Las logísticas de Valencia desbordadas por la solidaridad: la falta de clasificación dificulta la ayuda
La ayuda humanitaria tras la DANA en Valencia llega a granel, sin paletizar ni clasificar, generando un caos en almacenes locales que ven sus operaciones paralizadas y sus trabajadores forzados a turnos extra.
Valencia está recibiendo una respuesta solidaria masiva desde todos los puntos de España para paliar los efectos de la reciente DANA. Sin embargo, el sector logístico de la ciudad enfrenta serias dificultades para gestionar esta ayuda debido a la falta de organización en el envío de la mercancía. “Están llegando camiones cargados a granel, con ropa, carritos, maletas, leche y agua, todo mezclado y sin paletizar. Nadie está organizando la logística humanitaria”, ha explicado una fuente del sector logístico a Economia Digital.
Según han contado, esta situación está provocando un colapso en los almacenes de la ciudad que, pese estar algunos operativos tras la catástrofe, ahora están al borde del límite. Entonces, el problema principal radica en la falta de paletización y clasificación en el punto de origen. “Logísticamente hablando, es una aberración”, detalla el profesional.
Mientras que un camión con mercancía correctamente organizada podría descargarse en apenas 45 minutos, los camiones ‘a granel’ requieren hasta 4 horas de trabajo para su clasificación y distribución. Este retraso se multiplica exponencialmente cuando se reciben miles de vehículos en las mismas condiciones, lo cual está colapsando los centros de logística y restando capacidad para gestionar tanto la ayuda humanitaria como las operaciones regulares de sus clientes.
La solución está en el origen
Las fuentes consultadas hacen hincapié en la importancia de centralizar la logística humanitaria y organizar los envíos desde el origen, ya que, en la mayoría de los casos, las donaciones llegan desde diferentes localidades en las que no se realiza un triaje (clasificación por productos) ni se paletiza adecuadamente.
«No tiene que ver con el fondo de la cuestión, que es la ayuda y es estupendo. Todos queremos ayudar, pero se podría organizar mejor desde el punto de origen para que las empresas logísticas, que también lo hacemos para ayudar, no nos veamos ahogadas.», aseguran a este diario. De este modo, aseguran que la organización podría realizarse mediante un sistema de gestión centralizado y profesional, coordinado con un teléfono de atención, que oriente a los donantes sobre cómo preparar de la mejor manera posible la mercancía para su transporte.
Según han contado los profesionales del sector, el problema es que son muchos orígenes, pero destino solo es uno (Valencia), con lo cual, han explicado que «si yo tengo que multiplicar ese trabajo por todos los camiones que vienen de fuera, nos colapsamos«.
El problema está en la forma
Además, la situación para estas empresas se agrava, porque aproximadamente el 30% de los almacenes logísticos en Valencia sigue inutilizado debido a las inundaciones. Polígonos clave, como el de Ribarroja, donde se concentra casi la mitad de la logística de la región, han sido gravemente afectados, lo que ha reducido la capacidad total de gestión.
«Recibí diez camiones de ayuda ayer y tuve que asignar dos muelles para ellos, lo que bloqueó horas de carga y descarga en mis instalaciones”, han relatado. Esto no solo afecta el almacenamiento de las donaciones, sino que está provocando retrasos en la operativa de los clientes regulares de estas empresas.
Por eso mismo, otro factor complica aún más el escenario: las dificultades de movilidad que enfrentan los trabajadores para llegar a sus puestos. Las carreteras principales de la ciudad, como la A-3 y la A-7, se encuentran muy congestionadas debido a los efectos de la DANA, lo que provoca que muchos empleados tengan que soportar hasta tres horas de desplazamiento. “Estamos trabajando con personal reducido y forzando turnos extras, especialmente en carretilleros y operarios”, han confirmado fuentes de la logística valenciana.
La ya propia falta de organización ha generado un cierto caos en el sector logístico de Valencia, que podría evitarse con una mejor coordinación. La solución pasa por una gestión profesional que centralice la ayuda humanitaria, exigiendo que los envíos se realicen de forma paletizada y clasificada en origen.
De esta manera, las empresas podrían agilizar la distribución y destinar sus recursos de forma más eficiente. “La ayuda es necesaria y todos queremos contribuir, pero la logística necesita estar organizada desde el principio”, ha concluido la fuente, quien insiste en que, con la situación actual, el sistema logístico de Valencia corre el riesgo de colapsar.