Las plagas de Sudáfrica que obvia la OMC vuelven a enervar a la naranja valenciana

El Comité de Gestión de Cítricos, AVA y La Unió cuestionan que la OMC abra un planel cuando Sudáfrica se comporta con un país "desleal"

Naranja de Sudáfrica con mancha negra

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Durante el mes de septiembre se detectaron siete cargamentos de naranjas con plaga de Sudáfrica, que es el origen mayoritario de la naranja que hoy está en la mayoría de supermercados en España. La reiteradas infracciones tanto esta temporada como en los años precedentes suponen, según denunciaron ayer los principales agentes del sector, una clara desacreditación de la estrategia sudafricana de buscar en la Organización Mundial del Comercio respaldo para seguir introduciendo en Europa fruta contaminada.

Los datos conocidos ayer es que durante el mes de septiembre hubo 12 cargamentos de fruta del sur de África (5 de Zimbabue y 7 de Sudáfrica) en las que se detectaron plagas. Esto significa que los productos, que en ambos países son gestionados por los mismos empresarios de la CGA (asociación de productos de cítricos de Sudáfrica), no realizan los controloes fitosanitarios que la Unión Europea ha marcado.

Este año, al contrario de los anteriores, Sudáfrica no ha anunciado el fin de la comercialización de la naranja que porta la plaga hacia Europa, una decisión que suelen tomar cuando ya tiene toda su producción vendida.

Ante estos datos, la reacción de todos los actores representantivos de la citricultura valenciana tuvo la misma dirección. El Comité de Gestión de Cítricos, que agrupa a los grandes comercios de la naranja, aseguró: «La acción en la OMC contra la UE “se deshincha”: Sudáfrica sufre desde 2021 una media anual de 37 rechazos por CBS».

Los exportadores aseguran que el número de interceptaciones del conjunto de 2024 recogido por la estadística oficial Erophyt-Traces acredita que los problemas de los operadores de este país para controlar esta enfermedad no son algo coyuntural. Desde 2021, de hecho y considerando los datos de este año como provisionales –porque no recogen los del mes de octubre, que también es de una especial intensidad importadora—el país austral sufre una media anual de 37 interceptaciones por este motivo.

A juicio del Comité de Gestión (CGC) –la patronal que aglutina a los exportadores privados de cítricos de España- estas cifras son «inaceptables y disparan el riego de contagio a las plantaciones de la UE, porque ya sabemos que este patógeno, al contrario de lo que nos decían precisamente desde Sudáfrica, sí se adapta al clima mediterráneo, como lo demuestra su presencia en Túnez, donde se expande sin control desde su identificación en 2019″.

En esto se basa su presidenta, Inmaculada Sanfeliu, quien por ello concluye que el panel solicitado en la Organización Mundial del Comercio (OMC) contra la UE se “ha deshinchado antes siquiera de convocarse”. Lejos de acceder a las pretensiones del Gobierno de Sudáfrica, que quiere con esta acción inédita flexibilizar la actual normativa no sólo para ‘Mancha negra’ sino también para la ‘Falsa polilla’, “lo que debiera plantearse es endurecerla y/o homologarla con la de otros países occidentales, como EEUU”, sentencia a este respecto Sanfeliu.

La Asociación Valenciana de Agricultores apuntó también en la misma dirección. El presidente de Ava-Asaja, Cristóbal Aguado, afirmó que “la Comisión Europea presidida por Ursula Von der Leyen está obligada a actuar para proteger a sus ciudadanos -agricultores y consumidores- del intolerable riesgo fitosanitario que representan los cítricos de Sudáfrica. La Comisión Europea está para defender el campo y no para matarlo. Ya está bien de anteponer otros intereses comerciales. Lo primero debe ser la seguridad fitosanitaria».

En este sentido, Aguado apunta que «si un país tercero no es de fiar, porque nos trae muchas plagas y enfermedades que nosotros no tenemos, se le cierran las puertas. Y si, además, nos cuestiona y nos abre un panel en el seno de la OMC, cuando nuestras medidas de control son más benignas que la que les imponen otras potencias como Estados Unidos o Japón, se le considera como lo que es: un país tercero desleal”. 

La Unió, por su parte, consideró ayer las interceptaciones de cargamentos de naranja sudafricana con plagas «son de nuevo unos datos escandalosos que ponen en entredicho las medidas adoptadas por la UE, como por ejemplo el tratamiento en frío y la hipocresía de Sudáfrica de interponer una demanda en la Organización Mundial del Comercio (OMC) sobre unas medidas que ellos no están cumpliendo o no están siendo eficaces”

Carles Peris, secretario general de La Unió, insiste en que “Sudáfrica no garantiza la seguridad sanitaria de sus envíos y a pesar de sus presiones a la OMC debido a las mayores y justas exigencias por la UE, continúan sin controlar las plagas y enfermedades en sus cítricos, ya no solo en Sudáfrica, sino también en toda la zona a que se le suma Zimbabue”.

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