Atitlan y su estrategia ‘agro’: busca cultivos de superfrutas en España, Portugal, México, Chile y Perú
La firma de Roberto Centeno ve en estos activos una rentabilidad duradera y atractiva a largo plazo y de cobertura frente a la inflación
Atitlan, el grupo inversor de Roberto Centeno y Aritza Rodero, continúa en su búsqueda de activos con uno de sus principales focos en el sector de la agricultura y, en concreto, a los cultivos de superfrutas y súper frutos secos y ubicados en la península, España y Portugal, y en Latinoamérica, en Perú, México y Chile.
Recientemente, Santander y Atitlan han firmado un acuerdo para la creación de Atgro, una plataforma de inversión global que adoptará la forma de sociedad de capital riesgo dedicada al desarrollo de proyectos agrícolas.
La sociedad ha arrancado con una aportación de 200 millones de euros del banco y de otros 50 millones por parte de la sociedad dirigida por Centeno, aunque esperan dar entrada a inversores para alcanzar un tamaño objetivo superior a 500 millones.
Los proyectos agrícolas de Atgro están gestionados por Elaia, filial de la sociedad del yerno de Juan Roig para sus inversiones en el sector agrícola y de la que Santander pasa a convertirse también en accionista minoritario a raíz del acuerdo. Aunque no tendrá un rol activo sobre las inversiones, el banco aportará su amplio conocimiento local en diferentes geografías y su fuerza comercial.
Recientemente, además, Atitlan concretó su primera operación en Sudamérica. Con una inversión aproximada de 100 millones de dólares, entró en la empresa peruana Ecosac, especializada en la producción de uvas y pimientos.
Según se detalla en la propuesta de valor de este objetivo de inversión, consultada por Economía Digital, Atitlan ve en el sector ‘agro’ una «apuesta por una tendencia global macro».
En concreto, Atitlan se ha fijado en la «agricultura responsable» que pasa por el cuidado del suelo y el control de insumos. Además, han observado que cada vez más grandes inversores institucionales están entrando en este sector.
El grupo inversor también ha observado en sus análisis la existencia de «vientos de cola macroeconómicos» que favorecen la inversión en este sector como la demografía, la seguridad alimentaria y los nuevos hábitos alimentarios, en cuanto a factores de salud, comodidad y tentempiés.
Igualmente, han detectado un incremento de rentas que lleva al consumo de productos de mayor calidad nutritiva y para la salud, que sean cómodos y que sirvan de picoteo, mientras que los recursos son cada vez más escasos.
Atitlan busca en el ‘agro’ una rentabilidad «duradera y atractiva»
En el análisis económico de las inversiones en este sector, Atitlan ha destacado que, como activo financiero, ofrece una rentabilidad «duradera y atractiva» a largo plazo, no correlacionada con otras clases de activos y que, además, actúa como herramienta de cobertura frente a la inflación.
En cuanto al impacto y la sostenibilidad que busca esta firma a través de estas inversiones, destaca la «financiación de las mejoras necesarias para aumentar la producción y reducir los insumos, con el fin de garantizar la seguridad alimentaria a largo plazo».
La estrategia inversora de Atitlan en este sector, según se desprende de sus informes, pasa por la apuesta por cultivos de regadío permanente en Europa, España y Portugal, y en Latinoamérica, con el foco en Perú, México y Chile.
Además, dentro de este ámbito geográfico y de este sector, el grupo inversor centra su foco en los cultivos de superfrutas, como las uvas, el aguacate, el kiwi o las frutas silvestres, así como en los súper frutos secos, como almendras o pistachos.
El estudio de la propuesta de valor de Atgro también detalla que buscan proyectos a gran escala, que generan barreras de entrada y una ventaja competitiva a largo plazo.
Esto, a su vez, permite ganar relevancia y tener equipos de primer nivel, tecnología punta y diversificación geográfica; genera eficiencia mediante la excelencia operativa, la mecanización y la automatización de procesos. Asimismo, estas inversiones contarán con una detallada selección de tierras y variedades para garantizar un mejor rendimiento agronómico y captar una mayor demanda.