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PP y Vox no alcanzan un acuerdo sobre el nuevo Mestalla y Valencia se aleja del Mundial
La aprobación de las licencias de obra y del convenio no se aprueban en el pleno de este viernes
El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Valencia, formado por PP y Vox, no ha alcanzado finalmente un acuerdo para llevar al pleno convocado este viernes en el consistorio valenciano la aprobación de las licencias de obra y el convenio para el reinicio de las obras del nuevo estadio del Valencia CF.
Esto conlleva, entre otras cosas y a falta de anuncio definitivo, que la ciudad pierda el tren de ser una de las sedes del Mundial de fútbol que se celebrará en España, Portugal y Marruecos en el año 2030.
Ha sido el portavoz del ejecutivo del Ayuntamiento de Valencia que integran PP y Vox, Juan Carlos Caballero (PP), quien ha confirmado en declaraciones a los medios que ambas formaciones no han llegado a un acuerdo y no llevan esta moción al pleno convocado este viernes.
Durante el transcurso de la semana, la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, había prácticamente asegurado que sí prosperaría esta iniciativa esta semana, pero no ha sido así. Vox ha mantenido hasta ahora una posición de completo rechazo a cualquier iniciativa con el club valencianista mientras Peter Lim, a través de su sociedad Meriton, continúa siendo máximo accionista del equipo.
Ante la pregunta de por qué no se presenta la mencionada moción este viernes, Caballero ha señalado: «El motivo es que seguimos trabajando para alcanzar el mejor acuerdo para que cumpla el club con la ciudad y para defender al valencianismo y los intereses de la ciudad».
Sobre la posibilidad de perder la posibilidad de ser sede del Mundial, Caballero ha apuntado: «Administrativamente todavía tenemos tiempo y la alcaldesa de Valencia ha dejado claro que no es una prioridad y que no va a condicionar la posición del Ayuntamiento la fecha del Mundial«.
Preguntado sobre si las discrepancias giran en torno a las garantías a exigir a Peter Lim sobre la finalización de las obras, Caballero se ha limitado a responder: «Seguimos buscando el mejor acuerdo y esto incluye todo«.
«Hipotecar el futuro del Valencia CF por un Mundial»
Por su parte, Borja Sanjuán, del PSPV, ha abogado por valorar esta situación «después de 15 años de incumplimientos, mejor que después de un año de desidia, que es lo que ha hecho María José Catalá».
El portavoz socialista ha criticado que la alcaldesa «está intentando, hasta el último momento, salvar la posición de Peter Lim en el asunto de Mestalla» y «si no lo ha podido hacer es porque la gran afición que tiene este club se ha movilizado para poner los puntos sobre las íes a un Ayuntamiento que estaba absolutamente plegado a que Lim, después de faltarle el respeto a la ciudad, después de faltar el respeto al club, ganara muchos millones con una operación de especulación urbanística.
Sanjuán ha añadido: «Yo no descartaría que en una moción de última hora, como pasó en el pleno pasado, Vox se plegara a lo que el PP quiere y acabaran aprobando que significaría, en el caso de que no incorporara todas las garantías que nosotros pedimos y que ellos calificaron como imposibles, pero que se han demostrado las únicas viables, que acabáramos cometiendo el error que esta ciudad ya cometió, de hipotecar el futuro del Valencia CF por un Mundial».
«La alcaldesa solo quiere que haya Mundial para tener un gran evento, que se inicien las obras, que haya cualquier tipo de estadio, porque le interesa muy poco el interés general y mucho los intereses de una persona que si en algo están de acuerdo transversalmente los valencianos es que no merece nada», ha concluido.
Se paraliza también el proyecto de Atitlan
El hecho de que continúe sin prosperar la reactivación de las obras del nuevo Mestalla deja paralizada también la operación paralela que protagoniza Atitlan, el grupo inversor fundado y dirigido por Aritza Rodero y Roberto Centeno, yerno del presidente de Mercadona, Juan Roig, que ha adquirido los terrenos comerciales anexos al futuro nuevo estadio del Valencia CF en una inversión que, según fuentes consultadas por Economía Digital, oscila entre los 25 y los 35 millones de euros.
La venta de estos terrenos adyacentes ubicados en la Avenida de las Cortes Valencianas implica también la participación de Área Desarrollo, una filial del Grupo Simetría, en la fase de ejecución del proyecto.
El grupo de la familia Batalla cuenta con la constructora Becsa -que ha formado parte de una de las UTE que han optado a la construcción de la nueva terminal del puerto de Valencia, con malos resultados en la valoración de la comisión técnica– como pieza central de una compañía cuyo foco de negocio es la construcción de infraestructuras. En todo caso, Atitlan Desarrollos Inmobiliarios es el socio mayoritario en la operación cerrada con el club valencianista.