Vuelta a la casilla de salida: qué implica la caducidad de la ATE para el nuevo Mestalla y el Valencia CF

La Generalitat, el Ayuntamiento de Valencia y el club de Peter Lim tendrán que negociar para que el nuevo estadio vea la luz, mientras el Mundial se aleja de la ciudad

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El Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) notificó este viernes sendas sentencias por las que se deniega la prórroga y se declara la caducidad de la Actuación Territorial Estratégica (ATE) sobre el viejo y el nuevo Mestalla. Esta decisión judicial, en la práctica, significa que las obligaciones y los beneficios urbanísticos y burocráticos concedidos al Valencia CF decaen.

Ahora, la operación que comenzó con el inicio de las obras del nuevo coliseo valencianista en 2007, hace nada menos que 17 años, se convierte en una «hoja en blanco» sobre la que las administraciones implicadas, Generalitat y Ayuntamiento de Valencia, y el promotor de las obras, el club ahora de Peter Lim, deberán acordar y plasmar las nuevas condiciones, según explican a Economía Digital fuentes conocedoras de este proceso.

Y todo ello con la decisión sobre el Mundial que acogerá España, junto a Marruecos y Portugal en el año 2030 a la vuelta de la esquina, lo que hace prever que Valencia tiene cada vez más difícil acabar siendo escogida como una de las sedes, más aún cuando se trata de un mundial con tres países anfitriones y otros tres estados que acogerán los primeros partidos: Uruguay, Argentina y Paraguay.

En concreto, la Sección Primera de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) ha desestimado los dos recursos interpuestos por el Valencia Club de Fútbol SAD contra las resoluciones de la Generalitat Valenciana que denegaban la prórroga y declaraban la caducidad anticipada, respectivamente, de la Actuación Territorial Estratégica (ATE) que afectaba al antiguo y al nuevo estadio de Mestalla.

Los magistrados establecen en dos sentencias notificadas este viernes a las partes que el club incurrió en diversos incumplimientos en este plan urbanístico, aprobado definitivamente por el Consell en febrero de 2015, y suscrito en un convenio entre ambas partes en abril de ese año.

Por su parte, el Valencia CF solicitaba al tribunal que autorizase la reorganización de las distintas fases de la ATE en los plazos expuestos en la propuesta para terminar el nuevo Mestalla presentada el 8 de marzo de 2022 por Peter Lim.

¿Qué obligaciones y beneficios establecía la ATE para el Valencia CF?

La ATE se aprobó mediante acuerdo del Consell el 29 de junio de 2012, por el que la Generalitat Valenciana declaró actuación territorial estratégica (ATE), el proyecto denominado Valencia Dinamiza, presentado por el Valencia Club de Fútbol y la mercantil Newcoval S.L. La vigencia era de diez años, ampliable a 15 si se cumplían determinados requisitos que Generalitat y Ayuntamiento han declarado incumplidos y sobre los que ahora la justicia se ha pronunciado a su favor.

La propuesta de ATE presentada por los promotores planteaba un proyecto empresarial de gran magnitud de impacto supramunicipal sobre
dos ámbitos territoriales de suelo urbano de la ciudad de Valencia: la zona del antiguo Mestalla, de uso residencial plurifamiliar, y la zona ‘Corts Valencianes’, calificada en el planeamiento como dotacional deportivo privado y público, en la que se proyectaba la implantación del nuevo estadio.

Los objetivos de la ATE eran dotar a la ciudad de Valencia y a su área metropolitana de espacios comerciales de elevada calidad y diferenciación que permitieran completar y poner en valor uno de los mejores estadios de fútbol de la Unión Europea, con capacidad de acogida para eventos deportivos de primer rango europeo y mundial.

También, crear nuevos espacios de centralidad urbana y territorial que contribuyeran al equilibrio de la ciudad y su entorno mediante la implantación de usos y actividades comerciales, educativas, hoteleras, asistenciales, culturales y financieras relacionadas con firmas de elevado prestigio internacional.

Asimismo, asociar el espacio del nuevo campo de fútbol a otros espacios como Feria Valencia y el Palacio de Congresos, y, en general, con los usos y actividades del eje territorial estratégico de la CV-35 (autovía de Llíria-Ademuz) para potenciar el turismo.

Finalmente, mejorar la ordenación actual y desarrollar un ámbito estratégico para la ciudad de Valencia como lo es el espacio del antiguo Mestalla, como un gran elemento de conexión del ensanche de la ciudad con la Avenida de Aragón, los espacios del entorno de Blasco Ibáñez y los del norte de la ciudad; y aumentar la superficie de zonas verdes y las conexiones con la infraestructura verde urbana y con la huerta y los espacios marítimos.

También tenía fines económicos. En concreto, la declaración de la ATE contemplaba que la actuación generaría una renta de unos 1.191 millones de euros y 3.433 empleos, y, por tanto, si se cumplían las previsiones del promotor el impacto en cuanto a generación de renta y empleo sería de trascendencia supramunicipal.

