La tractorada de Valencia amenaza con atacar a los supermercados que importen lo que se cultive en España

Cristóbal Aguado pide la dimisión de Teresa Ribera, ministra de "incompetencia", y de la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, por cargar contra los agricultores

Cientos de tractores entran en València para concentrarse en el puerto en la tercera protesta conjunta de las principales organizaciones agrarias, con el apoyo de las cooperativas. EFE/Biel Aliño

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La tractorada de Valencia ha señalado a los supermercados como su próximo objetivo. El edificio del Reloj, emblema del Puerto de Valencia, ha sido el epicentro de las protestas hoy de los agricultores que calman frente a la llegada de productos de terceros países que no cumplen la normativa por la que el campo español se ve asfixiado. Esta situación en Valencia se ejemplifica con la llegada de naranja de Egipto y de Sudáfrica, con el riesgo de llegada de plagas que llevan aparejadas estas importaciones.

Cristóbal Aguado, presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVA), ha aseverado que las protestas, «de momento», se producen en terreno de las administraciones públicas. El Puerto de Valencia, que forma parte de Puertos del Estado, cumple esta condición, pero los agricultores, notablemente crecidos por la facilidad que tienen para realizar manifestaciones e impactar allá donde se trasladan están crecidos. «Iremos a por las plataformas logísticas y las tiendas», ha aventurado Aguado.

La señalética preparada para la tractorada de Valencia señala a Marruecos, Egipto y Sudáfrica como enemigos principales que tienen los agricultores de la naranja en la Comunidad Valenciana. La tractorada en Valencia ha ejemplificado el rechazo a los productos de países terceros tirando productos al suelo.

El mensaje de Aguado ha sido: «Iremos a por los que importan lo que cultivamos aquí». Los supermercados, especialmente los valencianos como Mercadona y Consum, son muy cuidadosos en estos aspectos especialmente en lo relacionado con naranjas, mandarinas, limones y pomelos. AVA ha dado un paso más. Van a vigilar también el arroz. La lista de productos se puede ampliar.

Mientras, se manda la advertencia a los distribuidores de alimentación, los agricultores cargan con dureza contra el PSOE. «Pedimos la dimisión de la ministra de Medio Ambiente y de Territorio e Incompetencia y que cesen a la Delegada del Gobierno«, afirma Aguado, que también ha llamado a Teresa Ribera «ministra de Desastres Ecológicos que está destruyendo el pulmón verde de España».

Aguado ha cargado contra Pedro Sánchez por «correr a fotografiarse con el rey de Marruecos para que invierta en campos mientras es incapaz de ir a Bruselas para defender el campo español».

José Vicente Andreu, presidente de Asaja Alicante, ha centrado su discurso en que «sin agua no se puede cultivar» mientras ha identificado a Teresa Ribera como la «ministra de destrucción ecológica». «Tiene que abrir el agua a los campos», ha dicho José Vicente Andreu, después de que participara el vicepresidente de Asaja Castilla-La Mancha, que se ha centrado en el precio de los cereales y el ganado. Su representante, Jorge Navarro, empezó diciendo que “vengo fuerte y hasta los huevos” para luego clamar porque “vendemos a pérdidas”.

“¿Qué hacen los políticos mientras nosotros tenemos las manos llenas de callos?”, gritó Jorge Navarro. “No queremos subvenciones, queremos precios justos”, apostilló.

Carlos Peris, secretario general de La Unió, fue uno de los dirigentes más críticos con la actitud de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, que estuvieron impidiendo a los agricultores manifestarse. De hecho, la única detención que tuvo la jornada se produjo entre los miembros de La Unió.

La Policía detuvo al secretario comarcal de la Plana Baixa de La Unió Llauradora i Ramadera, David Esteban, según concretó la organización agraria a través de las redes sociales, mientras que la Delegación del Gobierno confirmó que la detención se realizó por desobediencia.

Manifestación entre Juan Roig, presidente de Mercadona, y Mar Chao, presidenta del Puerto de Valencia

El edificio del Reloj, lugar donde se han concentrado los agricultores en Valencia, es el edificio noble de la Autoridad Portuaria de Valencia. Allí se celebran los consejos de administración y se producen los grandes anuncios, como el que hizo Óscar Puente, ministro de Transportes, con la autorización para la ampliación Norte de Valencia. 

Hacia el norte, a unos 600 metros, está Marina de Empresas, centro donde Juan Roig, presidente de Mercadona, tiene su ecosistema emprendedor instalado. Pasaron por allí los tractores pero no fue más que un paso sin incidentes pese a que después Cristóbal Aguado señaló a los supermercados como su próximo objetivo.

Hacia el sur, a unos 800 metros, están las oficinas centrales de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV), donde se encuentra Mar Chao, presidenta de la APV, y sobre la que tampoco se vertieron críticas. De hecho, Cristóbal Aguado, presidente de AVA aseguró que “no estaría mal que se acercara a la manifestación” aunque también reconoció que, según la información que él tenía, nadie le había invitado a que se sumara. 

Por su parte, Fernando García, secretario general de COAG, dijo que no estaba junto el edificio del Reloj para ver el Puerto de Valencia, “que es muy bonito”, ya que para lo que se ha trasladado a Valencia es para reclamar «poder vivir de nuestro trabajo”.

La manifestación, pese a su ubicación entre despachos de Juan Roig y Mar Chao, no centraron sus críticas en ellos aunque sí que hubo referencias a los beneficios de Mercadona y Carrefour y a los controles fitosanitarios que se realizan en los puertos de Cartagena, Valencia, Sagunto, Castellón o Tarragona. La protesta se centró en la falta de acción política, tanto autonómica como nacional, y en los problemas que generan las políticas europeas beneficiando a los países terceros y perjudicando a los agricultores locales.

La Policía Local informó que las dos columnas de tractores que se acercaron al Puerto de Valencia se disolvieron mientras que desde la APV confirmaron que no hubo incidencia de la protesta en la operativa habital de la infraestructura portuaria.

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