Ford Almussafes consolida su dependencia de los ERTE hasta que Jim Farley adjudique nuevos modelos

La factoría valenciana sólo fabrica 350 Kuga al día y necesita suspender el empleo a varios centenares de trabajadores adicionales a los 500 que cada día se someten al ERTE

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La factoría de Ford Almussafes se ha hecho adicta a los ERTEs. No puede vivir sin esta ‘respiración asistida’ que no ha sido capaz de corregir en el corto plazo mientras los problemas que se le iban a sumar en el medio plazo ya están a la vuelta de la esquina. Le sobran trabajadores para la carga de trabajo actual del Kuga, sólo 350 unidades al día, más los que se van a tener que desligar de la factoría cuando la furgoneta Transit Connect acabe (y para eso falta ya menos de un mes). Mientras tanto, el horizonte eléctrico o híbrido sigue intangible a la espera de la reunión del miércoles que viene traiga la buena nueva.

Economía Digital desveló ayer que la ansiada reunión con Jim Farley, presidente mundial de Ford, se celebrará el 27 de marzo en Inglaterra. No hubo tiempo para disfrutar que se acerca el anhelado anunció de nueva producción ya que automáticamente se activó la necesidad de prorrogar el ERTE. En el momento en el que UGT tiene la más mínima información de que la negociación puede avanzar, la dirección de recursos humanos de Ford Almussafes convoca una reunión para alargar el ERTE.

El actual expediente de regulación de empleo se inició con la propuesta de Ford de dos meses y medio de expediente para 750 trabajadores al día. UGT decidió que aceptaría suspender el empleo sólo y únicamente de los que fueran achacables al retraso en la curva de lanzamiento del Kuga (que debería estar en 750 unidades producidas al día). Y cifró en 500 empleos suspendidos al día de máximo. Y dijo que no alargaba la reunión más allá del 28 de marzo porque antes quería certezas.

La respuesta de Ford fue copiar al dictado, por lo menos aparentemente. Tampoco hay ninguna voz marcando el relato. La reunión se ha convocado un día antes de que acabe el ERET y el tope de trabajadores fue el que el sindicato impuso. En la reunión interna de hoy Ford buscará explorar la capacidad de girar la cintura por parte de UGT. El espíritu es resiliente. Tienen el convencimento mezclado con deseo de el esfuerzo por volver a la senda anterior de producciones predecibles es factible. Por ello, es posible que UGT acepte cesiones parciales.

Alargar el ERTE es sencillo. Para empezar, si el ERTE acaba el 28 de marzo ya hay 11 días de gracia. De Viernes Santo a San Vicente no se trabaja en la factoria. Eso viene del traslado de una semana de vacaciones fruto del pacto Pino-Fleming de 2007. Y a partir de ahí quedan sólo entre 7 y 9 días laborales hasta el fin de la Transit Connect y con ella el final de una etapa.

De paso, la dirección de Ford intentará que el ERTE pase a afectar a varios centenares de empleados más al día. Ahora son 500 y Ford ya partió de la base de 750 al inicio de la negociación. Podría recuperar esa cifra o incluso aumentarla.

Después del 17 de abril, fecha prevista para el fin de la Transit Connect que se podría alargar al 19 de abril, vendrá el problema mayor. No hay cifras oficiales porque causa pavor ponerlas encima de la mesa. La regla de tres del automóvil es que por cada coche de producción al día hacen falta dos trabajadores. Se fueron 250 Transit Connect. Sobran 500 empleados. Se van a ir otras 250 furgonetas. La suma se eleva a 1.000. «Y cerrar una plataforma obliga a más excedente de personal», temen los que ven la decadencia de Ford desde la línea de montaje.

A pesar de que el problema en cuatro semanas es notablemente mayor, la urgencia del ERTE sólo se entiende por la extrema depedencia que Ford Almussafes ha interiorizado de los expedientes de suspensión de empleo para su funcionamiento. Consume los permisos de ERTE más rápido de lo que lo tarda en diseñarlos. El 15 de marzo paró la planta de motores y no le quedaban días de ERTE. Ayer 20 de marzo volvió a dejar a los operarios de brazos cruzados mientras esperaba que la confirmación de la visita de Jim Farley permitiera cambiar el gesto de UGT en la negociación de la ampliación del ERTE.

Antes de llegar al miércoles que viene, Ford Almussafes necesita arreglar su excendente de personal y seguir estirando el mecanismo del ERTE para reducir las enormes pérdidas que provoca su baja producción. El deseo es que llegue un plan lo suficientemente convincente como para poder articular nuevos mecanismos que permitan alejarse del ERTE coyuntural como solución estructural y dependiente para el funcionamiento de la factoría.

A nivel político, se sigue a la espera de acontecimientos. Ruth Merino, portavoz del Consell, incorporó ayer al habitual «estamos en contacto permanente con la empresa» una nueva incorporación, ya que también están en línea constante «con los trabajadores». Lo que no cambia es: «Desde luego tienen todo nuestro apoyo». «La empresa ha hecho un grandísimo trabajo», reconoció. «Esperamos que las noticias sean buenas por todo el efecto tractor que tiene», anheló. «Nos mantenemos a su lado», certificó.

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