Drama en el cierre de Ceracasa: despidos a mayores de 55 años con el paro consumido
Comisiones Obreras urge la aplicación del mecanismo RED de los ERTE mientras teme un efecto dominó de despidos tras el cierre de la histórica azulejera Ceracasa
La histórica azulejera Ceracasa de l’Alcora fundada por Carlos Cabrera fundada en 1984 cierra dejando un drama laboral por el perfil de sus trabajadores. Según explican desde Comisiones Obreras a Economía Digital, la mayoría de los trabajadores supera los 55 años de edad y han arrastrado desde la explosión del Covid una larga lista de ERTEs, lo que ha consumido su derecho a la prestación por desempleo. De este modo, se enfrenta al cierre de la compañía que va a prescindir de todos los trabajadores y a liquidar sin saber que fondos habrá para las indeminizaciones.
La decisión, según explican fuentes próximas a la compañía, es de un cierre completo de la actividad sin vuelta atrás. La Dirección General de Trabajo ha confirmado que el ERE de extinción se ha presentando mientras que desde Comisiones Obreras se cifra en 90 los puestos de empleos que se eliminarán.
El viernes pasado se produjo la primera reunión donde se trasladó a los sindicatos toda la documentación. El primer análisis certifica que la liquidación de los stocks será crítica para conocer el dinero disponsible para hacer frente a las indeminizaciones por despido. Este factor será relevante porque una parte relevante de la plantilla tiene a partir de 55 años, la barrera a partir de la cual se plantean los sindicatos firmar prejubilaciones. «El problema adicional que tenemos que es que llevan muchos ERTEs en los dos últimos años y hay trabajadores que ya han consumido un año de prestación», explica Jordi Riera, secretario general del Hábitat de Comisiones Obreras, que asume en primera persona el mando de esta negociación de liquidación.
Ceracasa, empresa histórica del sector y cuyo fundador Carlos Cabrera es un empresario de referencia en la industria de la cerámica, ha llegado a tener, según fuentes sindicales, hasta 200 empleados en sus puntas de producción pero destaca por la fidelidad de su plantilla. «La caída de la demanda está lastrando al sector», apunta Riera, que teme que tras el cierre de Ceracasa se produzca un efecto dominó.
Las previsiones de la cerámica para la recta final del año son especialmente negativas. «Seguimos oyendo como la baja demanda continúna por lo que intuimos que pueden presentarse más problemas en más empresas del sector», advierten desde Comisiones Obreras.
Por ello, apuntan la necesidad de activar mecanismos que se han pedido de manera reiterada por el sector como el mecanismo RED de los ERTE. Este sistema, que aplica en sectores en reconstrucción y que la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se ha negado a plantear para el azulejo, permitiría formar a los empleados mientras cobran del paro y el sector acomete una reconstrucción industrial.
Para el empleado, además, cuenta con la ventaja de que durante el periodo en el que está en el mecanismo RED de los ERTE no consume su prestación por desempleo y puede permanecer bajo este paraguas hasta un máximo de 24 mensualidades.
El penalizador que tienen ahora los despedidos es, precisamente, que proceden de empresas en las que la producción ha caído y se ha recurrido a los ERTE para capear la bajada de producción. Comisiones Obreras ya incidió en este factor cuando pactó la extinción de todo los empleos de SAS Automotive, proveedor de Ford Almussafes, que cesará su producción en abril y cuyos trabajadores van a recibir como complemento a sus despidos el equivalente a la prestación por desempleo que han consumido mientras la empresa utilizaba el mecanismo del ERTE convencional.