La UPV advierte que el crecimiento «alarmante» de la población en Valencia agrava la crisis habitacional

El Observatorio de la Vivienda alerta que se podrían producir asientos informales por el crecimiento demográfico y la escasez de vivienda asequible

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La ciudad de Valencia enfrenta un reto creciente en el sector de la vivienda debido al rápido crecimiento de su población, que ha sumado más de 22.000 nuevos habitantes en el último año. El estudio de la Cátedra Observatorio de la Vivienda de la UPV califica de «alarmante» la situación actual, advirtiendo que el mercado inmobiliario de Valencia no está preparado para absorber la creciente demanda de viviendas asequibles.

Según un informe de la Oficina de Estadística del Ayuntamiento de Valencia, la ciudad ha alcanzado las 830.606 personas empadronadas, impulsada principalmente por la inmigración y el atractivo de la ciudad para personas de otras regiones españolas. Este crecimiento, combinado con un marcado envejecimiento de la población nativa, complica la ya precaria situación habitacional en la ciudad.

El director del Observatorio, Fernando Cos-Gayón, señaló que «el incremento poblacional proyectado para los próximos 25 años, con una previsión de 250.000 nuevos habitantes, generará una presión insostenible en un mercado que ya de por sí enfrenta una crisis de accesibilidad a la vivienda, especialmente para las poblaciones más vulnerables».

Más población con más desafíos

La expansión demográfica ha generado un aumento en la demanda de viviendas, sobre todo en los sectores de bajos ingresos, donde se concentran jóvenes y nuevos inmigrantes que buscan acceder a opciones asequibles.

Por este motivo, una de las medidas que adoptó Mazón en el nuevo decreto del Plan Vive es destinar una partida del 40% a estos colectivos para cualquier promoción, especialmente a los jóvenes, que tienen una capacidad salarial muy inferior a edades más avanzadas con mayor recorrido laboral.

No obstante, los altos precios del mercado inmobiliario, especialmente en zonas céntricas, están obligando a muchos residentes a desplazarse a áreas periféricas, donde el acceso a recursos clave como el transporte y los servicios es limitado. Cómo ya se está viendo, las principales promotoras están ubicándose en municipios como Torrent, Quart de Poblet o Sagunto para satisfacer la ingente demanda.

Además, el informe revela que los precios del alquiler en barrios como Eixample y Ciutat Vella están significativamente por encima de la media de la ciudad, limitando las opciones habitacionales de muchos ciudadanos. Si no fuese poco, la población nacida en Valencia ha descendido en la mayoría de los barrios, alcanzando mínimos históricos, mientras que los nacidos en el extranjero igualan en número a los oriundos de la Comunidad Valenciana.

Hacia un envejecimiento urbano y una desigualdad creciente

Por ejemplo, los barrios de Pla del Real, Algirós y L’Olivereta registran un envejecimiento acelerado, con una edad media que supera los 45 años. Al mismo tiempo, las familias formadas por una o dos personas continúan en aumento en el centro de la ciudad, una tendencia que se ve agravada por los elevados precios del alquiler.

En el primer trimestre de 2024, el precio de un inmueble de nueva construcción en València alcanzó los 3.187 euros por metro cuadrado, lo que representa un aumento del 7% en comparación con el mismo periodo de 2023.

Este panorama de crecimiento y envejecimiento poblacional aumenta la presión sobre un mercado inmobiliario que ya enfrenta dificultades. Según el Observatorio de la Vivienda, la falta de políticas públicas que promuevan la construcción de viviendas asequibles podría derivar en la creación de asentamientos informales, dado que una parte significativa de la demanda no tiene poder adquisitivo suficiente para acceder al mercado formal.

Menos Lamborghini y más realismo

El director del observatorio ha destacado la necesidad de políticas inclusivas que aborden tanto el acceso a la vivienda como la sostenibilidad del crecimiento urbano. «Si no se toman medidas adecuadas, la brecha en el acceso a la vivienda seguirá ampliándose, afectando especialmente a los sectores más vulnerables de la población», ha asegurado.

El informe advierte que, sin una acción decidida por parte de las autoridades, el acceso a una vivienda digna seguirá siendo un desafío creciente en Valencia. Las dificultades para encontrar vivienda se agravan por la falta de suelo disponible y la creciente demanda de perfiles internacionales con mayor poder adquisitivo que buscan establecerse en la ciudad, atraídos por su calidad de vida y oportunidades laborales.

La expansión urbana hacia áreas periféricas plantea, además, un nuevo reto de sostenibilidad y demanda políticas públicas urgentes que garanticen el acceso a recursos y servicios, así como soluciones de transporte eficientes para los nuevos residentes.

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