Ford vuelve a abrazar el diésel
Mazón, la patronal CEV y los sindicatos UGT y Comisiones Obreras tendrán monográficos para abordar el empleo en la automoción y la logística ante la incertidumbre que mantiene el futuro de Almussafes
Ford ha vuelto al diésel. Mientras Toyota ha removido los cimientos sobre los que se proyectaba la electrificación de la automoción y los movimientos en el Parlamento Europeo alientan un debate sobre la fecha de 2035 para el fin de los motores de combustión, la marca americana anunció ayer un paso que no va a hacia la electrificación completa. Y ello implica mantener un pie en el motor de combustión. En concreto: Diésel.
La nueva Transit Connect que venderá Ford a partir de este verano, y que viene a sustituir con producción turca el modelo que se ensambla en Almussafes, supone un cambio sustancial en el discurso que había mantenido la automoción en Europa durante los últimos años. El modelo se presenta con una versión híbrida que alcanza los 110 kilómetros de autonomía, lo que supone un rango mucho más elevado que los modelos actuales con tecnología híbrida. Además, se ofrece la clásica versión de combustión.
«Los clientes también pueden elegir un motor turbodiésel EcoBlue de 2,0 litros con dos potencias. El nuevo sistema de tracción a las cuatro ruedas se ofrece con el motor de 122 CV y una caja de cambios manual de seis velocidades; los clientes también pueden especificar el mismo motor con una transmisión automática de doble embrague y siete velocidades para obtener unos cambios rápidos y suaves sin pérdida de par motor. La variante de 102 CV está equipada con una caja de cambios manual de seis velocidades y es sólo de tracción delantera. Ford Pro espera una eficiencia de combustible altamente competitiva de tan sólo 4,8 l/100 km para ayudar a los clientes a reducir los costes de carburante«, apunta Ford en su nota de prensa.
La propuesta, tanto por la parte de la versión híbrida como por la vuelta al diésel, supone un cambio en el discurso de la electrificación que se había implantado en Europa especialmente desde la pandemia. Hace dos años se presentó la Transit Tourneo Connect, la furgoneta más pequeña para particulares con versiones gasolina y diésel mientras el año pasado se desveló el Explorer, un SUV 100% eléctrico ligeramente más pequeño que el Kuga.
Desde entonces, el camino único que tenía Ford era el de la electrificación aunque los tiempos en la automoción permiten productos no 100% eléctricos antes de que entre en 2035 la prohibición de la venta de este tipo de vehículos. La vida habitual de un modelo de automoción es de ocho años por lo que la nueva Transit Connect podría alargar su vida hasta 2032, tres años antes de que expire el plazo para vender coches de combustión.
El modelo, además, incorpora una versión híbrida enchufable con una muy considerable autonomía. «El avanzado sistema de propulsión híbrido enchufable (PHEV) ofrece una autonomía eléctrica objetivo altamente competitiva de 110 km, así como carga estándar de CA y CC», apunta Ford.
La propuesta de Ford llega después de que Toyota haya ahondado en las dudas que ofrece la electrificación. El ex presidente de Toyota, Akio Toyoda, sostiene que el coche eléctrico sólo supondrá el 30% del mercado automovilístico mientras abre la puerta al mantenimiento del motor de combustión y a nuevas tecnologías ligadas al hidrógeno.
Mientras tanto y tal y como publicó Euractiv, el Partido Popular Europeo promete revisar la eliminación del motor de combustión previsto para 2035. La promesa se produce a las puertas de las elecciones que se celebrarán entre el 6 y el 9 de junio de este año.
Preocupación en patronal y sindicatos con la automoción
Este cambio de rumbo en Ford mantiene la incertidumbre sobre el futuro de Almussafes, factoría que ganó el pulso con los alemanes de Saarlouis para la adjudicación de la GE-2, la plataforma evolucionada sobre la que actualmente se monta el Mustang Mach-e.
Mientras la dirección en Detroit sigue sin dar señales para la producción en Almussafes, el gobierno valenciano, la patronal CEV y los sindicatos UGT y Comisiones Obreras decidieron ayer hacer un monográfico sobre automoción.
Ana García, secretaria general de Comisiones Obreras, mostró ayer su preocupación no sólo por el futuro de Ford sino de «todas las empresas» de la industria de la automoción y de la logística.
Ismael Sáez, su homólogo en UGT, aseguró que a nivel sindical «es difícil hacer más de lo que hemos hecho para la decisión de invertir en el vehículo eléctrico». «Ahora parece que no saben qué energía va a ver la elegida», lamentó.
Carlos Mazón, presidente de la Generalitat, además de confirmar que el uno de los focos del diálogo social estará en la automoción, apuntó que compromiso es «dar una reacción lo más rápida posible» cuando exista algún anuncio de Ford sobre el que reaccionar.