factor sede tiene un factor relevante y con un peso del 19% existe músculo suficiente como para hacer ruido. De hecho, la votación similar más cercana en la zona fue la que protagonizó Banco de Valencia en febrero de 2013, cuando Caixabank se hizo con el 98,9% de las acciones que tenía el FROB. Entonces, estos dos actores tenían la votación ganada y de ellos dependía una decisión o la contraria mientras que el resto (los minoritarios tenían el 1,1% de las acciones) sólo tuvieron derecho al pataleo.
Agnés Noguera, consejera delegada de Libertas 7, exponente de la burguesía valenciana y ex consejera del Banco de Valencia, decía en un artículo publicado en Economía Digital el mes pasado que una de las debilidades que tiene la Comunidad Valenciana es no contar con entidades financieras propias. «Tras la crisis financiera ya no contamos con sistema financiero propio suficientemente robusto. Si bien es cierto que dos grandes bancos españoles están domiciliados en la Comunidad Valenciana, sus centros de decisión desgraciadamente no se ubican ni en Valencia ni en Alicante», aseguraba.
La propuesta de fusión de BBVA indica: «Dada la relevancia de Cataluña tanto para Banco Sabadell como para BBVA, la nueva entidad, desde una posición de mayor fortaleza, incrementaría el apoyo al tejido empresarial, cultural, científico y social a través de la actividad bancaria y de sus respectivas fundaciones. Además, el nuevo banco tendría una doble sede operativa en España, una de ellas en el centro corporativo de Banco Sabadell en Sant Cugat, y reforzaría el papel de Barcelona como hub europeo para las empresas más innovadoras y disruptivas del mundo».
Ni palabra de Alicante o la Comunidad Valenciana, que es otra de las zonas donde el Sabadell tiene especial penetración en el mercado y, además, sensibilidad por el territorio y el hecho de que la sede esté ubicada en Alicante.
La reacción política y empresarial en la Comunidad Valenciana tras conocerse la intención del BBVA se ha ido paulatinamente agrupando para la defensa de la sede social del Sabadell en Alicante. El hecho de que el cambio en la ubicación de la sede social de Banco Sabadell se produjera durante la deriva independentista es innegable. Igual que lo es que la elección de Alicante para la sede social se debió al fuerte arraigo del Sabadell en la Comunitat Valenciana, que con 40.000 accionistas, tendrán el 19% de los votos si se convocara la junta general de accionistas extraordinaria para decidir si Alicante sigue o no teniendo un banco del Ibex domiciliado en su ciudad.