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Feria Valencia recorta sus pérdidas un 40% hasta los 1,4 millones en 2023
El recinto ferial, presidido por Nuria Montes, amplía su modelo de negocio para acoger conciertos
El Consejo de Administración de Feria Valencia ha dado el visto bueno a las cuentas correspondientes al ejercicio 2023, tras registrar unos resultados después de impuestos de 1,4 millones de euros negativos. Si se toma como referencia las pérdidas del año anterior, que se situaron en los 2,3 millones de euros, se evidencia que se han recortado un 40%, es decir, en 900.000 euros.
Así lo ha dado conocer la organización a través de un comunicado, en el cual también han desgranado que la facturación se ha situado en los 22,7 millones de euros. De ese importe, 19,63 millones de euros han correspondido a ferias propias, mientras 2,35 se han destinado a actividad externa y poco más de 700.000 a otros ingresos.
El plan estratégico elaborado por la dirección del organismo prevé que en el transcurso de este año se reduzcan aún más los números rojos, bajo el propósito de llegar a beneficios durante esta legislatura. Para ello, se propone apostar por la apertura a nuevos modelos de negocio, como los espectáculos musicales, pero también la internacionalización para conseguir optimizar los resultados.
Plan estratégico
El consejo de administración de Feria Valencia también ha aprobado por unanimidad el plan de contratación para este año, a través del cual se pretende agilizar el proceso administrativo de las adjudicaciones previstas para el próximo 2025.
El plan no solo permitirá programar la actividad de contratación de la entidad durante todo el ejercicio presupuestario sino que también favorecerá la mejora de la planificación de los recursos públicos mediante una previsión de las líneas de actuación prioritarias.
Según ha detallado la presidenta del Consejo de Administración y consellera de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, Nuria Montes, el plan posibilitará que «los licitadores puedan conocer de antemano los contratos que se convocarán para poder concurrir en condiciones de igualdad».
A ojos de Montes, el instrumento supone una «palanca necesaria» para conseguir una «mayor planificación y coordinación en materia de necesidades de contratación», así como para dar cumplimiento a una de las recomendaciones de la Agencia Valenciana Antifraude que propone esta «buena práctica cumplir con el objetivo de máxima transparencia».