El Club de Encuentro salpica con sus elecciones la paz absoluta en la patronal valenciana
La pugna entre Maties y Martínez Boluda ha hecho posicionarse a Blasco (CEV-Valencia), Puigmoltó (Feria Valencia), Quesada (Pavasal) mientras dentro de tres años se abrirá el debate de sucesión en la CEV si Salva Navarro opta a presidir la CEOE
Los empresarios valencianos tienen y, especialmente, escenifican una absoluta paz en las patronales. Los conflictos internos, cuando surjen, se negocian en la mesa sin romper la unidad empresarial. Se deciden los cargos pactando y huyendo del enfrenamiento. En el Club de Encuentro Manuel Broseta no se ha llegado al pacto y sí a las urnas.
Las polémicas profesionales, como fue la del Colegio de Economistas de Valencia, con Juan Manuel Pérez Mira que se impuso con 758 votos a los 683 que consiguió Leopoldo Pons hace más de una década o, recientemente, los cambios en el Colegio de Ingenieros de la Comunidad Valenciana han quedado circunscritos al ámbito colegial. En el Club de Encuentro Manuel Broseta hay una representación que no está focalizada en un único sector.
Los dos candidatos, Amparo Maties y Francisco Martínez Boluda son abogados pero ambas candidaturas amplían el número de sectores representados. Maties, candidata a la reelección, tiene en su candidatura a Eva Blasco, presidenta de CEV-Valencia, y también a Juan Valero de Palma, presidente de la Asamblea General de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes de España. También está el reconocido periodista Paco Lloret.
Martínez Boluda, por su parte, suma desde constructores de obra pública caracterizados por que habitualmente tenía nula exposición pública, como Alfredo Quesada Ortells (Pavasal), hasta a la directora de Relaciones Institucionales de Feria Valencia, Begoña Puigmoltó, y al decano del colegio de Ingenieros de Telecomunicaciones de la Comunidad Valenciana, Adolfo Montalvo.
A la enorme incertidumbre que tienen ambas candidaturas por el resultado de las votaciones que hoy se realizan se suma el clima que habrá tras la elección. Hay miembros del Club de Encuentro Manuel Broseta que temen que se reproduzcan polémicas similares a las del Colegio de Economistas. De momento, sólo hay un debate focalizado en la presidencia del Club de Encuentro por parte de la élite valenciana pero en tres años habrá que gestionar la sucesión en la CEV si Salvador Navarro oficializara que su apuesta por que Valencia gane peso en Madrid pasa por que él llegue a la presidencia de CEOE.
Los postulados de los candidatos del Club de Encuentro están lejos de este debate. Martínez Boluda lamenta que durante el mandato de su contrincante en estas elecciones entre 70 y 80 socios han causado baja en el Club de Encuentro y el candidato ha señalado en una conversación mantenida esta semana con Economía Digital, en la que se ha mostrado optimista de cara a los comicio, que «los socios quieren cosas cercanas a su realidad, gente muy destacada que les dé caché».
Por ello, aboga por «acercarse a los socios, preguntarles, darles cosas que les gusten». Algo que considera que no se ha hecho en los últimos tiempos porque «ha sido un mandato muy personalista». Además, ha denunciado «cosas irregulares y bastante graves» en el proceso electoral, por lo que no renuncia a impugnar estas elecciones.
Maties, por su parte, se presenta a las elecciones con una candidatura que pretende aunar «experiencia e innovación», con una candidatura «plural» que busca integrar a los socios más jóvenes y, con ello, abordar el «relevo generacional» de la asociación. La letrada, que comenzó su carrera profesional en el ámbito periodístico, afrontaría su tercer mandato de hacerse con la victoria.
En cuanto a la puerta abierta que Martínez Boluda deja a impugnar este proceso electoral, la letrada ha señalado en declaraciones a Economía Digital que el Club de Encuentro «es de diálogo y de encuentro» y, sin embargo, observa «fórmulas que no son propias de la sociedad civil, sino de otro ámbito». «Las cosas se han desarrollado dentro de la legalidad y con la legalidad. Reproducir comportamientos del ámbito político no es apropiado. La actitud no es propia del Club de Encuentro ni de la sociedad civil», zanja.