Intercitrus obliga a Valencia y a Andalucía a unirse en la promoción de la naranja
Tanto productores como comercializadores destinarán 0,0006 euros por kilo a la promoción, como se hizo entre 1998 y 2008

Naranjas
Intercitrus ha alcanzado un acuerdo con el que puede imponer a todos los productores y comercializadores de naranjas, fundamentalmente valencianos y andaluces, que paguen la promoción de esta fruta. La obligación ahora de los agentes de ambas comunidades autónomas, que son las principales productoras de cítricos de España, consiste en que en la campaña 2025-26, todos los productores y comercializadores estarán obligados a aportar cada uno de ellos 0,0006 euros por kilogramo para la promoción de la naranja.
El acuerdo se realizó ya entre la temporada 1998/1999 y la 2007/2008 con acciones que lograban movilizar anualmente recursos de entre 7,5 y 10,5 millones de euros. Ahora se va a volver a hacer y aquí el tecnicismo del acuerdo es relevante.
Desde Intercitrus se apunta: «La extensión de norma -que es el intrumento que la legislación otorga a las interprofesionales nacionales con un alto grado de implantación (al menos del 75%), como es el caso de Intercitrus, para obligar a cumplir sus acuerdos a todo el sector- se ha aprobado para las próximas cinco temporadas».
La frase tiene miga porque significa que no hay una opción de sumarse o no a la iniciativa sino que pasa a ser obligatorio. Tampoco es baladí que se apunte que esta obligación se logra porque el impulsor representa al menos al 75% del sector. Lo que significa es que tanto los productores de la Comunidad Valenciana como los de Andalucía se van a tener que unir, en virtud de este acuerdo, para hacer lo que hace 16 años hicieron de manera continuada durante casi una década.
A nivel financiero, el coste es: «Las aportaciones comenzarán a recaudarse cuando comience la próxima campaña 2025/2026, a razón de 0,0006 euros/kg asumidas tanto por el productor como por el comercializador (esto es, 0,0012 euros/kg o 1,2 euros por tonelada de mandarinas y naranjas) en la primera operación de compraventa en todo el territorio nacional».
Para los que utilizan los cálculos más nostálgicos, la promoción al productor le costara poco más de una peseta por arroba (conviene recordar a los no nostálgicos que un euro es equivalente 166,386 pesetas y que la arroba valenciana son unos de 12,78 kilogramos aunque en Almería la arroba [@, un símbolo previo a internet] es de 14 kilogramos).
Se trataría, según indica Intercitrus, de la misma aportación que se requería en el pasado y que ahora se dedicaría a costear, con el respaldo europeo y de otras administraciones nacionales o regionales, no sólo las promociones en la UE, sino también los referidos proyectos de sanidad vegetal e I+D.
Andalucía promovió una asociación parelela con el mismo objetivo
El pasado mes de septiembre, los agricultores andaluces reclamaron una interprofesional de cítricos propia ante la disminución del consumo. El mensaje de Asaja fue que las naranjas y mandarinas «no tienen quien las quiera», porque «no cuentan con los instrumentos necesarios» para su promoción.
Esta situación se producía en paralelo de que Intercitrus sufriera una profunda crisis. En la entrevista que Miguel Barrachina, conseller valenciano de Agricultura, concedió a Economía Digital el 15 de septiembre, ya advirtió del problema que estaba encima de la mesa. «Tengo un deseo y una voluntad, que es la de ayudarles. También un presupuesto, que es escaso, pero está al servicio de nuestros citricultores. Si podemos hacer algo para que las partes que hay en litigio se sienten, España como país ganaría mucho de tener una representación unida y lo único que puedo apelar es a la generosidad de todos y al diálogo, porque en una situación de bloqueo como la que se ha estado viviendo los perjudicados son todos».
Desde entonces, han ocurrido dos asuntos críticos. Por un lado, en Andalucía han continuado con su plan de crear una Intercitrus andaluza. Ocurrió el 29 de enero en Sevilla, cuando agentes del sector manifestaron un su intención de crear una nueva interprofesional a nivel regional «ante la inoperancia de la nacional».
Por otro, los puentes rotos entre las cooperativas y el gran comercio de la naranja, ambas con sede en la Comunidad Valenciana, se han recompuesto. Un hito relevante ocurrió la semana pasada, durante la rueda de prensa de resultados de Anecoop. Coincidió la pregunta de Economía Digital a Joan Mir, director general de Anecoop, sobre su visión de Intercitrus con que Celestino Recatalá, presidente de Intercitrus y de AVA, llamaba a Joan Mir, que tuvo que rechazar la llamada por estar en rueda de prensa.
La coincidencia sirvió para dejar claro que la comunicación había vuelto entre las partes de Intercitrus mientras Joan Mir aseveró que Anecoop no había dejado de estar en Intercitrus. La intensa comunicación vivida ha desencandenado, precisamente, la vuelta al acuerdo para la promoción de la naranja, ahora cuestión de obligado de cumplimiento, y que desmonta el principal argumento en el que se fundamentaba la creación de la Intercitrus andaluza.