El plan de Atitlan para el Nuevo Mestalla: dos torres de 20 y 16 pisos con uso hotelero y comercial

El Valencia CF ya ha presentado al Ayuntamiento de la ciudad el proyecto que Atitlan quiere materializar junto al Nuevo Mestalla, que reinició sus obras el pasado 10 de enero. El grupo inversor fundado y dirigido por Aritza Rodero y Roberto Centeno, yerno del presidente de Mercadona, Juan Roig, pretende levantar dos grandes torres de 20 y 16 alturas. Todo ello, con un uso hotelero y de zona comercial.

En concreto, según figura en el Estudio de Detalle sobre el terreno comercial adjunto al nuevo estadio valencianista, adquirido por Atitlan Desarrollos Inmobiliarios (ADI) por una cantidad de alrededor de 30 millones de euros, el plan contempla dos bloques, uno de 20 plantas en la zona más próxima a la Avenida Corts Valencianes y otro de 16 plantas en el extremo hacia la calle Nicasio Benlloch. Se especifica, eso sí, que esta es la idea inicial y máxima -no se superará este tamaño-, aunque se deja la puerta abierta a que se pueda producir algún cambio.

El documento, al que ha tenido acceso Economía Digital y que está firmado por el despacho AIC Equip y presentado al consistorio por el propio club de Peter Lim, explica que «se combinan edificaciones con distinto número de plantas».

«A las alturas ya definidas para el estadio y el polideportivo público, el presente Estudio de Detalle propone para el edificio de usos compatibles una volumetría que se adapta al entorno: el volumen parte de un zócalo común, con una altura variable de planta baja a planta cuarta, del que emergen dos bloques, uno de 20 plantas en la zona más próxima a la Avenida Corts Valencianes y de 16 plantas en el extremo hacia la calle Nicasio Benlloch», desarrolla el documento.

El estudio también detalla la edificabilidad que consumirá el propio Nuevo Mestalla y la de las dos torres de Atitlan. En el primer caso, la edificabilidad consumida por el estadio según la última versión del proyecto remitido por el Valencia CF para la obtención de licencia es de 42.276,00 metros cuadrados, de forma que restarían 41.388,83 metros cuadrados que es la edificabilidad prevista para el proyecto de Rodero y Centeno.

El documento presentado por el Valencia CF al Ayuntamiento que dirige la alcaldesa María José Catalá promete «un área de movimiento de forma que, con sus alturas, permita una distribución volumétrica integrada con el entorno, tanto hacia el ámbito de mayor escala de la Avenida Corts Valencianes y el nuevo estadio, como hacia el ámbito de escala más reducida del barrio de Benicalap».

«También se pretende generar con los espacios libres de la manzana un entorno urbano adecuado, abierto hacia la avenida de Corts Valencianes y hacia el nuevo estadio, de forma que se favorezcan las visuales amplias del estadio, se aprovechen las sinergias entre los diferentes usos y la ciudad gane un espacio dinámico y atractivo«, señala el estudio.

Este espacio que deja ‘libre’ tanto el estadio como las dos edificaciones de Atitlan significará una «plaza abierta hacia la avenida de Corts Valencianes» que «se prolonga en el espacio que discurre entre el estadio y el edificio de usos compatibles de manera que se genera una zona de actividad entre el público del estadio y el de los usos terciarios». En todo caso, la ocupación máxima permitida es del 70% de la parcela.

El estudio también especifica que, como norma general, la separación mínima entre el edificio del estadio y las demás edificaciones en la parcela que alojen los usos compatibles con el deportivo será de 15 metros hasta una altura máxima de 6 metros, aunque se contemplan excepciones que reducirían la separación.

En cuanto a los usos de estos dos edificios, el documento subraya que se permite el uso hotelero y comercial en la parcela, respetando los parámetros establecidos en el Plan ATE. Se excluyen, por otro lado, usos residenciales y ciertos usos terciarios como instalaciones recreativas, excepto las permitidas en el citado plan.

Se da la circunstancia de que el propio Valencia CF, en los renders que hizo públicos para presentar el proyecto del Nuevo Mestalla el día de la reanudación de las obras, ya incluyó las dos torres que ahora muestra al Ayuntamiento, con la misma forma que presentan los edificios de este estudio, pero ya incluso con sus acabados:

Catalá condiciona las licencias a que Lim ponga 11 millones

Atitlan, el grupo inversor fundado y dirigido por Aritza Rodero y Roberto Centeno, compró los terrenos comerciales anexos al futuro nuevo estadio del Valencia CF el pasado mes de mayo en una inversión que cercana a los 30 millones de euros.

La venta de estos terrenos adyacentes ubicados en la Avenida de las Cortes Valencianas implica también la participación de Área Desarrollo, una filial del Grupo Simetría, en la fase de ejecución del proyecto.

Eso sí, entre las cláusulas que el grupo empresarial del yerno de Juan Roig fijó en el contrato para hacerse con el terciario del Nuevo Mestalla se encuentra la exigencia de que esta cantidad deberá ir íntegramente dirigida a la finalización del estadio.

En principio, todo avanza según lo previsto con la vuelta de las máquinas de obra al nuevo coliseo valencianista. De hecho, previsiblemente, el proyecto de Atitlan para el terciario se presentará públicamente próximamente, cumplida la reanudación de las obras.

Sin embargo, según han confirmado fuentes conocedoras del proceso a este diario, la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, quiere ‘mostrar los dientes’ a Peter Lim y esto afecta, indirectamente, al proyecto de Atitlan. El Ayuntamiento no tiene pensado aprobar las pertinentes licencias para que estas dos torres sean una realidad hasta que el Valencia CF de Lim deposite los 11,2 millones de euros que deben ir destinados a la construcción del polideportivo público de Benicalap, una de las exigencias que acompañan a la construcción del Nuevo Mestalla.