Las fases de la ATE que debía cumplir el Valencia CF

En lo relativo a las fases de ejecución de la ATE, la primera de ellas, con un plazo de tres años desde la entrada en vigor del plan, contemplaba la demolición de las dependencias municipales en desuso ubicadas junto al viejo Mestalla. Un punto que sí se cumplió.

A continuación, la ejecución de la fase 1 de la urbanización de dicha zona, así como la construcción de un hotel. En la fase II, con otros tres años de plazo, se estipulaba la ejecución de las medidas correctoras indicadas en el Estudio de Movilidad de la zona del nuevo estadio; la urbanización del entorno del nuevo Mestalla, así como la finalización de las obras y puesta en marcha del nuevo estadio, la ejecución del terciario de esa zona y la construcción de un polideportivo para el barrio de Benicalap.

Dos años más tenía el Valencia CF para la demolición del actual estadio; la ejecución del terciario y aparcamientos en el subsuelo del nuevo Mestalla y nuevas medidas correctoras establecidas en el Estudio de Movilidad. Finalmente, otros dos años para la construcción progresiva de las edificaciones sobre rasante de la parcela del viejo estadio.

En cuanto a los compromisos asumidos en el convenio por la Generalitat, tenía la obligación de actuar «en la resolución de cuantas cuestiones, solicitudes y expedientes se planteasen en la ejecución de la ATE, con arreglo a los principios de colaboración y celeridad«.

La nueva propuesta de Lim

El Valencia CF, ya con Lim como máximo accionista, propuso un nuevo calendario que incluía la finalización del diseño del proyecto del polideportivo durante el año 2021; iniciar la construcción del polideportivo y de las instalaciones deportivas auxiliares en 2022, que deberán estar terminadas en diciembre de 2023; continuar con la tramitación para la aprobación definitiva de los proyectos pendientes, así como obtener cuantas licencias fueran necesarias para retomar los trabajos de construcción del nuevo Mestalla.

Proponía Lim retomar las obras de construcción del Nuevo Mestalla a mediados de 2024, una vez terminada la temporada deportiva 2023-2024, cuya finalización y puesta en marcha estaría prevista para mediados de 2026 y, en cualquier caso, con antelación al inicio de la temporada deportiva 2026 -2027.

Además, en un plazo de 2 años desde la terminación y puesta en marcha del Nuevo Mestalla: la demolición del actual estadio; la construcción del hotel sobre la parcela de las dependencias municipales en desuso, simultáneamente a la ejecución de las obras de demolición del actual estadio; la ejecución del terciario y aparcamientos en el subsuelo, en ambas zonas, entre otras actuaciones.

Un nuevo plazo de dos años más desde la demolición del actual estadio para la construcción progresiva de las edificaciones destinadas a uso
residencial, entre otros, en la zona del antiguo Mestalla.

La entonces Conselleria de Economía Sostenible del Gobierno del Botànic denegó este nuevo plan al considerar que no se justificaba de ninguna manera dicha prórroga y que ni siquiera se habían cumplido actuaciones de las fases 1 y 2. Y esta decisión llevaba a la irremediable caducidad de la ATE que el Valencia CF recurrió y que ahora el TSJCV estima.

El club basaba sus alegaciones en la inactividad del Ayuntamiento de Valencia en la gestión de la ATE; las consecuencias derivadas de la pandemia
ocasionada por la covid-19; y las dificultades sufridas por el club para obtener financiación para ejecutar dichas actuaciones.

«En suma, el Valencia Club de Fútbol incumplió, por causas únicamente imputables a él y no al Ayuntamiento de Valencia, la referida
obligación de construir, en el improrrogable plazo de tres años previsto en la fase I de la ATE, el aludido hotel icónico sobre la parcela de la zona del antiguo Mestalla. Consta también acreditado el incumplimiento por el promotor de la ATE de la fase II. Ninguna de las obligaciones
asumidas por el Valencia CF relativas a esa fase ha sido ejecutada
por el mismo durante los plazos establecidos al efecto», reza la sentencia.

En cuanto a las dificultades de financiación que aludía el club, el tribunal explica que «tampoco puede considerarse una causa que permita justificar el incumplimiento de sus obligaciones relativas a la ejecución de la ATE» porque «la ATE propuesta por el propio club conllevaba la realización de una elevadísima inversión económica, siendo precisamente designado promotor el Valencia CF en atención a su capacidad para hacer frente a dicha inversión, por lo que no puede ahora aducir esas dificultades para obtener financiación como justificación del incumplimiento de las actuaciones de la ATE».

Finalmente, alegaba también el club valencianista que la denegación de la prórroga de plazos solicitada es contraria al interés general. «Sin embargo, la Sala considera que lo que el interés general demanda es la pronta ejecución de las actuaciones previstas en la ATE, que el Valencia CF ha incumplido y no ha acreditado poder llevar a cabo», concluye.

Por todo ello, esta actuación estratégica y sus ventajas urbanísticas y burocráticas decaen y tendrán que ser los actores implicados los que, de nuevo, tantos años después, vuelvan a acordar el marco por el que debería acabar construyéndose la nueva casa de un club que en 2019 celebró un centenario que los gestores de la venta del club y la nueva propiedad prometieron que se celebraría ya sobre el nuevo coliseo valencianista.

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