Asaja Alicante pide ayuda para adecuar los cultivos al cambio climático

José Vicente Andreu dibuja extremos políticos: El ministro Planas no tiene “voluntad de entendimiento” y el conseller Barrachina es “trabajador de reacción rápida”

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El agua es el principal problema de la agricultura de la provincia de Alicante. El balance agrícola presentado por Asaja Alicante lo identifica como el factor determinante y por ello se insta a las administraciones a ejecutar planes de ayuda que permitan adecuar los cultivos al cambio climático tanto para el beneficio de los agricultores como de los consumidores, ya que inciden en que el cultivo de proximidad es más competitivo en precio y mejor en calidad.

Aunque las plagas también ocupan un capítulo importante en las preocupaciones agrícolas, el mensaje prioritario de los agricultores es que «las inclemencias meteorológicas requieren un plan a medio plazo y acometer infraestructuras hídricas para garantizar la supervivencia de los cultivos».

José Vicente Andreu, presidente de Asaja Alicante, presentó ayer el balance del año 2024 en los principales problemas fueron «la falta de agua y la extrema seguida» seguida de «los bajos precios en origen y el gran desequilibrio en la cadena alimentaria», que han supuesto «una de las crisis más sonadas de la historia para el limón alicantino».

Además, el tercer problema es «la política llevada a cabo por Bruselas» por los «acuerdos que penalizan nuestras producciones y perjudican la rentabilidad del sector agrario».

“Rechazamos el acuerdo UE-Mercosur pues consideramos que nuestro sector vuelve a ser moneda de cambio para otros intereses económicos y exigimos la implementación inmediata de cláusulas espejo para garantizar reciprocidad en los estándares de producción”, ha incidido el secretario técnico de la asociación, Ramón Espinosa.

Con estos problemas, las reivindicaciones del sector son el «mantenimiento del trasvase Tajo-Segura» así como «un plan de choque que implemente medidas urgentes para mitigar los efectos de la sequía». Esto se una a la «reducción de la burocracia para aliviar a los productores», «medidas que eviten el abandono de los cultivos» y «políticas que mejoren la rentabilidad de las explotaciones».

Aunque también hay críticas al precio en origen, especialmente después de que se desplomara el del limón, el discurso agrícola alicantino evoluciona a que no sólo la variabilidad de la meteorología es el factor que históricamente ha marcado las campañas y rentabilidad del campo sino que el cambio climático ha reducido de manera estructural el acceso al agua y que hacen falta medidas y cambios estructurales para adecuar la producción a las situación actual del clima.

La investigación de nuevas variedades o de nuevas estrategias para afrontar las plagas han ganado protagonismo en las necesidades agrícolas que representa Asaja Alicante y para ambas es necesaria la participación e implicación de las administraciones públicas. En este aspecto, y tras las preguntas realizadas por Economía Digital, la valoración es opuesta entre el Gobierno de España y el autonómico.

De José Luis Aguirre, el que fuera conseller de Agricultura cuando Vox formaba parte del Consell, se guarda aún grato recuerdo, especialmente entre el sector ganadero aunque es precisamente la rapidez y eficiencia en traslado de agua en cubas hasta la ganadería cuando Miguel Barrachina (PP), actual conseller de Agricultura, se ganó el aplauso del sector primario alicantino. Esto ocurrió coincidiendo con su debut en el cargo.

La valoración sobre Miguel Barrachina es: «Es muy enérgico y trabajador. Tuvo una reacción muy rápida con la sequía y ayudó al secano». Ambas dos cuestiones están entre la principales prioridades del sector primario alicantino, que es consciente de dónde está y debe estar el foco político ahora. «La Consellería está ahora en la afección de la DANA de Valencia y esperamos que se normalice la situación y tengamos una buena relación. No vamos a parar de reivindicar lo que necesitamos. La reacción es fluída«.

La valoración sobre el ministro de Agricultura, Luis Planas, es: «Hemos tenido meses muy fríos. 2024 pasará a la historia por la mala relación con el ministro Planas. No hubo actitud de entendimiento«.

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