El lobby de Juan Roig rectifica a su presidente Boluda: No quieren cupo catalán

Los grandes empresarios valencianos (AVE) recriminan al secretario de estado de Política Territorial y ex conseller de Hacienda de Ximo Puig que el PSOE viva en la confrontación y piden la cabeza de Yolanda Díaz

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Las palabras de Vicente Boluda aceptando el cupo catalán si ello permitía abrir el debate de la infrafinanciación que sufre la Comunidad Valenciana chirriaron enormemente entre los socios de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), el lobby que tiene al presidente de Mercadona, Juan Roig, de referente y al naviero de presidente.

Sus declaraciones, dichas antes de iniciar una comida a puerta cerrada con Arcadi España, actual secretario de Estado de Política Territorial y anterior conseller de Hacienda cuando Ximo Puig era el presidente de la Generalitat, fueron justo en línea contraria de lo que hasta casi una veintena de empresarios dijeron en sus intervenciones durante la reunión, según explican las fuentes consultadas. El rechazo a los privilegios de los catalanes es rotundo.

Aunque la oposición de los socios de AVE a las palabras de Boluda no ofrece dudas, el enfado de los grandes empresarios por lo dicho provocó respuestas de distinta graduación. Lo que dijo es que para abordar la financiación autonómica «si tiene que ser a través del cupo catalán o del cupo vasco o del cupo de París, pues bueno, qué vamos a hacer».

Hay quien estas palabras las enjuaga con la sorna propia en las declaraciones de Boluda, que no se rige por la corrección política y es habitual que sintetice en palabras más gruesas, y otros añaden el matiz que lo cambia todo: «Pero es que no me hace ninguna gracia».

Antes de que empezara el debate con Arcadi España, Boluda dijo que «nosotros, en principio, estamos de acuerdo con todas las palabras que ha dicho el secretario de Estado y lo que queremos es que se negocie». Una vez los socios cogieron el micrófono, los mensajes que lanzaron mostraron el profundo rechazo de los empresarios valencianos a la crispación de la que culpan «a todos los políticos, pero, especialmente al PSOE de Pedro Sánchez, que es el que está gobernando».

La mayor crítica a Arcadi España es que le recordaron su talante y que fue un defensor alienado con AVE en la defensa de la infrafinanciación de la Comunidad Valenciana mientras que «ahora no respondió a ni una de las preguntas que se le hizo«. «Todo lo que ha hecho es intentar congraciarse», apunta una de las empresarias presentes, que añade: «Todo es por el bien de país, decía». En síntesis: «No pinta nada. Aquí defendía una cosa y ahora en Madrid tiene otras prioridades y nos pide que no les llamemos catalanistas a todos los catalanes y que el cupo vaso ya marcó el camino».

Otras voces más irritadas inciden en que aceptar el cupo catalán «no va en la línea de pensamiento que tenemos en AVE». De hecho, del «nosotros, en principio, estamos de acuerdo con todas las palabras que ha dicho el secretario de Estado», este socio del lobby pasa a decir que «a Arcadi se le recuerda con cariño porque era interlocutor válido y defendía muy bien la Comunidad Valenciana y ahora nos ha causado sorpresa y, especialmente, indignación, porque ahora nos quiere hacer comulgar con ruedas de molino«.

La crispación que genera la posición de Pedro Sánchez con los independentistas catalanes fue otro de los reproches que se volcaron contra Arcadi España. Según relata uno de los socios de AVE, el tema que más preocupa es la «incapacidad de los políticos para ponerse de acuerdo». La culpa es «de todos pero, especialmente, del que gobierna», añade.

Este socio recuerda que la última reunión de AVE antes del verano fue con Juan Bravo, vicesecretario económico del PP, y que causó «muy buena impresión». «Arcadi es sensato y moderado. Ha hecho un discurso bonito pero la realidad es que hay confrontación», opina. «Juan Bravo antes del verano hizo un discurso conciliador y moderado», recuerda. «Los dos son socialdemócratas, uno de izquierdas y otro de derechas», añade. El problema, por tanto, lo sitúa en que aunque los discursos económicos de los partidos permiten el consenso hay una confrontación imparable en la política que impide el progreso que permitirían los pactos.

El absentismo y la cabeza de Yolanda Díaz

Aunque el cupo catalán y la financiación es el debate a flor de piel que tienen los empresarios, cuando la conversación con ellos se alarga desembocan todos en los problemas de su compañía. «Me preocupa el precio del petróleo y la guerra de Ucrania y claro que me preocupa Cataluña porque todos tenemos clientes en Cataluña y nos afecta a nuestro negocio», explican.

El problema que más se repite tiene que ver con el mercado laboral. De manera genérica, el lobby de Juan Roig (de hecho el presidente de Mercadona también lo mencionó) es el absentismo. Con mayor concreción en el asunto laboral, el problema se llama Yolanda Díaz. «No nos pueden decir que seamos más productivos y que a la vez trabajemos más», apuntaron. Los más encendidos, directamente le pidieron al secretario de Estado del PSOE que se cesara a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

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