El cambio climático agrieta las cuentas del campo valenciano: 95 millones en indemnizaciones en 2023
Cítricos, caqui, uva de vinificación, almendro y hortalizas y olivar, los cultivos más afectados
El calentamiento global asociado al cambio climático está haciendo mella en el campo valenciano. La mengua en las cosechas de la Comunidad Valenciana en 2023 ha provocado un aumento de la siniestralidad en los seguros agrarios de esta comunidad de un 56%, lo que se traduce en indemnizaciones superiores a los 95 millones de euros.
Así lo constata La Unió Llauradora i Ramadera, organización que aglutina a gran parte de los agricultores y ganaderos valencianos, en su balance del año 2023, en el que constata además que esta cifra va en aumento, ya que en el 2022 estas indemnizaciones fueron de 61 millones de euros, lo cual supone ya este aumento de más del 56% a falta de un mes todavía para acabar el año.
Los cultivos más afectados son los cítricos con más de 45 millones de euros de indemnizaciones; seguidos por el caqui con cerca de 30 millones; la uva de vinificación con una cifra próxima a los 8 millones; fruteros y cereza, con más de 3 millones de euros; almendro y hortalizas, con 2 millones, y olivar, con 1 millón.
Además, se suman las pérdidas ocasionadas a los sectores ganaderos, tanto por pérdidas en la cabaña como en número de explotaciones agraviadas por seguros con normativas poco atractivas, primas elevadas, y no adaptadas a la realidad productiva de la ganadería en la Comunidad Valenciana.
Estos datos, provenientes de los seguros agrarios, adquieren mayor relevancia porque muchos agricultores y ganaderos no cuentan con pólizas. Por ejemplo, la cobertura del seguro de cítricos o uva de vinificación alcanza solo al 50%-60% de la superficie. Las cifras de pérdidas debidas a la meteorología podrían ser todavía más alarmantes, aseguran desde La Unió.
El problema, añaden desde esta organización, radica en el hecho que «las administraciones no suelen compensar estas pérdidas y confían en exceso en un sistema de seguros agrarios que el Gobierno continúa recortando». El ajuste de las tarifas para compensar la creciente siniestralidad, mediante primas más altas y coberturas más limitadas, no constituye la solución requerida para los productores.
En lugar de esto, el Gobierno tiene que fomentar y promover la contratación de seguros, apoyando al sector mediante una subvención del 70%, el límite máximo permitido por la Unión Europea, para reducir los costes de las primas de los seguros, añaden.
Descensos en las cosechas
Además, todos, o gran parte de los cultivos han sufrido descensos productivos por varios motivos este año. Un 64% menos de cosecha de cereales en la peor campaña de los últimos veinte años; la de uva de vino, un 40% más baja y en zonas como Utiel-Requena hasta un 60% menos; un 4% menos de cítricos; la cosecha de olivas, a pesar de mejorar, está en la mitad de una normal, mientras que los productores de cereza también sufren la incidencia de la meteorología.
Carles Peris, secretario general de La Unió, indica que “sería importante que el Gobierno valenciano, con fondos propios, dé un impulso con ayudas para que los agricultores y ganaderos de la Comunidad Valenciana aguanten esas bajadas productivas y los aumentos de los costes de producción. Esa meteorología adversa requiere un paquete extraordinario de medidas y apoyos económicos para salvaguardar que se continúan produciendo alimentos de calidad”.
Junto a los efectos de la meteorología hay que destacar de este año la subida de los costes de producción agraviada por la guerra de Ucrania, el crecimiento de las importaciones procedentes de terceros países sin reciprocidad que hunden los precios de las producciones valencianas, la amenaza y lucha contra las plagas normalmente importadas, la nueva PEC que cumple ya un año o la Ley de la Cadena Alimentaria que «continúa siendo insuficiente para resolver el desequilibrio entre origen y destino», critican.
Costes de producción elevados
Ya en el año 2022 los costes de producción subieron y en este 2023 han continuado elevados. Las consecuencias de la guerra en Ucrania y de la sequía han sido los responsables de estos incrementos, que han disparado de media un 30% los fertilizantes, piensos, combustibles y electricidad. Otro de los grandes problemas es que también suben los costes en la lucha contra las plagas en numerosos cultivos ante la eliminación de sustancias que, denuncia La Unió, Bruselas sí permite a los productos importados.
Asimismo, señalan que, pese a que las administraciones han dado ayudas públicas por la guerra en Ucrania y la sequía que han beneficiado a muchos productores, también hay otros que se han quedado fuera de estas ayudas a pesar de tener también un incremento de costes. El caso «más destacable y denunciable», para La Unió, es el de los productores de viña y olivar, que no han recibido ningún tipo de ayuda.
También consideran «insuficiente» la Ley de la Cadena Alimentaria y, tras un año de aplicación de la nueva PEC, el balance de aplicación es «más que negativo» para La Unió por «la elevada burocracia y exigencias inútiles para cobrar cierta parte de estas ayudas que además no se priorizan en las personas que se dedican profesionalmente al sector agrario, abriendo las puertas a perceptores que incluso ni viven en las zonas rurales».
En este sentido, un informe de La Unió de este año revelaba que cerca de la mitad de las personas perceptoras de las ayudas directas de la PEC en la Comunidad Valenciana tienen más de 65 años y el 95% de las mismas son mayores de 40 años. Esta cifra del 49,68% de los perceptores mayores de 65 años en la Comunidad Valenciana contrasta con la media estatal, que es del 39,10%. La Comunidad Valenciana es la que más personas perceptoras mayores de 65 años tiene de todo el país.
Más alertas sanitarias por plagas
En cuanto a las importaciones de terceros países, La Unió denuncia que continúa la «competencia desleal» en la Unión Europea entre los productos europeos y los procedentes de otros países. «Del acuerdo con Sudáfrica no se tienen noticias sobre su revisión, no existe tampoco la certeza que se vayan a considerar los cítricos como producto sensible en la hora de firmar los tratados comerciales ni se avanza en la adopción de las cláusulas espejo. Y esto será un peligro para nuestras producciones si, finalmente, se concreta el indeseado acuerdo con Mercosur», manifiestan.
La Unió alerta de que cada vez hay más alertas sanitarias por presencia de plagas y más detección de sustancias activas, cuyo uso está prohibido en el ámbito de la UE, pero no para terceros países. «No existe la reciprocidad deseable y hay que adoptar un compromiso de exigencia porque esa reducción de pesticidas, antibióticos y fertilizantes a las cuales nos obligan las autoridades comunitarias se cumpla también para los productores de fuera», exigen desde esta organización, que también critica que el cambio de gobierno en la Generalitat «no ha llevado nada bueno de momento para los agricultores y ganaderos valencianos, al menos en cuanto al presupuesto para 2024».
«La negativa del Gobierno del PP-Vox a aprobar las enmiendas propuestas por La Unió a los presupuestos agrarios de 2024, que buscaba asignar casi 10 millones de euros en políticas directas de apoyo a agricultores y ganaderos, ha sido rechazada y deja desprotegidos a miles de productores en la Comunidad Valenciana.
El nuevo Gobierno autonómico deja así en la estacada a miles de productores de la Comunidad Valenciana y después se jactan de ser los defensores del campo valenciano, e incluso Vox dice ser el partido del campo. Todo se queda en pura palabrería que no se traduce en hechos”, lamenta Carles Peris.