Ford busca proveedores en Portugal y Marruecos y recela de Europa del Este

Ford no exigirá como hace Volvo que los proveedores estén a 500 kilómetros como máximo ni se marca un porcentaje mínimo de piezas de países low cost como Stellantis

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La reunión en la que Ford anunció a 80 proveedores que el nuevo modelo de Almussafes se montará sobre la plataforma C2 que actualmente utiliza el Kuga trajó también una recomendación sobre dónde se tienen que producir las piezas. Ford indicó que fabricar en Portugal y en Marruecos lo consideran una buena decisión mientras que la producción en países de Europa del Este como Rumanía o Hungría ya no está de moda.

La postura de Ford, tal y como explican a Economía Digital fuentes que estuvieron invitados a la reunión de la semana pasada, no tiene una norma escrita rígida pero lo que entendieron los proveedores es que Ford no va a ser ni como Volvo ni como Stellantis.

Volvo ha avisado a los proveedores que va a medir la huella de carbono que tiene las piezas que se entregan en sus fábricas de manera que se tiende a vetar a aquellos proveedores que transporten sus piezas desde miles de kilómetros. Recientemente, Francisco Segura, CEO del Grupo Segura, ya alertó que el plan estratégico de Volvo apunta que no aceptará piezas producidas a más de 500 kilómetros.

En la charla de Ford con los proveedores no se puso un límite de kilómetros pero sí que se amplió el radio deseable hasta incluir a Portugal y a Marruecos. A la industria del país luso se la identificó como eficiente y una buena opción para rebajar el coste laboral sin incrementar excesivamente el coste logístico. «Portugal es como Europa del Este», aseguran que fue la conclusión al analizar costes y calidad pero puntualizando que tiene un menor coste logístico.

Marruecos, sin embargo, se igualó a Asia. «Lo identifican como un país sin tecnología pero que puede ser interesante para producir», explican los presentes en la reunión de Ford. A esto se une la previsión trasladada de que el Corredor Mediterráneo estará terminado en 2030. Esto permitiría el transporte en tren desde el puerto de Algeciras hasta la fábrica Almussafes (con conexión directa al Corredor). Como los vehículos que se van a lanzar empezarán en 2027 y, habitualmente, suelen tener una vida de ocho años, desde Ford se contempla que las piezas hechas en Marruecos tengan el ahorro en costes que supone el transporte ferroviario.

El mensaje fundamental que se envió es que «el transporte va a seguir subiendo» por lo que aunque no se plantearon vetos se formularon los problemas que tiene producir en Asia. «Tampoco dijeron que vaya a existir un porcentaje de piezas que tengan que venir de países de bajo coste, como hace Stellantis», explican los proveedores que conocen las especificaciones habituales de los OEM (fabricantes de coches).

En este contexto, la posibilidad de aceptar piezas hechas en España fue planteada por Ford como una alternativa deseable mientras se marcaba una doble exigencia. Por un lado, se insistió que el precio iba a ser clave. Por otro, que la calidad era tan irrenunciable que no se aceptarían fallos. Y, a partir de ahí, que cada proveedor haga números.

La fábrica de Ford Almussafes es reconocida como de las mejores de la compañía en todo el mundo especialmente por su capacidad para lanzar nuevos modelos. De hecho, en el último lanzamiento de la Transit Connect que Ford se la ha quitado a Almussafes para fabricarla en Turquía hubo problemas con la cadena de suministro que no ocurren en Almussafes.

Ford trasladó a los proveedores candidatos a suministrar piezas directamente, los llamados TIER1, que no tenía dudas con ninguno de ellos. El estricto control al que los someten garantiza, según Ford, que no pueda haber fallos. De hecho, el problema en el lanzamiento en Turquía no fue de un TIER1 sino de un TIER2 (un proveedor de un proveedor de Ford). «Nos dijeron que ellos no controlan a los TIER2 y TIER3 como lo hacen con los TIER1 por lo que teníamos que ser nosotros los que los controláramos«, sacó como con conclusión uno de los proveedores presentes en la presentación de Ford.

Los mensajes más repetidos a los proveedores fueron que las piezas tienen que ser baratas y que había que garantizar el suministro de las piezas. Tras esta reunión, se ha producido el pistoletazo de salida de la construcción del nuevo vehículo. La reunión se planificó que durara tres horas y acabó antes de tiempo. Nadie preguntó por qué iba a pasar con el actual Kuga durante estos lanzamientos pero con los dos mensajes fundamentales (que el coche se monta con la plataforma C2 que usa el Kuga y las preferencias sobre la ubicación de los proveedores) ya se da, por fin, por iniciado el proceso para lanzar el nuevo vehículo llamado a hacer renacer a la industria automovilística valenciana.

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