El dilema de España en renovables: debe cuadruplicar su almacenamiento para no tirar a la basura su producción

Alemania cuenta con conexiones con siete países a los que exportar energía excedente, mientras que España solo cuenta con una conexión limitada con Francia, lo que la convierte en una isla energética

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«España debería construir un panel solar masivo, alimentaría a toda Europa», publicó el magnate Elon Musk en Twitter, rebautizada desde su llegada como X. Sin embargo, el problema con el que se encuentra actualmente España no es tanto de producción como de almacenamiento.

Actualmente el país cuenta con alrededor de tres gigavatios de almacenamiento, pero necesita alcanzar unos 12 GW para guardar la energía renovable que produce y no tener que limitarse a las horas centrales del día, como ahora ocurre.

«La entrada masiva de energías renovables está ocasionando que en las horas centrales del día, en las horas con más sol, haya un exceso de potencia en el sistema. Hay más energía de la que el sistema necesita. Estamos generando solamente en una franja muy pequeña, de cuatro o cinco horas, la franja de energía solar», ilustra el presidente y cofundador de la compañía valenciana Endurance MotiveAnder Muelas, que acaba de lanzar una nueva línea de negocio dedicada al gran almacenamiento de renovables mediante baterías estacionarias.

Muelas explica a Economía Digital que a esta situación «se le añade que cuando añades la energía eólica no es gestionable» y, «al ser no gestionable y ser intermitente, es muy difícil configurar un mix energético».

«Las redes eléctricas de los países donde se está metiendo mucha fotovoltaica y mucha eólica empiezan a tener un problema muy fuerte de sobreoferta de energía e incluso cortes. Los operadores del sistema, como Red Eléctrica en España, están teniendo que llamar a los diferentes parques fotovoltaicos para parar la producción porque no se puede ofrecer más de lo que el sistema es capaz de absorber», ejemplifica.

Lo que está ocurriendo se denomina en el sector ‘curva de pato’: «Hay tanta oferta de energía en las horas centrales que los precios se descontrolan». «En las horas centrales caen casi a cero, lo cual no es mala noticia, pero el gran problema es que en el momento en el que deja de haber energía solar, en las horas no centrales, hay que generar de otra forma y entonces entran los ciclos combinados, con el precio del gas, y a unos precios que tienden a subir cada vez más», alerta.

California, ejemplo en el que mirarse

California es un buen ejemplo de gestión en este sentido. Este estado norteamericano lleva muchos más años que España produciendo energía solar e introduciéndola en el mercado, ha generado muchos gigavatios de baterías y por las noches están utilizando cinco gigavatios de energía almacenada durante el día. «Eso equivale a lo que generan dos centrales nucleares. Eso es lo que aquí va a ser necesario», apunta Muelas.

«En España, dentro del plan energético, se han elevado los objetivos de renovables al doble, pero tiene que ir acompasado de un objetivo muy grande de almacenamiento. Solo en baterías de litio hay una necesidad del entorno de unos 12 gigas que se usan durante dos o tres horas. Hace falta entre 20 y 30 gigavatios por hora de almacenamiento para que el sistema no colapse y pueda dar entrada a toda la energía renovable necesaria y los precios puedan ser más predecibles», explica a este medio el presidente de esta empresa especializada en almacenamiento energético.

España cuenta actualmente con 130 gigas de potencia solar más eólica. «Solo tenemos ocho gigas de interconexión con Francia, solo podría salir esa cantidad. El resto la tendríamos que consumir en España. Vamos a tener que almacenar ese número de gigas, 12 en potencia, 30 en energía. Eso son muchos millones de baterías. Mínimo 8.000 contenedores que hay que instalar en España en baterías», destaca.

En Europa, indica el presidente de Endurance, tienen el mismo problema, pero «Alemania por ejemplo tiene siete países con los que compartir energía y puede vender su exceso de oferta, mientras que España no, es una isla energética».

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