El sector agrario lamenta pérdidas «catastróficas» en miles de hectáreas de cosechas y plantaciones
Las organizaciones agrarias advierten que las pérdidas en el campo son incalculables y abogan por una rápida intervención administrativa que ayude a los afectados a recuperarse de esta devastadora DANA.
El temporal de lluvias torrenciales, pedrisco y vientos extremos (DANA) que ha asolado la Comunitat Valenciana ha dejado daños devastadores en el sector agrario, con pérdidas «catastróficas de consecuencias incalculables» que abarcan miles de hectáreas de cultivos de cítricos, caquis, viñas, hortalizas y otras plantaciones.
Economia Digital se ha puesto en contacto con las principales organizaciones agrarias para advertir de que la situación es crítica en las comarcas de la Ribera Alta y Baixa, L’Horta, la Hoya de Buñol, Utiel-Requena, Camp de Túria y Los Serranos, donde las inundaciones y el desbordamiento de barrancos y ríos habrían afectado gravemente a la producción agraria, puesto que aún es «imposible acercarse a los campos».
Desde AVA-ASAJA, su vicepresidente Celestino Recatalá, ha lamentado las pérdidas humanas y las dificultades sin precedentes que enfrentan los agricultores y ganaderos en estas zonas.
Daños imposibles de cuantificar
Según Recatalá, «los daños económicos y personales son imposibles de cuantificar en estos momentos. Nunca hemos vivido en la Comunidad Valenciana una situación como la que hemos pasado». Además, ha afirmado que esta DANA ha afectado a un amplio abanico de cultivos, incluyendo las miles de hectáreas de viñedos y cítricos inundadas, que podrían resultar en la pérdida total del arbolado debido al exceso de humedad.
Según indica la asociación, la ganadería también enfrenta problemas serios, incluyendo el acceso restringido para alimentar a los animales y posibles pérdidas de ganado, lo que eleva el riesgo de problemas de salud pública.
El Comité de Gestión de Cítricos (CGC), la patronal que representa al comercio privado y exportadores de cítricos como naranjas y mandarinas a nivel nacional, ha manifestado a este diario que las estimaciones iniciales apuntan a daños «muy graves» en sus campos. Sin embargo, advierten que “en estos momentos es imposible hacer una estimación precisa de las pérdidas económicas o de superficie afectada, ya que muchas zonas continúan anegadas y el acceso a los campos sigue siendo difícil”.
Según la organización, será necesario observar la respuesta de los árboles al agua acumulada, ya que «cada campo es un mundo», y los efectos del exceso de agua pueden variar ampliamente.
La Unió pide que se declare a las localidades zona catastrófica
La Unió ha previsto que las pérdidas en el sector agrario serán significativas, aunque difíciles de calcular en este momento, e insta a las Administraciones a responder con celeridad y apoyo económico suficiente para compensar los daños. «Es fundamental que se faciliten ayudas rápidas y adecuadas que permitan a los agricultores y ganaderos recuperar cuanto antes sus parcelas y su capacidad productiva», ha declarado la organización.
Para respaldar a las zonas más perjudicadas, la asociación ha solicitado al Gobierno de España que declare las localidades afectadas como «zona gravemente afectada por una emergencia de protección civil» –anteriormente denominada zona catastrófica–. Esta declaración, que será aprobada el martes por el Consejo de Ministros, permitiría activar una serie de ayudas y beneficios fiscales, laborales y sociales para mitigar el impacto económico en los agricultores y ganaderos afectados.
Según la Ley 17/2015 del Sistema Nacional de Protección Civil, esta declaración puede ser solicitada por las administraciones locales y permitiría acceder a ayudas por daños en cultivos, infraestructuras agrícolas y otras pérdidas que afectan las condiciones de vida de las personas en el área afectada.
Las clementinas corren peligro
Los daños más destacados se han producido en las comarcas de la Ribera Alta y Baixa, la comarca de L’Horta, y en otras zonas críticas de la provincia de Valencia, que albergan buena parte de la producción nacional de cítricos, especialmente de clementinas, que ya se encontraban en una campaña marcada por bajos niveles de producción, según han indicado desde el Comité.
El CGC ha añadido que las principales preocupaciones a corto plazo incluyen el posible desarrollo de problemas de hongos debido a las altas acumulaciones de agua, así como las pérdidas por la caída de frutos, daños por el viento y la erosión de tierras agrícolas. Además, las inundaciones han afectado infraestructuras rurales como caminos, sistemas de riego, almacenes y casetas de aperos, lo que añade una dificultad operativa considerable para los productores.
Los colectivos agrarios, incluyendo AVA-ASAJA y La Unió, han instado a las administraciones a intervenir con medidas urgentes que permitan a los agricultores y ganaderos afectados hacer frente a la devastadora situación, una vez que se pueda acceder y evaluar de manera precisa el alcance de las pérdidas en las próximas semanas.