La Generalitat Valenciana prevé un daño por la DANA de 3.500 millones en la economía y un fuerte rebote en 2026

Las solicitudes recibidas por el Consorcio de Compensación de seguros por la riada de Valencia multiplican por 17 a las del volcán de La Palma

(Foto de ARCHIVO) Voluntarios y ayuda humanitaria en la zona comercial de ‘Ikea Alfafar Parc’ tras el paso de la DANA, a 8 de noviembre de 2024, en Valencia. Foto: Rober Solsona / Europa Press

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

La Generalitat Valenciana prevé que el golpe sobre la economía regional ascienda a más de 3.473 millones de euros entre los daños ya producidos por la DANA que golpeó gran parte de la provincia de Valencia el pasado 29 de octubre y a lo largo también del ejercicio 2025. Sin embargo, de cara a 2026, un año antes de las elecciones autonómicas si se completa la legislatura, espera un fuerte rebote en la economía valenciana, superior incluso al estimado antes de la riada para dicho ejercicio.

Así figura en un estudio de la Dirección General de Economía de la Generalitat, consultado por Economía Digital, y al que se ha referido este jueves la consellera de Hacienda y Economía, Ruth Merino, en un desayuno informativo de Nueva Economía Fórum en Valencia.

“El impacto es muy importante pero será limitado en el tiempo”, ha afirmado la consellera, quien para ilustrar “la magnitud de la tragedia” ha comparado los datos de los siniestros recibidos en el Consorcio de Compensación de Seguros con los del volcán de La Palma.

En concreto, ha apuntado que tras la DANA el consorcio ha recibido más de 215.000 solicitudes por 3.500 millones de euros, mientras que por el volcán fueron 12.700 expedientes por 238 millones. Esto supone que las solicitudes recibidas por el Consorcio de Compensación de seguros por la riada de Valencia multiplican por 17 a las del volcán de La Palma.

El estudio constata que el impacto sobre el crecimiento económico valenciano sería «significativo, pero contenido y limitado en el tiempo». Así, en 2024, según este informe, el crecimiento interanual se reduciría apenas dos décimas respecto al inicialmente estimado previamente a la DANA, de manera que pasaría del 2,7% al 2,53% en el escenario esperado.

Este impacto en el crecimiento de 2024 rompería el buen desempeño de la economía regional en los trimestres anteriores y viene determinado por varios factores, según desarrolla este estudio: la concentración sectorial, ya que los municipios afectados incluyen áreas con alta concentración de sectores clave, como la industria y el desfase temporal, ya que las pérdidas generadas por la DANA no se limitan al momento del desastre, sino que generan inestabilidad en los meses siguientes, afectando a cadenas de suministro, inversión empresarial y confianza de los consumidores.

Por ejemplo, algunos consumidores que adquirían productos en zonas afectadas pueden haber cambiado de proveedor, y el retorno a esos mercados puede ser complejo y tardar meses en concretarse.

Otros factores determinantes son el peso del último trimestre del año, debido a que en muchas economías, estos tres meses tienen un peso significativo debido a la estacionalidad del consumo y la actividad económica y, si este trimestre se ve gravemente afectado, el impacto sobre el crecimiento anual es considerable, así como la magnitud del desastre, ya que, aunque el área afectada es relativamente limitada, los daños pueden ser lo suficientemente graves como para impactar significativamente la actividad económica regional.

Los efectos todavía perdurarían en 2025, ejercicio en el que la economía de la Comunitat Valenciana volvería a perder dos décimas de crecimiento respecto a las previsiones previas a la DANA. Pasaría, según estas estimaciones de la Generalitat, a experimentar un «sustancial efecto rebote» en 2026, con un crecimiento cercano al 2,2%, frente al 1,9% previsto en el ejercicio de previsión realizado a principios de octubre, antes del paso de la riada.

Este «efecto rebote» que se observa para 2026, que tiene un origen estadístico, podría incluso verse incrementado en intensidad si los patrones observados y documentados en la literatura económica tras un desastre para países desarrollados se repiten en el caso actual. El efecto adicional se explicaría por el hecho de que el capital físico preexistente sería sustituido, durante la reconstrucción, por capital físico más productivo.

Por tanto, de acuerdo con estas estimaciones de la Dirección General de Economía, bajo el escenario de recuperación central (esperado), se espera que los efectos de la DANA se detraigan de los crecimientos esperados durante 2024 y 2025 entorno a dos décimas, propiciando un efecto rebote durante 2026, que podría añadir hasta 3 décimas de crecimiento en ese año, respecto al crecimiento inicialmente previsto.

El impacto, en pérdidas esperadas en Valor Añadido Bruto (VAB) en el escenario de recuperación esperada, alcanzaría la cuantía de 949.238,4 miles de euros corrientes en 2024, 2.063.727 miles de euros en 2025, y 461.562,7 miles de euros en 2026, lo que sumaría una cifra cercana a los 3.500 millones de euros.

«Relación compleja» con los fenómenos meteorológicos extremos

Entre sus conclusiones, este estudio refleja que la Comunidad Valenciana ha mantenido históricamente «una relación compleja con los fenómenos meteorológicos extremos, particularmente con las inundaciones y las lluvias torrenciales, que han modelado tanto su paisaje como su desarrollo socioeconómico».

«Desde las observaciones documentadas por el botánico Antonio José Cavanilles en el siglo XVIII hasta los eventos contemporáneos, la región ha enfrentado episodios significativos que han dejado una profunda huella en su memoria colectiva. La Gran Riada de Valencia de 1957, que provocó el desvío del cauce del Turia, la Pantanada de Tous de 1982, que causó la reubicación de poblaciones enteras, y la DANA de 2019, que afectó severamente la Vega Baja, son testimonios de esta vulnerabilidad histórica», prosigue el documento.

Estos eventos, añade el informe, han impulsado progresivamente la implementación de medidas de prevención y adaptación, como el Plan Sur en Valencia, y «han configurado una conciencia colectiva sobre la necesidad de gestionar el riesgo de inundaciones».

Vehículos en la V-30 tras el paso de la DANA y la subida del cauce del río Turia, en Valencia. Foto: Rober Solsona / Europa Press
Vehículos en la V-30 tras el paso de la DANA y la subida del cauce del río Turia, en Valencia. Foto: Rober Solsona / Europa Press

«En este contexto histórico, la DANA de octubre de 2024 -continúa el escrito en sus conclusiones- se suma a esta secuencia de eventos significativos, afectando aproximadamente al 25% de los municipios de la provincia de Valencia y evidenciando, una vez más, la necesidad de fortalecer la resiliencia territorial ante estos fenómenos meteorológicos extremos».

Los autores del informe explican también que, además del enorme coste de este desastre natural en términos de pérdida de vidas humanas, «existen muchos otros impactos, directos e indirectos, tanto en las zonas afectadas como en el conjunto de la región e incluso del país».

Finalmente, respecto a las estimaciones proyectadas sobre la economía valenciana, el estudio apunta que «muestran robustez entre diferentes escenarios, con variaciones máximas de dos décimas entre los casos más favorables y desfavorables, y están en línea con la literatura que ha evaluado el impacto económico de fenómenos naturales en el pasado según la cual, en los países desarrollados, los efectos negativos se circunscriben exclusivamente al corto plazo».

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

Deja una respuesta

Ahora en portada