Actualizado
Las naranjas aumentan el 15% a pesar que los agricultores ganan un 18% menos
AVA-Asaja exige al Gobierno que investigue por qué se producen estos desajustes entre los precios en la cadena de este fruto
Mientras que los consumidores pagan un 15% más por la naranja, los precios para los agricultores han descendido un 18%, según un estudio elaborado por la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja).
Un ejemplo de esto es la variedad de naranja Navel Lane Late, que registra una cotización media en origen de 0,26 euros por kilo, cifra que es un 18% menos en comparación con el precio medio del año pasado (0,31 euros por kilo).
El precio en los supermercados
No obstante, en los lineales de supermercados, se paga por esta misma variedad de naranja un 15% más que el mismo periodo: el promedio de un kilo ha pasado de 1,65 euros a 1,89 euros, de acuerdo con el mismo estudio que recoge los datos de la Lonja de Cítricos de Valencia y el observatorio de precios de Asaja a nivel estatal.
Ahora, AVA-Asaja exige al Gobierno que investigue los motivos que hay detrás de esta inusual evolución de las cotizaciones en origen y destino. La institución, además, le alerta a Luis Planas, ministro de Agricultura, que sus propuestas son insuficientes «si no aportan transparencia y equilibrio a la cadena de valor, que es donde se juega la rentabilidad de los productores».
A través de un comunicado, el presidente de la asociación, Cristóbal Aguado, destaca la situación peculiar que está ocurriendo con la naranja y otros productos agrícolas: los agricultores reciben menos dinero por sus productos, mientras que los consumidores pagan más en las tiendas.
«Es evidente que hay eslabones de la cadena alimentaria que están ganando más a costa de productores y consumidores, y un gobierno responsable debe velar por una cadena alimentaria justa», señala.
Frente a esta situación, AVA-Asaja hace un llamado a las autoridades nacional y autonómica para que realicen una exhaustiva campaña de inspecciones a los principales operadores comerciales y cadenas de distribución, con el fin de descartar prácticas anticompetitivas. Afirman que, según los datos disponibles, ningún factor técnico justifica de manera significativa la disminución en los precios de venta para los agricultores, mientras que los precios para los consumidores están aumentando.
Finalmente, solicitan a la Agencia de Información y Control Alimentario (AICA), dependiente del Ministerio, a investigar y, si es necesario, sancionar cualquier contrato de compraventa de cítricos que establezca un precio por debajo de los costos medios de producción.