El ultimatum de MSC por la ZAL cumple un mes sin avance por el Ayuntamiento de Valencia

El equipo de Maria José Catalá está en tensión y pendiente de novedades judicales mientras la consellera Salomé Pradas recuerda que el Ayuntamiento es el responsable y la naviera MSC se reafirma en el plazo concedido de "dos o tres meses"

MSC Gulsun en Puerto Valencia

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La aprobación de las obras de la ampliación del Puerto de Valencia ha supuesto un vuelco de la rutina portuaria. De la parálisis se ha pasado a visualizar que en cinco años estarán atracando buques con el doble de contenedores que los que este año ha recibido el recinto del Grao. Junto con la ampliación del puerto hay avances en infraestructuras como la prolongación del corredor mediterráneo hasta Ucrania, tal y como anunció la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé. La ampliación del puerto no es una actuación aislada sino que que se une tanto a la mejora de la red ferroviaria como a la logística. Esto pone el foco, de nuevo, en la ZAL del Puerto de Valencia.

De la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) de 2007 con la que se construyó el dique de abrigo finalizado en 2012, se había pasado en la ampliación norte del Puerto a un largo enfrentamiento que tuvo el 2 de diciembre de 2022 su aprobación definitiva por parte del consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV). El trámite de la autorización llegó esta semana en el Consejo de Ministros y, automáticamente (cumpliendo los plazos, en este caso, 48 horas para convocar consejo) se inició la tramitación del pliego.

Hasta las 13 horas del 6 de marzo hay plazo para se presenten empresas y, para entonces, ya debería estar concedida, en paralelo, la licencia que MSC pide para la ZAL. Así se comprometió la alcaldesa de Valencia. De las dos parcelas que tiene la primera naviera del mundo para su desarrollo logístico, sobre la que más énfasis pone es en la que quiere instalar una nave frigorífica. La inversión inicial allí era de 30 millones de euros pero ya contempla que el coste si se realiza en 2024 ascenderá a 50 millones de euros por el efecto de la inflación.

La última etapa de esta petición de MSC sobre la ZAL se inició el 13 de noviembre, cuando la naviera anunció que renunciaba a las parcelas que tenía concedidas . Aquello ocurrió cuando la ampliación del Puerto todavía no tenía el ok del Consejo de Ministros, lo que sembró de incertidumbre el futuro de las inversiones de la naviera en Valencia.

La autorización para la ampliación tenía que venir del Consejo de Ministros mientras que la licencia de la ZAL es cuestión del Ayuntamiento de Valencia. Los gobiernos populares tanto de la Generalitat (Mazón) como del Ayuntamiento (Catalá) recibieron con sorpresa el anuncio de MSC de renunciar a la ZAL.

Carlos Mazón, presidente de la Generalitat, y Francisco Lorente, presidente de MSC, hablaron sobre que «MSC da un ultimátum de tres meses a Mazón y Catalá para volver a apostar por la ZAL» y el naviero rebajó el tono. Cambiadas las formas, el fondo del asunto sigue siendo el mismo ya que el plazo se mantiene inalterado.

Consultadas fuentes de MSC por parte de Economía Digital, han confirmado que, efectivamente, la naviera dio un plazo de «dos o tres meses» para resolver este asunto con el Ayuntamiento de Valencia y pasado el primer mes, tampoco han confirmado conversaciones activas con el equipo de gobierno local.

En este sentido, la semana pasada este periódico preguntó en rueda de prensa sobre la ZAL y Juan Carlos Caballero, portavoz del PP en el Ayuntamiento de Valencia, aseveró: «Desde luego, el Ayuntamiento de Valencia está muy contento de que, por fin, después de estar más de un año paralizada la autorización de la ampliación norte del puerto, se pueda desarrollar de forma definitiva. Ya decíamos desde el Ayuntamiento que la ampliación del puerto era una infraestructura a la que no se le podía poner precio por parte de un pacto de gobierno, que era una buena infraestructura para la ciudad, que nos situaba y nos posicionaba en un lugar de liderazgo a nivel europeo y mundial y que era muy importante para Valencia. Este equipo de gobierno quiere que las grandes infraestructuras y las grandes empresas encuentren una ciudad que no sea hostil a la inversión y que se puedan fomentar todos los proyectos que generen empleo y riqueza para esta ciudad».

Pero ahora el problema no está en la ampliación sino en la ZAL. «Si hay alguna novedad, informaremos», apuntó. Pero la consellera de Medio Ambiente, Salomé Pradas, transmitió la presión esta semana: «El Ayuntamiento de Valencia estuvo anunciando que van a intentar agilizar el uso de la zona. En todo lo que podamos hacer, ayudar y apoyar desde la Generalitat ahí estaramos». La cuestión «la licencia es del Ayuntamiento».

Desde el equipo de Maria José Catalá se traslada que se está a la espera y en tensión. Tienen presentes que MSC dio el 20 de noviembre el ultimatum de tres meses y que ya ha pasado más de un mes. «No hay ninguna novedad. Estamos pendientes de si hay novedad», explican. Cualquier movimiento judicial haría replantear la estrategia por lo que la decisión, en estos momentos, parace congelada hasta que que se acerque el final de los tres meses fijados por la naviera, que terminarán el 20 de febrero.

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