La naranja de Sudáfrica teme que la de Egipto le quite el mercado en Europa

Teresa Ribera impulsa arrancar 12.000 hectáreas de limones mientras Sudáfrica prevé aumentarla un 20% en los próximos tres años

Un naranjo. Foto: Pixabay.

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Con la temporada de las naranjas, mandarinas y limones españoles en los últimos coletazos de la campaña, desde Sudáfrica tienen claro que el problema comercial que tienen para vender en Europa es cada vez más Egipto. Desde 8.000 kilómetros de distancia (la que hay entre Sudáfrica y Valencia), saben que son los cítricos egipcios los que están tirando los precios hacia abajo y que la capacidad egipcia para quedarse con la ‘tarta’ europea (que es el destino principal de la citricultura española) es cada vez mayor.

Mientras la falta de agua y rentabilidad acrecienta el abandono de explotaciones agrarias en España, los aumentos de producción de Sudáfrica y Egipto se han convertido en una pinza que amenaza la rentabilidad de la citricultura nacional.

A grosso modo, la campaña de naranjas, mandarinas, limones y pomelos en la España ha ido de más a menos. El inicio de la campaña el otoño pasado tuvo una menor competencia de los cítricos sudafricanos, cuestión que no ha pasado esta primavera, donde la competencia de Egipto ha hundido los precios.

Aunque la fiabilidad en el control de plagas por parte de Sudáfrica sigue siendo débil, como demostraron recientemente los grandes exportadores del Comité de Gestión de Cítricos, la aplicación parcial del tratamiento de frío ha hecho que los últimos arranques de campaña en España sean positivos. La coincidencia en otoño de las primeras variedades del hemisferio norte con las últimas del hemisferio sur no han quebrado los precios.

Sin embargo, y cada vez de manera más relevante, la principal amenaza está en Egipto. En el último análisis de Justin Chadwick, CEO de la asociación de productores de cítricos de Sudáfrica, el problema está diagnosticado. «Influye el aumento de las naranjas egipcias en el mercado europeo. Aunque Egipto es contraestacional a Sudáfrica, el hecho de que haya más naranjas egipcias (como están actualmente) en el mercado europeo afecta la demanda de principios de temporada», asegura en su última carta semanal publicada el 31 de mayo.

Este riesgo detectado por Sudáfrica llega tras una declaración de intenciones, que consiste en llenar Europa de fruta sudafricana. Para ello, la estrategia es incrementar la producción. Los datos marcan que la senda no sólo está diseñada sino que la están cumpliendo.

Plan de crecimiento de Sudáfrica

Al margen de la confusión que utilizan los sudafricanos al recurrir como unidad de medida a las cajas de 15 kilos, la previsión en 2023 fue comercializar 75,2 millones de unidades de naranjas aunque finalmente fueron 76,8 millones. Para este año, en el plan estratégico de los sudafricanos planificaron 77,7 millones aunque la última previsión ya habla de alcanzar los 84 millones de unidades. Para 2027, el objetivo es superar los 87,7 millones de unidades.

La previsión de producción en mandarinas es de 43 millones de unidades para este año aunque la planificación era que sólo fueran 39,6 millones. Para 2027, la previsión es superar los 54,4 millones de unidades.

También es significativa la evolución prevista de limones. En 2022 fueron 3,47 millones de unidades mientras que este año se prevía llegar a los 3,9 millones pero se ha quedado la previsión en 3,68 millones. Sin embargo, para 2027 crecerá la producción un 20% hasta superar los 4,43 millones de unidades.

Arrancar limoneros para ahorrar agua y dejar de captar CO2

Este incremento de la producción de limones de Sudáfrica contrasta con lo que hoy se va a debatir en la sede de Ailimpo. Tal y como explica a Economía Digital el presidente de Asaja Alicante, José Vicente Andreu, la propuesta de la asociación interprofesional de limón y el pomelo consiste en crear un plan para arrancar limoneros en 12.000 hectáreas de España.

El objetivo es, en línea con el pensamiento de Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica, y candidata del PSOE a las elecciones europeas, que si se eliminan cultivos se reduce el consumo de agua para riego. Lo que desde Asaja Alicante apuntan es que el plan de Ailimpo que está inspirado en lo que impulsa la ministra de Pedro Sánchez también supone eliminar miles de árboles que captan CO2.

Esta medida, teniendo en cuenta que hay alrededor de 53.000 hectáreas de limones, supondría reducir el campo que se dedica a este cultivo en un casi un 20%.

José Vicente Andreu añade también la diferencia de rendimiento que tienen los campos en Turquía o Sudáfrica, donde la producción ronda los 40.000 kilos por hectárea mientars que en España el rendimiento se sitúa en el entorno de los 23.000 kilos por hectárea. «Tenemos un problema de agua, de fertilizantes y de muchos fitosanitarios que nosotros tenemos prohibidos pero nuestra competencia no», explica Andreu. Estos factores son los que crean la diferencia de producción entre los distintos países productores.

Ayudas a la sequia

Mientras las protestas de agricultores en Europa que se produjeron a principio de año, y que se han reactivado ahora, están centrados en los fertilizantes y los fitosanitarios, en paralelo en España el foco de reivindicación de los agricultores a las administraciones locales, autonómicas y nacional se focaliza hacia los problemas que genera la sequía.

Por ello, la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) ha pedido la implicación de los ayuntamientos, mediante la aprobación de una moción, para que reclamen al Gobierno español y a la Generalitat Valenciana una batería de medidas urgentes que permitan aliviar las pérdidas millonarias de los productores afectados por esta histórica sequía.

La moción presentada por AVA-ASAJA destaca entre sus demandas el establecimiento de ayudas directas; la aplicación del módulo cero en la declaración del IRPF del ejercicio 2024; un estudio de todas las necesidades hídricas de la Comunitat Valenciana; la reutilización de aguas depuradas; una política hídrica que prevenga los ciclos de sequía; la mejora de los seguros agrarios; y la aprobación por parte del Consejo de Europa de las nuevas técnicas de edición genética para obtener cultivos mejor adaptados al cambio climático.

El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, asegura que «entre la falta de agua, las altas temperaturas y los constantes vientos de poniente muchos cultivos y ganaderías están contra las cuerdas. Hemos llegado a esta situación por la falta de previsión y de voluntad política en materia hidrológica. Y ahora son urgentes medidas para evitar la muerte de las plantaciones y el abandono de los campos, que se traducirían en más despoblamiento rural, incendios y desierto».

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